🇸 🇮 🇪 🇹 🇪 

33K 3.3K 591
                                    

No le fue muy complicado ocultar aquello de Isabella, la mayor había estado centrada en salir con Jacob Black y arreglar viejas motos junto con el menor, por lo que la suerte parecía estar del lado de Xanthe

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No le fue muy complicado ocultar aquello de Isabella, la mayor había estado centrada en salir con Jacob Black y arreglar viejas motos junto con el menor, por lo que la suerte parecía estar del lado de Xanthe.

Sin embargo, había notado el cambio en el menor, como había cortado su cabello y parecía haber crecido algo más, consiguiendo que a Xanthe le pareciera cada vez más atractivo. Además, había que sumarle aquel extraño y llamativo tatuaje en su brazo, por no contar que el chico andaba en manga corta en pleno invierno. Cosa que a Xanthe le preocupó, pero cada uno era libre de morir como quisiera.

Encontró a Alice en el sitio acordado, la contraria lucía tan hermosa como siempre, su cabello en forma de pixie se movía con la suave brisa invernal y una única chaqueta rodeaba su delgado cuerpo. ¿Acaso no tenía frío? Xanthe parecía un muñeco de nueve debido a la bufanda que se había puesto.

— Xanthe—saludó la más baja con un ligero tono de alivio—, creía que no vendrías.

Xanthe le devolvió el leve abrazo que la contraria le había dado.

— Cualquier razón para molestar a mi hermana me haría venir, además, la curiosidad es mayor.

Alice la miró, sabiendo ya de antemano cómo era la actitud y relación que tenían ambas hermanas. Sin embargo, Alice y Rosalie parecían ser las únicas que habían visto algo malo en Isabella, pero eso sí, Alice consiguió ocultarlo desde que la primera visión que tuvo de ambas humanas casi la hacen querer acabar con su eterna vida. Aquella visión había hecho que sintiera repudio por su hermano Edward, y aquello había sorprendido tanto a ella como a Jasper, quien pudo notar todo de primera mano, más el rubio no sabía el porqué de aquella reacción.

Ambas chicas se dirigieron a la vieja casa de los Cullen, el lugar había comenzado a acumular algo de polvo y el silencio que allí había se opacaba por el suave cantar de los pájaros. Xanthe estaba impresionada, la casa era preciosa y extremadamente luminosa. Alice dejó que Xanthe inspeccionara la sala y la cocina, le causaba ternura el brillo que aparecía en sus ojos cuando algo llamaba su atención. No parecía ser la chica que veía fuera, sino una niña a la cual le habían hecho un regalo.

— Pareces una niña—manifestó en voz alta.

Xanthe soltó una risa:— Debo admitir que esto es precioso, me encantan las decoraciones, es normal que esté así. Pero bueno—la pelinegra tomó asiento tras limpiar con su mano un poco el claro sofá y miró a la contraria—, ¿qué necesitas de la increíble Xanthe? Puedo hacer de todo menos revivir a los muertos. Todavía.

Alice no pudo evitar reír. Tenía que admitir que la actitud de Xanthe conseguía atraparte, era una completa caja de sorpresas.

— Necesito que te encuentres con Edward antes de que le perdamos el rastro, sabemos dónde está de momento pero no prometo que dejemos de hacerlo en cualquier momento y únicamente parece llamar tu nombre.

Xanthe se sorprendió, creía que lo que el email decía eran puras tonterías.

— ¿Mi nombre? ¿Por qué me llamaría?

Alice suspiró.

— Tanto Emmett como yo sabemos lo que pasó la noche del cumpleaños de Bella—obviamente no le iba a decir que toda su familia notó su olor en él—, n-no entiendo que pasó, es como si le hubieras hecho dudar su amor por Bella, Xanthe.

— Wow, mi primer premio—festejó.

Alice mordió su labio inferior evitando reír.

— ¿Lo irás a ver?

— Pero, ¿por qué no la otra?

— Edward le prometió a Bella que sería como si nunca hubiera existido, le prometió que no nos volvería a ver...

— ¿Pero?

— Pero eso no te lo prometió a ti.

[•••]

Xanthe había preparado un pequeño bolso de mano con algunas prendas de ropa para el viaje, se irían en la mañana y aún debía inventarle alguna razón a su padre para que aceptara que se fuera. Isabella la había visto armar su equipaje, sin embargo no había respondido a ninguna de la preguntas que su hermana mayor le había hecho. No tenía ni idea de a dónde se dirigían, Alice había dicho que al norte por lo que le haría creer a su padre que se iría unas semanas a Canadá.

La puerta principal se abrió y por ella entró Charlie Swan con un rostro cansado, rostro que se tornó en sorpresa cuando vio el bolso de Xanthe.

— ¿Vas a irte igual que tu hermana el año pasado y volver toda destrozada?

El dolor que notó en la voz de su padre quiso hacerla dejar todo y no ir.

— Yo no soy tan idiota como para abandonarte, papá— pudo notar la queja de su hermana desde la cocina—, planeé irme un par de semanas a Canadá, había olvidado decirte y ayer recordé que no te había dicho nada.

— ¿Canadá?

— Sí.

— ¿Dos semanas?

— Exacto.

— ¿Por qué no vas con Bella?

— Porque me voy mañana y me apetece estar sola.

Un suspiro salió de la boca del mayor, miró profundamente a su hija menor y dirigió su mano izquierda a su cabello, despeinando la larga melena negra de la menor.

— Tienes que prometer que tendrás cuidado.

— Lo prometo, no me va a pasar nada, tendré cuidado.

Fue bastante complicado hacer entrar en razón a Charlie y convencerlo de que no iba a pasarle nada, Xanthe sabía cuidarse sola y además estaría Alice.

A la mañana siguiente, cuando tanto su hermana como su padre se hubieron marchado de la casa, un coche negro apareció frente a su casa. Alice bajó de éste y ayudó a la pelinegra a dejar su equipaje en el maletero del coche. Ambas chicas se subieron, Xanthe como copiloto. Una vez dentro, un agradable olor a rosas se hizo presente en la estancia.

Xanthe giró un poco su cabeza y divisó una cabellera rubia que la hizo sonreír.

— Xanthe.

La sonrisa en el rostro de la menor se hizo mayor.

Es bueno volver a verte, Rosalie.

DESIRES; edward cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora