Reto 30 Días - Miraculous Ladybug

23. Poeta

Una aclaración, como ya dije esta historia tiene un "orden" más o menos. Por eso para entender este capítulo y los que vienen tenéis que haber leído los siguientes que son algo así como la base:

8 (Capricho) 

10 (Hamburguesa) 

11 (Demonio)

13 (Rizos) 

18 (Zapatos) 

19 (Actores) 

20 (Manos) 

22 (Código)

Los demás capítulos son atemporales, quería aclarar esto antes de seguir con este capítulo por si acaso alguien ha decidido leer el reto sin seguir el orden de los números.

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–Yo no soy poeta, Tikki, ¿por qué me he metido en esto?– Se quejó Marinette mientras apoyaba la cabeza contra el escritorio y trataba de pensar en algo romántico con lo que escribir su poema.

Era buena con los diseños y las telas, pero en lo referente a expresar sus emociones con palabras dejaba mucho que desear. Incluso había estado tentada de pedirle ayuda a Luka, pero sabía que no era justo, no podía depender de él para sus trabajos de clase. Aunque aquello no lo era, en realidad. La profesora Bustier le había pedido a varios alumnos que participaran en el concurso de poesía que se celebraría en el colegio en unas semanas, y Marinette no había podido decir que no.

–Porque se lo has prometido a la profesora Bustier– Argumentó el kwami mientras se sentaba frente al folio– ¿Te vas a inspirar en Luka?

–Lo estoy intentando pero solo me sale que sus ojos son azules como el mar– Se lamentó –Esto es horrible, Tikki. ¿Crees que la profesora se enfade mucho si decido retirarme a tiempo?

–No, ni se te ocurra hacer eso. Ella te lo pidió por la falta de participación entre los alumnos, no puedes fallarle de esa manera. Debes inspirarte en sus facetas tanto físicas como psicológicas... Por ejemplo: ¡Oh gran corazón en zigzag que me recuerdas tanto a la confusión que me causa Plagg! ¿Ves? Es fácil –Dijo en un intento por ayudar a su portadora, aunque se dio cuenta entonces de la sonrisa maliciosa que mostraba esta –¿Qué?

–No sabía que tu fuente de inspiración era Plagg– Bromeó.

–¿Qué? ¡Por supuesto que no!– Se cruzó de brazos y se dio la vuelta indignada –Yo solo quería ayudarte.

–Lo siento, Tikki. Te aseguro que me ayudas mucho– Le acarició la cabeza como disculpa, a lo que la kwami volvió a mirarla con una expresión más relajada –De acuerdo... Voy a hacerte caso. Ahí voy... ¡Oh gran corazón en zigzag que me recuerdas a Chat Noir! Eres tan irritante como chocante, aunque es un hecho que no puedo silenciarte– Relató con entonación poética en la voz –¿Qué tal?

Tikki la miró con los ojos entrecerrados unos segundos hasta que finalmente tomó la palabra.

–Así que tu inspiración es Chat Noir.

–¡Por supuesto que no!– Soltó un bufido como si aquello fuera ridículo –Solo te estaba siguiendo la broma por haber mencionado a Plagg. Ahora voy a seguir intentando inspirarme para hacer un poema con los preciosos ojos de Luka.

–Pues vas a tener suerte...– Murmuró Tikki antes de esconderse.

Al instante la trampilla de la habitación se abrió, dando paso a Luka y a Sabine.

Marinette lo miró confusa, ya que no había esperado su visita.

–¡Luka! Hola– Saludó cuando salió de su estupor –No te esperaba hoy...