Teen Wolf | One Shots

49. Void pt. 2

Os +18

Sus movimientos eran rápidos y duros, estaba disfrutando como nunca lo había hecho. Me encanta que sea así conmigo.

Gemía todavía más fuerte mientras el sonido de sus embestidas hacían del ambiente más excitante, fue una grandiosa idea quedarnos en un lugar abandonado.

Cambio de lugar haciendo que yo quedara arriba de él.

—Móntame —demando apretando mis caderas, hice caso y empecé a moverme rápidamente sobre su miembro, esta vez estaba demasiado adentro—. Así, que rico —jadeó.

Tomo mis pechos con sus dos manos y los apretujo. No habíamos parado desde hace mucho tiempo, parece que él es insaciable.

Dure unos minutos arriba de él hasta que me empujo y se paró para ponerme en cuatro. Acarició mi trasero y después me dio una nalgada que me hizo jadear, puso su miembro en mi entrada y empujo de una deslizándose dentro de mi siguiendo el ritmo que manteníamos, rápido y duro.

—Como me encantas —hizo cola mi cabello y me jalo hacia atrás— ¿Ya vas a llegar, hermosa?

Sentía que no podía hablar, así que solo asentí.

—Bien —dijo para después aumentar el ritmo y poner una mano en mi clítoris acariciándolo, llevándome a la gloria.

Gemí cuando llegué a mi orgasmo.

Dejo un beso en mi espalda y una última nalgada antes de salir de mí. Ni siquiera me di cuenta cuando llego.

Mis piernas las sentí de gelatina por lo que me dejé caer en la cama.

—Me encanta que vinieras conmigo —acaricio mis piernas.

—Y a mí que me hayas salvado —sonreí.

El día que me intentaron matar y que Void me salvó, decidí ir con él, no me importaba mucho mi familia si es que se le podría llamar así, prácticamente mi papá engaña a mi mamá con quien sea y mi mamá desquita todo su odio hacia él conmigo. Así que no lo pensé dos veces para decidir qué hacer.

—Me encanta ver la destrucción y el dolor en todos los rostros humanos —se acercó a mí oreja—. Pero contigo, me encanta ver todo el placer que te doy, en tu hermosa cara —susurró.

Lo tomé de la nuca y lo besé bruscamente.

—Ah —gemí cuando me apretó una nalga.

Me separé de su cuerpo, con una sonrisa en el rostro.

—¿Qué vas a hacer ahora? – pregunté curiosa.

—Tengo que tomar a alguien —se paró de la cama y comenzó a vestirse.

—¿A quién? —volví a preguntar.

—Lydia.

Sonreí y me paré de cama avanzando hacia él sin importarme estar desnuda, al fin ya me conoce de cuerpo completo.

—Que tengas suerte —guiñe un ojo, aunque no entendía que quería decir con eso.

Él sonrió de esa manera tan suya que me encanta, una sonrisa malévola que solo traerá destrucción. Tomo mi cintura y me volvió a besar con fuerza, se separó de mí y fue hacia la puerta cruzándola.

Mordí mi labio inferior viéndolo irse.