Xanthe Swan disfrutaba sin ninguna restricción de los placeres carnales.
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• Antes de entrar les recuerdo que NO pretendo idealizar ciertas acciones de mis personajes, TODO ES FICCIÓN.
• Es de mis primeros fic...
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El rostro de Isabella se contrajo por la furia, causando que su hermana sonriera burlonamente ante aquel gesto. Si la contraria creía que una simple cara enfadada la iba a asustar, se equivocaba demasiado.
Rosalie era la que más estática estaba, aún no creía que la pelinegra se encontrara frente a ella, no después de haberla buscado por todo Brasil junto con Alice y que no hubiera rastro de ella. Los pensamientos de la rubia viajaban desde la niña que acababan de ver hasta los rojizos ojos de Xanthe.
— ¿Queréis saber la trágica historia que hoy me trae hasta aquí?—Xanthe no hablaba hacía el clan Olímpico, sino hacia los Volturi—. Da la casualidad que hace unos meses, cuando éste pedazo de imbécil decidió irse y romper con mi hermana, se fue a Brasil en modo depresivo.
Jane y Aro Volturi no lo iban a admitir, pero comenzaba a llamarle la atención aquella joven.
» ¿Y adivinen quién me contactó para que fuera a verlo? Nuestra querida Alice Cullen, claro que sí. Tanto ella como Rosalie me llevaron a Río, a un departamento en el que podría vivir mientras estaba allí para visitar a Edward—la pelinegra había comenzado a dar vueltas mientras contaba la historia, añadiéndole dramatismo al asunto—. Me encontré con él apenas un tiempo después de yo haber llegado a la ciudad, y por azares del destino, prepárate Bella, ésta será tu parte favorita, Edward y yo nos acostamos.
La peculiar risa de Aro se escuchó detrás de ella, el hombre se lo estaba pasando de maravilla. Xanthe observó como el lobo que tenía a Renesmee en su lomo gruñía con rabia hacia el vampiro; Esme miraba con extrema decepción al que consideraba su hijo.
» Yo, pobre e ilusa humana, ignoré su temperatura. Eso sí fue error mío, lo admito, pero seguimos bien, estábamos en Río tranquilos y sin preocupaciones. ¿Hasta cuándo? Bueno, eso hasta que la escoria que tienes por marido decidió marcharse a principios de marzo, no sé a dónde y no se porqué pero lo único que dejó fue una mísera nota con un lo siento escrito en ella.
Jane dio un paso al frente para hablar.
— Si no me equivoco, esas fechas fueron cuando él quiso morir. Creía que la humana estaba muerta.
Xanthe ladeó la cabeza y su rostro se contrajo ante la sorpresa.
— ¿Me estás diciendo que me abandonó por la rata de mi hermana? Lo sabía, nada nuevo pero aún sigue siendo decepcionante—la pelinegra se giró hacia la hibrida y la miró—. Siento que tengas que escuchar esto, no es mi culpa que tu familia sea una mierda.
La niña hizo un puchero, causando que Isabella se enfureciera más.
— Oh, espera Isa, no te enfades que aún hay más—prosiguió la vampiresa, antes de nada se giró hacia Nahuel y susurró:— Ve con Aithne y mándame a Keon.
