Mycroft Holmes es el mejor promedio del instituto Dallington. Los valores de amistad y afecto no resultan relevantes para una mente puramente racional como la suya.
Anabeth Smith es extrovertida y sarcástica. Sus buenas notas a menudo son opacadas p...
Era pleno invierno. Las calles de Londres estaban cubiertas por un manto blanco de nieve. Las nubes grises cubrían el cielo y todo apuntaba a que seguirían allí arriba por el resto del día.
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Aun así, el instituto Dallington seguía impartiendo clases, obligando a sus estudiantes a concurrir pese a las bajas temperaturas.
Anabeth apoyó el mentón en su mano y contempló desde su asiento como los primeros copos se acumulaban en el marco de la ventana. Ver la nieve caer era mucho más interesante que la aburrida explicación de la profesora Crane.
— Smith, repita lo último que dije. —llamó su atención.
La joven reprimió el impulso de rodar los ojos. Se puso de pie y habló para toda la clase.
— Estaba explicando la autoionización del agua, la cual consiste en la reacción química de dos moléculas de agua que reaccionan para producir dos iones; uno hidronio y otro hidróxido. —recitó con aburrimiento.
— Puede sentarse, Smith. —habló de mala gana—. Y procure mantener la vista al frente.
— Sí, profesora. —una sonrisa ladeada surcó su rostro mientras regresaba a su lugar.
Crane le dio una última mirada severa antes de retomar el tema.
Tan pronto como la mujer dejó de prestarle atención, Anabeth fijó su vista en un punto al azar, volviendo a dispersarse de la clase. Mycroft negó con la cabeza al reparar en la conducta de su amiga.
Tomó un lápiz, redactó una breve nota y la deslizó disimuladamente por la mesada.
La chica lo observa a él y luego el trozo de papel. Frunce el entrecejo, extrañada. Lo agarra y extiende por debajo de la mesa. Sus labios se aprietan en una fina línea al leer su contenido.
<< Concéntrate, idiota. –MH >>
Toma algo para escribir y redacta su respuesta. Le devuelve el papel.
<< No quiero. :)
PD: ¿Por qué pones tus iniciales? Ya sé que la nota es tuya... idiota. >>
A los segundos obtuvo su respuesta.
<< Es solo una formalidad. Y, a diferencia de ti, yo no soy un idiota. –MH >>
<< Si me dices idiota por no poner atención, automáticamente me estás dando el derecho a decirte idiota por escribir notas en clase.
PD: Muy mal, Holmes... >>
<< Cállate. –MH >>
Anabeth reprimió el impulso de reír al leer el último mensaje. Sonrió, satisfecha consigo misma al saber que había ganado ese tanto.
