c u a t r o.

258 42 9
                                    

—Mark me está buscando.

—¿Qué?

BamBam formuló estupefacto, el lo sabía todo, al igual que Youngjae y claramente, esto no era bueno sabiendo que Jackson solo enterró sus sentimientos por el estadounidense pero nunca se deshizo de ellos u olvidó al chico.

—Lo que oíste. —suspiró. —No se que es lo que quiere pero... no puedo hacerlo, Bam. —dijo en un tono derrotado, casi exigiendo ayuda.

Lo había pensado mucho, toda la noche y toda la tarde después de aquella reunión el día anterior, no le importaba salir herido, porque ya lo estaba, solo no quería que su hermana se enterara de esto.

—¿Fei lo sabe? —cuestionó algo nervioso el tailandés.

—¿Estas de broma? Para nada, no puede saberlo.

—Jack... hay una razón por la que este chico te busca y esa razón no es Fei, existe algo más detrás de todo esto y por favor no seas idiota, tu lo quieres... tu hermana tendrá que entenderlo en algún minuto. —con una actitud suspicaz, BamBam soltó aquellas palabras o más bien, las dejó fluir.

—No lo sé... yo... —suspiró temblorosamente. —Es el ex novio de mi hermana, mierda... esto no está bien. —se quejó Jackson, su ceño y labios frunciéndose instantáneamente.

—Piénsalo mejor...

—¡No hay nada que pensar! Verlo será volver a sentir... sentir todo eso y es precisamente lo que no quiero ¿entiendes? —se levantó bruscamente del sofá y le regaló una mirada teñida en preocupación a su amigo.

Para Jackson no había forma en la que BamBam tuviera razón y BamBam esta completamente consciente de que su amigo está siendo un idiota.

[...]

Mark rodó impaciente sobre su cama, Jinyoung cerró el libro y lo dejó a un lado para sentarse a un lado de su amigo.

—¿Que te pasa? —preguntó sin ningún rodeo, lo conocía lo suficientemente bien como para saber que algo le pasaba.

—Nada. —mintió y Park supo rápido que no quería hablar del tema. —Solo estoy aburrido. —agregó.

—Yugyeom tiene una competencia de baile hoy, quiere que vayamos. —informó el coreano, cambiando rotundamente de tema. Tuan se sintió aliviado.

—Entonces iremos. —sentenció Mark. —¿Quien más va?

—Supongo que ese tal BamBam. —Jinyoung hizo una mueca, totalmente descontento.

Mark no tenía que ser adivino para saber que su amigo estaba celoso e inseguro.

—Escucha Park, sé que no lo conocemos pero ese chico no es una amenaza. Gyeom es tu novio y ellos solo son amigos. —puso una mano en el hombro de su amigo y sonrió. —Es obvio que no está intentando nada con tu chico, sino ya lo hubiéramos sabido.

—Yugyeomie es débil, correría a contarme apenas pase. —soltó una risita dulce, totalmente enamorado. —Confió en el, en quien no confío es en ese tal Kunpi no sé cuanto. —frunció el ceño.

Tuan chasqueo la lengua e hizo un ademán para restarle importancia. —No te preocupes, es obvio que serán amigos, después de todo van en la misma academia. —se encogió de hombros y trató de apoyar a su amigo.

[...]

Yugyeom bailaba perfectamente sobre aquel escenario, su cuerpo y la música fluían como uno solo y eso le encantaba a cualquier persona que lo viera.

Jackson estaba maravillado, el amigo de BamBam era simplemente un Dios del baile y podía jurar que ese chico tenía más talento que el que demostraba.

—¿Que te parece? —cuestionó el tailandés, con una sonrisa adornando su bello rostro.

—Me parece genial, es como si el y la música fueran uno. —murmuró Jackson, medio perdido en el escenario.

Jinyoung miraba atento a su novio, orgulloso y hasta cautivado, un sinfín de emociones le provocaba Kim en lo que demora un parpadeo.

Mark diría que no se cansaba de verlo y esa era la verdad, no tenía forma que quitar sus ojos de Yugyeom, el chico siempre había bailado bien pero ahora se estaba luciendo como nunca antes.

El teléfono vibro en el bolsillo de su pantalón, de no ser por el nombre que vio al sacarlo, habría cortado.

—¿Quien es? —inquirió Jinyoung, estirando su cuello para alcanzar a leer.

—Nadie importante. —respondió Mark mientras se levantaba y a su vez contestaba la llamada.

Park frunció el ceño, completamente extrañado, ya que su amigo nunca se alejaba para contestar y pensó que debía ser muy importante como para que lo hiciera.

Jaebeom pateo una piedra y se quitó el cigarrillo de la boca mientras que en su oreja el teléfono dejaba de sonar para darle paso a una llamada atendida.

—¿Que pasó?

—¿Donde estas?

Literature. » Markson.Where stories live. Discover now