Puño De Hierro, Corazón De Hierro

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"Bajo este sol, bajo estas lunas, he sido testigo de la sangre derramada por muchos padres, por muchos hermanos y por muchos hijos... Toda mi vida ha pasado entre traiciones, ¿Quién eres tú alma dócil? , ¿cuándo dejaste tu naturaleza y te volviste hostil?... ¿Y desde cuando trabajas para mi enemigo?, dime ¿qué noche oscura tienes bajo tus ojos?... el único destino honorable ahora es la muerte, y ¿a qué distancia estás de ella?. Esta noche sopla un viento desfavorable, el fuego consume mi espíritu, ¿qué es esta calamidad... y cuál será nuestro destino? ”.


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Para cuando se dio cuenta, la pequeña guerra en Kuzom había terminado y estaban de regreso en Sanghelios. Ella no estaba en una celda pero se sentía como si lo estuviera. El Inquisidor había ordenado que el confinamiento fuese en sus habitaciones por lo que, aunque tenía las mismas comodidades, ahora también era una prisión.

Nuray caminaba por toda la habitación, sabía que si tan solo Thel le permitiera explicarle todo... Dejó escapar un suspiro al pensar en Usze, hasta ese momento él había sido el único con quien podía hablar, le había dicho todo sobre las órdenes que habían llegado a través de los mensajes recibidos del Inquisidor y dónde podía encontrarlos, eso era todo lo que necesitaba y tenía a su favor para salir de toda esa terrible situación.

Casi como si lo hubiera llamado, en ese momento se abrió la puerta, Nuray observó a dos sangheilis que la custodiaban y luego miró a Usze 'Sumai entrando en la habitación.

-¡Finalmente!-, susurró Nuray, -Dime que los encontraste-.

Usze simplemente la miró con seriedad y negó con la cabeza, -No había nada ahí, esos mensajes que dices haber recibido... No existen-.

-¿Qué?...-, Nuray soltó una corta risa irónica, -No debería sorprenderme en absoluto, era obvio que eso pasaría... si Thel me hubiese permitido hablar con él y explicarle todo de inmediato, tal vez nunca podrían haberse deshecho de la evidencia-, suspiró con desánimo, - ¿Y ahora qué?-.

-Ahora no puedes hacer nada más, solo esperar a que el Inquisidor calme su enfado y se prepare para escuchar lo que tienes que decir, y con suerte, incluso sin pruebas, creerá en ti-.

-¿De verdad crees que lo haría?... Esto es tan estúpido, no sé cómo pude haber caído en su trampa-, resopló mientras se pasaba las manos por su rostro preocupado.

-No lo sé, de alguna manera lograron enviar esos falsos mensajes, sin poder rastrearlos, lamentablemente todo apunta a ti y será difícil probar lo contrario-.

Nuray meditó por un momento, miró a Usze con una expresión derrotista y se dirigió a él, -¿Y tú?... ¿Me crees?-.

Usze sintió una conmoción dentro de sí mismo, y se detuvo un minuto antes de responder, -Incluso si nunca fuiste mi favorita...-, Dijo en un tono ligeramente bromista, -No creo que lo hicieras, creo en tu inocencia-.

Ella lo miró reconfortada, -Gracias, es todo lo que necesitaba escuchar-.

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-Hay algo que debes saber, y es que para todos los sangheilis la lealtad siempre ha sido lo más importante, incluso más importante que el amor, y Thel 'Vadam no es la excepción, así que escucha y aprende bien Thekan, de esta manera tu lealtad será bien recompensada-, Xeem 'Thasan puso su mano en el hombro del sangueili, -Es importante que siempre estés alerta para estar un paso por delante de tus enemigos, y lo más importante, mantente vivo-.

Thekan asintió con orgullo. -¿Viste su reacción?, ¿Tenemos razón, no?-.

-Si no fuera así, ¿por qué afectó tanto al Inquisidor?, es evidente que hay sentimientos más profundos en medio, y esos mismos sentimientos son los que serán su salvación o su condena-, dijo Xeem mientras se sentaba a descansar pacíficamente frente a su escritorio.

HALO: CROSSROADS (Español) Where stories live. Discover now