Emboscada De Traidores

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Parecía como si todo su cuerpo estuviese cubierto por una manta blanca, sintió el viento helado golpear su rostro. Caminó a través de la espesa capa de nieve buscando desesperadamente algo que le indicara el camino de regreso, pero no encontró nada. Pensaba que estaba sola pero a su alrededor podía escuchar pasos, árboles crujiendo y ramas secas que crujían cada vez que chocaban.

No muy lejos de ella visualizó la silueta de algo que se movía, pero no pudo identificar quién o qué era.
-¡Oye!... ¡Oye tú!-, gritó sin recibir respuesta mientras se acercaba, y una vez que acortó la distancia pudo ver que era una persona, o al menos parecía humanoide.

Ella siguió gritando, pero parecía que él o ella no la escuchaba, así que Nuray se acercó con cautela y extendió la mano para tocar a quienquiera que hubiera encontrado, estaba tan cerca, dudó por un segundo, pero antes de que pudiera poner su manos sobre la espalda de aquel ser, el cielo se oscureció de repente, lo que hizo que ella mirara hacia arriba, y cuando miró de nuevo hacia abajo, ese ser había desaparecido.

Buscó de nuevo por todos lados, pero solo había niebla, una niebla densa y oscura que finalmente lo ensombreció todo. La nieve blanca había desaparecido, y en cambio, una poderosa tormenta llena de peligrosos rayos había comenzado a impactar.

Nuray empezó a correr bajo las pesadas gotas de lluvia, y sin darse cuenta ya estaba frente a una enorme estructura geométrica que estaba compuesta por placas de metal gris, y en su interior podía ver un gran panel holográfico que precedía a una concavidad rodeada por un puente y muros plateados. todo creado con el estilo arquitectónico clásico Forerunner.

En el centro de ese pequeño espacio sobresalía la imagen tridimensional de un extraño símbolo, uno que había visto antes. El signo estaba compuesto por una especie de esfera con unas líneas curvas y rectas que la cruzaban formando una especie de patrón. Ese  emblema también estaba grabado en las dagas que la Bibliotecaria había llamado Luces del Destino.

Cuando Nuray intentó entrar en la habitación, el ser que había encontrado unos minutos antes en la nieve apareció frente a ella. Ahora que lo tenía más de cerca podía ver que se veía como un humano, y que de hecho por la forma de su cuerpo parecía pertenecer al sexo femenino, vestía una extraña armadura que nunca antes había visto en ninguna especie, pero que cubría todo su cuerpo, incluido su rostro, en el cual llevaba una especie de máscara metálica. Nuray se sorprendió como nunca antes cuando vio que en sus extrañas manos sostenía las dagas, y las armas irradiaban su característica luz azul translúcida.

-¿De dónde las has sacado, ¡Devuélvemelas!-, exigió la joven humana.

-Pertenecen a un solo portador...-, lo que parecía la voz de una mujer resonó por todo el lugar.

-¡¿Quién eres?!, Ya te dije que...-

-Estarás bajo la lluvia viendo cómo la vida se convierte en nada más que trozos de recuerdos de lo que una vez fue...-

-¿Qué?... ¿De qué diablos estás hablando?... respóndeme ahora, ¡¿quién eres?!-, Nuray estaba completamente desconcertada, y todo empeoró cuando al intentar caminar un sonido espeso la hizo mirar hacia el suelo, sus ojos recorrieron horrorizados el largo pasillo a sus espaldas, el piso estaba cubierto de enormes charcos de sangre y las paredes llenas de marcas rojas, huellas de manos marcadas que gritaban el sufrimiento de todos los que habían perecido allí.

Se miró a sí misma, tenía la ropa cubierta de sangre y en sus manos ahora era ella quien sostenía dagas, al final del pasillo había un cuerpo pero no pudo identificar a quien pertenecía, y todo apuntaba a que de alguna manera, ella era quien había creado ese inmenso caos.

>>>


Entre sollozos se despertó agitada, <<Fue solo un sueño, uno horrible, pero después de todo un sueño nada más>>, pensó mientras trataba de calmarse y recuperar el aliento.

HALO: CROSSROADS (Español) Where stories live. Discover now