Cap. Extra: Cierra los ojos. (Aarón & Mercedes)

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Llegamos a un restaurante grande y hermoso, grande y adornado con árboles y luces.

Nos adentramos y vemos a un par de señores con traje. Ellos se levantan de la mesa y Aarón me extiende la silla para que me acomode.

—Vaya, creo que no hablaremos de negocios esta noche –dice uno de los ejecutivos de la mesa, todos ríen y me ven.

La noche sigue….

—Bueno creo Aarón que ya es tiempo de hablar de tu ascenso –lo miro un poco desconcertada.

—No creo que sea el momento, lo hablaremos mañana en la sala de juntas, no creo que sea un buen momento para hablar de negocios –él dice mirándome. No entiendo lo que pasa.

—Todos me miran —propongo un brindis –dice el señor que está enfrente de toda la mesa. —Por la gran mujer que traes Aarón y con esa belleza haremos un lugar mejor para nuestro país.

—Salud –todos alzamos nuestras copas y bebemos del champagne que nos trajo el mesero.

Uno a uno se va… mientras la pista se abre, ponen una canción tranquilita y el me extiende la mano, la tomo y nos dirigimos hacia el centro, yo me recargo en su hombro y el me sujeta de la cintura.  Conforme pasa la canción nos movemos de un lado a otro. Hasta que un violín deja de tocar y nos vemos a los ojos.

— ¿Nos vamos? –digo mientras agacho la mirada, como quiera pero es mi jefe y le tengo un cierto respeto.

—Sí, claro –tomamos la última copa de vino tinto que nos trajeron y nos despedimos.

Mientras salimos un chico pide su auto de Aarón Cuando estamos afuera nos subimos al auto. Él pone música — ¡Me encanta esta canción! –dice mientras la canción suena de fondo junto con mi risa. Llegamos en un parpadeo de ojos a mi casa. Entramos  y él se va tropezando. Creo que se pasó por unas copas.

—Sígame –le digo mientras agarro su mano. —Esta es su habitación –le digo mostrando una habitación que está muy limpia. —Bien, aquí está la cama, hay un televisor y ahí hay un baño. Linda noche –digo mientras le doy un beso en la mejilla.

— ¿Dónde dormirás tú? –dice jalándome el brazo.

—En mi habitación, si necesita algo, ahí me encuentra –el asiente y me jalo para que me suelte. Salgo de la habitación y me dirijo a la mía; toco la perilla y veo por último la habitación donde está el. Me meto a mi habitación, me pongo mi playera que me queda larga y prendo el televisor. Me desmaquillo y veo noticias. Me cepillo y me amarro mi cabello. Apago la tele y apago la luz. En eso tocan la puerta.

— ¿Mercedes?

¿Si? –pregunto al aire.

— ¿Puedo pasar? –se oye al otro lado de la puerta.

<<Diablos>> pienso. —Si pasa –termino de decir tapándome con las cobijas.

—No puedo cambiarle al televisor.

—Bueno… iré, pero necesito que cierres los ojos mientras corro a tu habitación  ahorita te digo que los abras.

El rueda los ojos y los cierra. Salgo de la habitación corriendo y le muevo al televisor. —Lo tenías en el canal incorrecto, ya está, cierra los ojos otra vez.

—Ciérralos tu ahora –murmulla a mi oído mientras me abraza por atrás apoderándose de mi cuello con sus suaves labios.

—No es correcto. –digo pero Aarón me da la vuelta

—Lo sé, pero no me importa. Soy consciente de lo que hago, y se lo que hago, y lo que hago es desearte desde hace mucho.

Nos vemos unos segundos y nos besamos apasionadamente. Yo cruzo mis piernas en la cintura de él, el me agarra del trasero y me dirige al centro de la cama.

Amanece y me saluda en la cama.

—Es tarde, me iré a bañar e iré a la oficina –digo.

—Si yo también, solo me cambio, ¿te importa que me vaya? –dice recordándome que no siempre termina en un final feliz.

—Ve, no te preocupes, te veo allá.

Lo veo irse y bueno…. Ya saben cómo acaba esto… al día siguiente llego una señora gritando ¿porque no llego su marido a dormir? Yo no sabía quién era hasta que me cayó el veinte que el único que paso la noche afuera, fue Aarón y no fue solo o con una desconocida… fue conmigo.

Más tarde presente mi renuncia, pero terminamos teniendo... bueno… ya saben… en su escritorio.

Y más tarde…. Termine poniéndole a una puerta de las tres habitaciones de la casa el nombre de mi primera y única hija “Layra”

Cuando nació no me dejaron registrarla con Lyra, me dijeron que no se podía, bla, bla, bla.

Así que se quedó como Layra… Aunque su padre quería que se llamara como La madre el… Flor.

¿Flor? Le voy a dar Su flor pero de cempaxúchitl por mentiroso y traidor. Me valí por mí misma, y conseguí un buen futuro para mi hija y porque no decirlo con una gran ayuda económica de su padre… más tarde fui a pedir la mensualidad de mi hija y me encontré a Aarón herido de bala en su casa…

—Esos malditos alemanes –dice su mujer saliendo de la cocina.

Y así fue como me entere que es un asesino y quise poner a mi hija a salvo… Pero fue en vano… un año perdido tratando de ponerla a salvo y ¿para qué? Bueno, su padre y yo llegamos a un acuerdo de no volver hacer esto y que nadie de enteraría que es hija de el por ninguna razón.

Hasta ahora todo ha ido bien, nadie lo sabe, yo tengo una relación maravillosa con Ricardo, un chico que llego como Becario a mi oficina y nos enamoramos… pero todos sabemos que jamás se olvida el primer amor.

Trato de darle un poco de espacio a mi hija, es adolescente y sé que necesitan su espacio, por lo regular siempre salgo con Ricardo o de viaje, ¡Ah! Como me encantaría ser joven y no haber cometido el peor error de mi vida y no, no es Layra, fue meterme con Aarón Preciado.

Maldita suerte la mía.

***

Canción: Hello Seahorse! - Al Fuego

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