Capítulo 33

2.8K 173 80
                                    

Después del "descubrimiento" y de su inicial desconcierto, Elroy Ardlay se había compuesto de inmediato y con su cara inexpresiva no dejó a entrever nada más... ni pensaba hacerlo. Se haría de la vista gorda, por ahora y ya vería cómo solucionaba ese problema. 

Ella amaba a su sobrino y había sido partícipe de la gran tristeza que le trajo a Rosemary el que se hubieran opuesto tan firmemente a su matrimonio con Vincent, lo último que quería era que volvieran a pasar por algo similar, y menos con el patriarca de la familia; sin embargo, le era imposible respaldar de entrada semejante locura. Eso era algo que ella no aceptaría, al menos no ahora y ciertamente no en público, aún y cuando muy en el fondo lo que más deseaba era que William pudiera alcanzar la felicidad... ¡Si tan solo pudiera ser con alguien más!... Elroy miró a Candy fijamente a los ojos y esperó su respuesta.

Candy estaba sorprendida por el ligero cambio de actitud en la tía abuela, quien siempre la había tratado con desprecio y altanería; ahora, sin embargo, le estaba de alguna forma agradeciendo, aún con su misma cara de pocos amigos, pero a fin de cuentas agradeciendo... ¿Qué le diría ella?

William no estaba menos sorprendido que Candy, pero después de haber hablado con su tía en sus aposentos, se pudo dar cuenta del cambio inmediato en su actitud y pensó, muy atinadamente, que su tía acababa de atar cabos y que ahora sospechaba, si es que no estaba ya completamente segura, que la mujer de quien él estaba enamorado se encontraba justo frente a ellos.

ーEs lo menos que podía hacer tía abuela, por el... hombre que me había salvado la vida y a quien ahora sé le debo tantas cosas más.

ーMmmhh... Y dime, ¿sigues ejerciendo ese humilde trabajo de enfermera?  ーle preguntó con un ligero dejo de desdén.

ーSí, ahora ayudo a las directoras del Hogar de Pony, en donde me crie, y trabajo también algunos días en un hospital cercano ーcontestó Candy con sinceridad.

ーHubiera pensado que al ser una Ardlay cuidarías más tus elecciones de vida.

ー¡Tía! ーla reprendió William de inmediato. 

ーBueno William, yo solo opino que sería bueno que Candice retomara sus clases de francés, literatura y artes, si quiere algún día llegar a convertirse en una dama digna del apellido que le diste ーle dijo soltándose de su brazoー. Y ahora, si me disculpan.

La tía abuela caminó regia por el largo corredor, dejando a una Candy perpleja y a un William meditabundo.

ーLo siento Candy, mi tía no debió de haberte dicho eso. Tú no necesitas hacer nada que no...

ーPero lo dijo Albert y... tal vez tiene razón... alguien como yo no es digna de llevar tu apellido.

ーNo digas eso ーle dijo él alcanzando su mano y llevándosela  a los labios.

ーPero es verdad ーcontestó ella retirando su mano de entre la suyaー, no me he esforzado suficiente para ser digna de él; pero de ahora en adelante trataré de hacerlo, después de todo, no quiero decepcionarlo tío abuelo William.

ーCandy...

ーAnda, vamos, Archie, Annie y Patty nos esperan, pasarás un poco más de tiempo con nosotros, ¿verdad?

ーClaro.

ー¿Sabes? ーle dijo Candy, mientras salían al jardín a través de las enormes puertas francesasー. Me gustaría tanto poder llevar conmigo un brote de la Dulce Candy al Hogar de Pony y tratar de transplantarla, ¿crees que sea posible?

ーPor supuesto, pídeselo al jardinero, o si quieres yo mismo te puedo ayudar a cortarlo. Tal vez te sorprenda pero, aunque nunca como Rosemary o Anthony, yo también sé algo de jardinería y del cultivo de las rosas.

Siempre te esperéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora