u n o.

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"Aquellos sentimientos de los que tanto hablamos ¿son reales? para mi si, aunque lamentablemente Youngjae no es mío, no me pertenece y ni siquiera me mira... diablos soy... ¡Soy casi su cuñado!"

Mark frunció el ceño, no podía ser posible que Youngjae hiciera sufrir tanto a una persona tan linda como Jiaer.

"Si tan solo no tocara mi mano, o no me diera aquella sonrisa perfecta para cada tontería que sale de mi boca, probablemente no estaría enamorado del novio de mi hermana, ni tendría ganas de besarlo cada vez que lo veo."

Quinta vez que leía aquel libro y simplemente no podía evitar sentir que le gustaría tomar el lugar de aquel chico llamado Choi Youngjae para hacer feliz a el protagonista de aquella historia.

—¿Mark?

—Hola Jinyoung. —cerró el libro y metió con rapidez debajo de la almohada mientras su amigo le daba la espalda para cerrar la puerta.

—¿No estabas con algo en las manos? —frunció el ceño y apuntó con su dedo índice a su cuerpo.

—Era mi teléfono. —mintió.

No podía decirle a su mejor amigo que estaba leyendo su libro favorito, el cual, aun si Jinyoung era un amante de los libros y la literatura, comenzaba a odiar, libro donde el protagonista era su crush y debido a el no podía fijarse en alguien más, por supuesto que no podía.

—¿Pasó algo? —cuestionó con la ceja alzada y los brazos cruzados sobre su pecho.

—Mmh... Nop. — respondió Jinyoung encogiéndose de hombros. —Solo estaba aburrido y no tenía nada que hacer. —informó.

Mark suspiró. —Lamento informarte que estoy igual que tu.

—Vamos a molestar a Yugyeom. —Jinyoung propuso, encantado con la idea.

Era de esperarse que Park soltara algo así, después de todo, era medio raro y aunque Yugyeom es su novio, siempre mantienen esa costumbre de molestarse.

—No puedo, tengo que juntarme con alguien. —Tuan se rió con suavidad y esbozó una sonrisa apenada.

—Oh, ¿vas a una cita? —cuestionó Park en un tono pícaro no muy propio de él.

Tendría que mentir otra vez ya que Jaebeom no es precisamente su cita romántica a la cual Jinyoung se refería y su amigo evitaría a toda costa que se juntara con aquel coreano de expresión fría.

—Supongo que si. —respondió dando poca información, sabiendo que Jinyoung no preguntaría nada más.

[...]

Lim Jaebeom permanecía cruzado de brazos apoyado totalmente en el respaldar de su silla y con un cigarrillo entre los dedos que cada cierto periodo de tiempo recibía una calada.

Mark desde su distancia, lo vió y no pudo evitar suspirar, no era mejor amigo de los cigarros, pero tendría que soportarlo si quería obtener aquella "ayuda" que tanto necesitaba y que el chico estaba dispuesto a darle a cambio de nada.

Sus piernas lo llevaron a sentarse frente a Jaebeom, quien le dio una mirada fría pero llena de interés que removió su interior.

—Tuan. —dijo el hombre a modo de saludo.

—Jaebeom. —susurro de vuelta un Mark bastante nervioso.

—¿Cómo se llama? —no dio lugar a rodeos, simplemente fue al grano.

—No sé su nombre. —respondió Mark algo desconcertado por lo repentino de la pregunta.

—Oh, entiendo. —musitó Jaebeom. —¿Entonces como mierda esperas que lo encuentre? —denotando obviedad en sus palabras, el coreano le dio una última fuerte calada a su cigarrillo y luego lo apagó en el cenicero.

—Escribió un libro. —se apresuró a responder y lo sacó de su mochila, pasándolo por encima de la mesa para que llegara a manos de Jaebeom. —El problema es que está escrito y publicado anónimamente, solo sale la editorial.

—Podemos hacer algo con eso. —respondió sin más y le tomó una foto por ambos lados. —Te contactaré si sucede algo. —se levantó de la silla, dejando el libro y solo le dio una última mirada a su propietario para luego irse.

Mark guardo sus cosas y se dejó caer de lleno en la silla.

¿Serviría de algo lo que estaba haciendo?

Literature. » Markson.Where stories live. Discover now