Fin Del Camino

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El problema de Murok tal vez no era excesiva su sed de poder, sino las acciones que lo llevaron a pisotear a cualquiera que no pudiera serle útil o que llegara a considerar una amenaza para sus objetivos.

Por otro lado siempre consideraba que Thel 'Vadam nunca fue digno de asumir el poder que le fue dado, pensaba que cuando se le asignó el puesto de Kaidon fue así porque los ancianos creían que era un sangheili fuerte y porque era el favorito de muchos de los miembros del clan, sin embargo Murok tenía una opinión diferente a la de ellos, se consideraba mejor que cualquier otro, creía firmemente que era él quien debería haber sido ascendido a jefe de estado y no Thel, y su oportunidad había surgido cuando no había podido proteger el anillo Halo, aunque por supuesto, no esperaba que el Inquisidor sobreviviera y liderara una rebelión contra los San 'Shyuum.

Ahora estaba frente a él, una vez más tendría que bajar la cabeza ante Thel 'Vadam, y comenzó a sentirse harto de toda esa hipocresía y de  no conseguir todo el prestigio que quería.

-Me mandaste a llamar-, dijo con un todo de irritación.

El Inquisidor se acercó a Murok con una actitud de supremacía y caminó a su alrededor antes de finalmente mirarlo cara a cara.
-Estoy seguro de que conoces bien el precio de la traición, ¿o me equivoco?-.

-Para nada, conozco perfectamente bien el destino de aquellos que se atrevan a levantar su espada contra nuestro Inquisidor-, respondió Murok con calma.

Thel gruñó y lo miró directamente a los ojos, -Entonces sabrás que tu vida termina aquí hoy-.

-Mi Kaidon no entiendo, ¿qué he hecho?, ¿qué pecado he cometido?, si me permites...-

-Basta, pierdes el tiempo tratando de evadir la verdad, fuiste tú... Todas tus aspiraciones de poder, ¿fueron tan grandes como para traicionarnos?-.

Hasta ese momento, Murok se había sentido bastante seguro de que incluso si Thel hubiera tenido la oportunidad, nunca podría haber tomado la vida de Nuray, y estaba seguro de que no podría tomar la de él, pensaba que Thel era lo suficientemente débil como para matar a alguien cercano a él, por lo que permaneció en silencio por un momento antes de aclararase un poco la garganta antes de hablar.

-No matarías a alguien de tu propio clan, crecimos juntos en las salas comunes, incluso podríamos ser hermanos, ambos buscamos el mismo objetivo-.

Thel lo miró a los ojos con un gesto que parecía ser una mezcla de decepción, disgusto e ira. -Observa a tu alrededor, aquí todos somos hermanos, consagrados por la batalla, la sangre que se derrama es con honor, todos vivimos aquí orgullosos de luchar por Sanghelios y moriremos con honor por la misma razón... tú Murok no mereces ser llamado nuestro hermano, no mereces ser parte de esta dinastía, y ahora todo lo que puedes hacer es acabar con tu infructuosa y miserable vida para que puedas recuperar un diminuto fragmento de honor-.

Dicho esto, el Inquisidor estaba a punto de irse esperando que Murok tomara el camino más honorable que le había dejado: el suicidio, sin embargo este último parecía no pensar lo mismo.

-¿Todavía quieres saber qué pasó esa noche, no? Sé que tú, Thel 'Vadam, todavía te lo preguntas, y sé que tu consuelo para convencerte de que no fuiste injusto ha sido pensar que ella era culpable-, Murok se rió arrogante mientras enfatizaba las palabras que usaría como arma, -Fuiste tú quien la puso en mis manos... ¿de verdad creíste que un pequeño parásito humano sería capaz de planificar y realizar acciones tan complejas?-.

En ese momento Thel entendió claramente que Murok ya lo había traicionado durante mucho tiempo, provocando que la única culpable ante sus ojos fuese Nuray, y por primera vez en mucho tiempo sintió que la ira y la frustración se apoderaban de él, -¡¿Qué fue lo que hiciste?!-, lo tomó con fuerza por el cuello provocando que incluso parte de su armadura se desprendiera.

-Si quieres saber si sufrió, claro que lo hizo, somos sangheilis, tú mejor que nadie sabes cómo actuamos... Ella suplicó una y otra vez por su vida tan cobardemente como lo hizo el resto de su raza cuando sus planetas sucumbieron ante nosotros, ¿ya lo olvidaste?... Debo decir que disfruté desmembrar su cuerpo y drenar cada gota de su sangre hasta que se convirtió en una absoluta nada-.

El Inquisidor rápidamente tomó el mango de su espada de energía, la activó y la acercó al rostro de Murok amenazándolo rápidamente con su mirada llena de repulsión.

-O tal vez ella está viva en algún lugar que solo yo conozco-, Murok siguió riendo mientras sus ojos reflejaban un mal frívolo que a su vez solo denotaba su miedo a la muerte.

-No jugarás conmigo Murok, esto se acabó-, Thel apuñaló con su espada el estómago del traidor, -Me dirás toda la verdad y tal vez perdone a tu linaje-.

-Eso... Eso ya no importa...-, respondió jadeando por el dolor, -...Nunca recuperarás... ni los restos de su cuerpo... tan fácil fue arrancarte el alma -.

'Vadam gruñó y cortó el cuello de Murok, su cabeza cayó bajo sus pies y el corte fue tan preciso que la herida fue cauterizada de inmediato y ni siquiera su sangre brotó.

-Deshaganse de esta inmundicia y expulsa inmediatamente al resto de su línea de sangre, ya no forman parte de ese clan-, ordenó a Mahlo y al resto del grupo que lo acompañaba.

-Como ordenes Inquisidor-, los sangheilis se apresuraron a tomar los restos del traidor y arrojarlo por uno de los acantilados cercanos, luego Thel hizo un gesto para indicar <<Salgan de aquí >>, y todos llevaron a cabo la acción, todos excepto Vizo.

-¿Pasa algo?-, Los penetrantes ojos ambarinos llenos de inquietud cayeron sobre el joven sangheili que se estaba debatiendo si debía decirle al Inquisidor lo que había visto hacer a Xeem y Thekan en el Phantom, y ​​decidió que como Murok había recibido su castigo, era hora de que los otros dos también recibieran lo que merecían por sus acciones.

-Inquisidor, hay algo importante que debería...-

-¡Inquisidor!-, la voz de Thekan interrumpió a Vizo, -Los humanos te están buscando, también hemos recibido información sobre la movilización del Covenant en Sunaion-.

Thel miró a Vizo e hizo un gesto de disculpa, -Me temo que tendrá que esperar-, dijo mientras se alejaba en dirección al campamento dejando solos al joven sangheili y al experimentado Thekan, este último simplemente lanzó un mirada amenazante a Vizo 'Nusam, sabía que no necesitaba más para hacerle entender que tenía que mantener la boca cerrada.

>>>

Thel 'Vadam caminaba en la dirección en la que estaban los humanos, pero se detuvo y miró por un momento hacia el cielo de Sanghelios y cambió la ruta de su camino, se alejó en dirección a su tienda en el campamento, ordenó que lo dejasen solo por un momento, y se acercó a la mesa holográfica golpeando con fuerza el puño en el borde mientras resoplaba y un gruñido salía de su garganta.

Nunca se había sentido así antes, era como si alguien le presionara el pecho y golpeara sus corazones al mismo tiempo, el sentimiento más parecido al que experimentaba en ese momento solo lo sintió cuando se enteró de todas las calumnias de los Profetas hacia su gente, ni siquiera cuando pensó en todas las muertes humanas que había causado antes le hizo sentir esto, pero era diferente, esto no era una guerra entre especies, no había recibido la orden de ningún Profeta, no había sido subyugado por mentiras de la promesa de llegar a un paraíso no... pero se había dejado dominar por las mentiras de un conspirador para creer en lo que veían sus ojos y no en lo que su alma trataba desesperadamente de mostrarle.

Revivió las últimas palabras que Murok había dicho, "Fue así de fácil arrancarte el alma...", Era cierto, al menos en eso el bastardo tenía razón, incluso antes de que se revelara la verdad, con la desaparición de Nuray, Thel había sentido como si algo le faltara, ahora todo lo que había logrado enterrar con mucho esfuerzo había regresado, regresó el arrepentimiento de no haberle permito a Nuray tener una audiencia privada con él, pensó que al menos habría tenido la oportunidad de escuchar de su propia boca reconocer su traición o tal vez pruebar la inocencia que tanto afirmó.

Ahora quería encontrarla, o al menos saber si realmente había dejado de existir. Miró afligido hacia el mapa holográfico de Sanghelios que destellaba sobre la mesa y tomó en sus manos la daga que guardaba en su cinturón, notó que no tenía brillo, ninguna luz azul deslumbraba como lo hacía antes cuando Nuray estaba cerca... Se preguntó si podría volver a verla alguna vez, si alguna vez sus caminos se cruzarían de nuevo...

-"¿Dónde estás?"-.

HALO: CROSSROADS (Español) حيث تعيش القصص. اكتشف الآن