Capítulo 61

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Logan

La mañana del viernes daba comienzo, y para gusto de todos los ciudadanos de San Francisco, el cielo estaba iluminado por un sol radiante, por lo que era el día estupendo para la gran feria del muelle. Ely a su pesar, tuvo que marcharse a sus clases, aunque creía que podría salir un poco antes para almorzar en uno de los puestos ambulantes que ponían a la entrada del muelle.

Hoy pasaríamos el día en familia, vendría Carl, Nat, mi gran amigo Max, y quizás Elisabeth con Theresa. Me pareció buena idea la invitación que le hizo Ely, después de estos días, ya quedaba menos para su regreso a Florida, y no me imaginaba una mejor manera de pasar uno de los últimos días en la ciudad. Serian unos bonitos recuerdos junto a sus hijos.

Con la imagen de una gran tarde por delante, subí hacia el cuarto para despertar a Abby. Le había preparado un delicioso batido de fresa y plátano, que acompañaría con una tortita que le deje reservada exclusivamente para ella, ya que fue lo que prepare de desayuno para Ely y para mí. Al llegar a su cuarto, estaba medio despierta, restregándose los ojos con sus puños, como si no quisiera despertar de sus dulces sueños. Tras cogerla, y espabilarla un poco más con pequeños besos y abrazos, para así evitar un berrinche mañanero, bajé con ella a la cocina, la coloqué en su trona, y le serví el desayuno. Mientras mi pequeña degustaba esa tortita con sirope, revise el móvil para ver si había alguna noticia de Ann, su padre o incluso de Roger, pero para mi sorpresa, no había nada. Estaba seguro que Clark estaba pendiente de ellos, y que Oliver y Rick hacían bien su trabajo, por lo que, si no recibía nada, era por que todo iba bien.

Unas horas después, había terminado por ducharme y arreglarme debidamente para un día en el muelle. Y me disponía a hacer lo mismo con Abby, que se paso toda la mañana sin querer parar de bañarse en la piscina con Lala. Ese jardín estaba triunfando. Abrí el grifo de la bañera, y eche un poco de gel en el agua para que hiciera espuma, sabía que le gustaban a Abby, y después de la escena de anoche con Ely, termine por comprobarlo. Aun recuerdo ese "Papá" saliendo de los pequeños labios de mi pequeña, con la piel de gallina. Con la felicidad reflejada en mi cara, desvestí a Abby, y la metí en la bañera con algunos de sus muñecos, fui a comenzar a lavarle ese cabello ondulado, claramente heredado de Ely, cuando sonó mi smartphone.

Me sequé rápidamente las manos en una de las tollas del baño, y salí rápido a por el móvil que se encontraba encima de la cama, para volver al baño con Abby. Aun era pequeña como para quedarse sin vigilancia metida en una bañera con agua.

- Hola mi ángel – dijo Ely al descolgar la llamada.

- Hola pequeña – dije volviendo a sentarme en el filo de la bañera - ¿No estas en clase?

- Ahora mismo no, salí antes, como te dije – respondió al mismo tiempo que escucha de fondo a Nat riendo.

- ¿Venís a casa? – pregunté viendo como Abby sonreía mientras jugaba con la espuma.

- Nat quiere ir a arreglarse antes de ir al muelle, así que iré yo a por Carl que sale de clase en media hora y después a casa – dijo al mismo tiempo que se escuchaba como abría la puerta del coche.

- Vale, avisare entonces a Max para que vaya por su cuenta al muelle – dije quitándole a mi pequeña un poco de espuma de la cara.

- No hace falta – pronunció rápidamente Ely – Nat va a recogerlo.

- ¿Nat? -pregunté con una clara confusión.

- Si, Nat, tu hermana – contestó Ely riendo al otro lado – Ya te lo explicare.

- No sé si quiero oír una explicación – dije riendo, pero imaginándome una razón para ello – Te veo en un rato, estoy bañando a nuestra mocosa – pronuncié cambiando de tema.

Ely Williams [P.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora