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–. Te he dicho ya mil veces lo lamento ¿por cuánto tiempo más tengo que aguantar tu estúpida "Ley del Hielo" –le dije molesto a la castaña tozuda que tenía al lado.

Desde el accidente con el cereal de la mañana Sakura no ha hecho nada más que mirarme con amargura sin dirigirme la palabra. Es irritante que se esté comportando como una niña malcriada en estos momentos ¡y todo por un dichoso celular! Eso no es la gran cosa y eso lo debería entender. Comprar otro teléfono no se le haría nada complicado, y si solo le interesan las conversaciones, números de contactos y datos importantes, para eso tiene la mayoría en su ordenador portátil o los puede recuperar fácilmente con otro teléfono. Pero NO. La pequeña niña del drama tiene que hacer todo un berrinche por esto.

Es por eso que ahora estamos de camino a la ciudad para comprarle un teléfono antes de que su "Ley del Hielo" me termine de estresar. Nunca había pasado más de dos horas sin que me diera alguna orden o cualquier otra cosa.

Sakura no hizo más que mirarme fijamente ante mis reclamos y, sin decir nada, siguió con lo que estaba haciendo. Ignorarme por completo.

Luego de un largo e interminable rato en el auto, llegamos al centro comercial más cercano. Sakura salió del auto sin decir nada y me siguió por el estrecho pasillo del enorme centro comercial. El lugar era enorme, cada vez me sorprende lo mucho que crece y la cantidad de tiendas que había.

–. ¡Syaoran, que sorpresa! –dijo una voz familiar al acercarse a donde estábamos.

Se trataba de un viejo amigo de la universidad. Yamasaki.

–. ¡Yamasaki! Que sorpresa encontrarte por aquí.

–. Aquí trabajo –dijo señalando con su pulgar algún punto del centro comercial- Soy el abogado de uno de los accionistas de este lugar. Alucinante ¿no?

–. Sí. Me alegra ver que te va bien.

–. ¿Y tú como has estado? Tenía años sin saber de ti.

–. Puro trabajo ¿qué te puedo decir?

Yamasaki de repente se fijó en la persona que tenía a mis espaldas y abrió los ojos de golpe. Es una reacción algo comprensible ya que se trataba de Sakura, aunque lo tozuda que es le quita algo de encanto.

–. ¿Y quién es la hermosa chica que te acompaña? –hizo un extraño movimiento de cejas y volvió a ver a Sakura– ¿Es tu novia? ¿Están en una cita? O ¿Es tu prometida?

–. ¡¿HA?! –dijo Sakura– Yo... yo...

Se notaba que estaba nerviosa, a lo mejor porque no se había dado cuenta de que Yamasaki se estaba preguntando sobre quien era ella.

–. Ella es Sakura Kinomoto.

–. Vaya, te encontrarte una novia muy bonita Syaoran.

–. ... Si

Podrá ser muy bonita estéticamente y todo, pero nadie me quita de la cabeza que es una niña mimada.

–. ¿A dónde van?

–. Aún no sabemos por dónde empezar. Salimos a caminar un rato y bueno... se aceptan sugerencias.

Sakura se quedó con la boca abierta por lo que dije. Sé que el objetivo de salir era buscarle lo que quería a la mimada, pero divertirse un poco para variar no sería malo. Además, así podré pasar una tarde tranquilo sin que a ella se le ocurran más formas de ponerme a trabajar.

–. Pues estas de suerte, porque hoy Chijaru y yo quedamos en salir con algunos compañeros de la universidad. No te invitamos porque nadie sabía nada de ti desde que te fuiste de Hong Kong. ¿A dónde fuiste?

La Propuesta 【SCC】Where stories live. Discover now