-No entiendo qué demonios te pasa, pero no hay nada que un poco de base y maquillaje no pueda solucionar- reaparición Charlie junto a mí con sus facciones bañadas en confusión y curiosidad, pero conociéndola no presionaría en nada, nunca lo había hecho y esperaba que no fuese este el día que haya decidido cambiar de opinión.

-Traje hielo, seguro ayuda a desinflamarlo, no digo que vaya a borrarlo pero ayudará- la siguió Ryan entregándomelo en un pañuelo envuelto. -Phine…- intentó comenzar con el interrogatorio pero una clara mirada de que no era el mejor momento lo hizo callar.

-Ryan mejor ve a atender, no podemos dejar solo el frente- le indiqué poniéndome en papel de jefe para que no pudiese refutar nada.

-Claro, cuando las cosas se ponen buenas a uno lo echan- bufó arrastrando los pies fuera del baño dejándonos solas.

-Phine, ¿en qué demonios estas metida?- inquirió mirándome a través del espejo mientras apretaba el hielo sobre mi marca.

-No me juzgues, juro que cuando me sienta lista te contaré, solo tenme paciencia- le rogué bajando la mirada completamente avergonzada. Realmente no creía que alguna vez me sintiese capaz de hacerlo.

-No te metas en muchos problemas, Phi- suspiró con total tono de preocupación.

-No es como si lo haya buscado- resoplé apartando el hielo de mi cuello para que ella lo maquillara aunque sea para disimularlo un poco. -¿Crees que sea creíble que fue un golpe?- comencé a buscar excusas en mi cabeza, pero ciertamente no encontraba ninguna medianamente creíble y aceptable.

-Mmm, quizás una picadura- ofreció en sustitución.

-¿Y que fue? ¿una piraña?- trate de buscarle el lado cómico a esta espantosa situación.

-Quizás la solución sea usar una pañoleta, está de moda, son lindas y puede pasar desapercibido el cambio- propuso quitándose el pañuelo que estaba usando en la cabeza y enredándolo en mi cuello. –Listo- me sonrió con la preocupación reflejada en sus orbes verdes.

-Gracias Charlie, eres mi salvadora- le agradecí dándole un fuerte abrazo y besando su mejilla.

-Mejor vamos a atender-

-Sabes, si quisieras mi ayuda, cosa que sé que quieres, puedes utilizar tu cepillo de dientes- me indicó Ryan llamando mi atención.

-¿Cepillo de dientes?- inquirí sin comprender lo más mínimo, qué tenía que ver aquí la limpieza de mis dientes.

-Cepilla el chupetón, mejorará la circulación y para mañana charán… eso si, no te pases porque empeorara, tienes que ser delicada- me indicó mirándome con las cejas alzadas insinuando que era una bruta, cosa que tampoco podía negarle demasiado.

-Clases de “como desaparecer un chupetón” con Ryan Murphy- se burló Charlie con tono cantarín moviendo sus manos por delante de su rostro como si estuviese imaginándose un cartel con luces y toda la fanfarria.

 -Próximamente en todas las redes sociales- agrego el castaño siguiéndole el juego.

-Son dos idiotas- los miré negando con la cabeza antes de rodar los ojos.

-Yo no soy quien tiene un misterioso chupetón en el cuello, hunny- me sonrió aun jugando conmigo.

-Tiene razón en esta, hunny- se burló la pelirroja chocando los cinco con el otro.

-Oh miren quien viene ahí, el vampiro chupasangre- se rio el chico haciéndome enrojecer de inmediato al ver a mi novio ingresar por la puerta.

Joder.

-¿He? ¿de qué hablan?- me preguntó Sawyer alzándose sobre el mostrador para darme un beso sobre los labios mientras el otro par se desaparecía dejándonos solos.

-Nada, no les prestes atención- le reste importancia sacudiendo los rulos de su frene hacia atrás. –Mejor pónganse a trabajar ustedes dos- le indiqué caminando alrededor del mostrador para juntarme con el castaño viendo como el castaño se retiraba a limpiar un par de mesas y Charlie volvía al mostrador a ordenar las tortas.

-Te extrañe anoche princesa, la cama no es la misma sin ti- me susurro al oído pasando un brazo alrededor de mi cintura para acercarme a él y volver a besarme.

-Lo siento, tenía que ir a casa, hace mucho que no iba y necesita arreglar muchas cosas y eso- me excuse esquivando su mirada.

-Tienes que mudarte conmigo de una vez por todas, es molesto que una vez al mes tengas que ir a casa a ventilar y todo eso, te extraño jodidamente demasiado amor-.

-Sawy, yo creo que es bueno tener un día cada tanto para hacer nuestras cosas, los expertos dicen que vitaliza las parejas- dije evitando el hecho de negárselo directamente y de cierta forma creyendo en mis palabras, era bueno tener un lugar propio por si peleamos, nos separamos o lo que sea.

-Los expertos me chupan la polla- gruñó divertido jugueteando con su nariz en mi mejilla.

-¡Sawyer!- lo aparte de mi regañándolo por su vocabulario.

-Mmm, déjate de regañarte quiero besarte-.

-¡Hey, sepárense! saben las reglas, amor en la vereda- nos regañó Charlie haciendo que tomara al castaño de la mano y lo cinchara fuera conmigo entre risas.

-Ahora vuelvo envidiosa- le grité al cerrar la puerta.

-Linda pañoleta, me gusta- me tomo dicho accesorio entre sus dedos y jugando con el mismo.

-Ahh… oh si…- me removí incomoda apartándolo disimuladamente de él. -¿No sé supone que deberías estar en clases tú?- cambie rotundamente de tema al percatarme del hecho que él en verdad no tendría que estar aquí.

-Tuve libre, el encargado enfermo y nadie más quiso quedarse con los practicantes- se encogió de hombros volviendo a besar mis labios aferrando el agarre de mi cintura.

-¿Quieres salir hoy?- me susurró al oído jugando con su nariz en el borde de mi mandíbula, que solo provocaba que me pusiese nerviosa.

-¿Salir?- inquirí sorprendida, realmente hace mucho tiempo que no salíamos nosotros dos, demasiado para recordarlo si quiera con precisión.

-Si, hace mucho que no tenemos una cita y… ¿qué dices?- me sonrió sin dejar de depositar besos en mi mejilla.

-Seria genial, muy genial- le sonreí lo suficientemente entusiasmada, en verdad extraña las salidas de nosotros.

-Te amo- unió sus labios con los míos.

-Y yo-.

Esto estaba tan jodidamente mal. Y aun peor, lo amaba completamente. En verdad estaba totalmente hundida y tapada hasta la cabeza.

Torn Between Two Lovers ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora