Capítulo 10

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Logan

Estaba recogiendo mis cosas de la habitación del hotel. Anoche tras la fiesta y tras la conversación con Holly y Nat, vine aquí a pasar la última noche, ya que hoy volvería a casa de mis padres. Ellos aún no sabían de mi presencia en San Francisco, ya que no creo que Nat después de la fiesta que se pegó anoche estuviera a estas horas de la mañana despierta para contárselo. Por lo que será una buena sorpresa para mis padres.

Cerré por fin las maletas, dando por finalizado la tarea de guardar la ropa en ellas, y cogí el móvil para llamar a Holly. Más que nada por saber si ya habló con Ely, o si ya sabía cuándo lo haría.

-Logan, ¿Qué tal? - dijo al descolgar la llamada.

-Bien, apunto de salir del hotel - reí brevemente - Oye, ¿Hablaste ya con Ely?

-No, pero hoy mismo lo haré - hizo una breve pausa - Ya le escribí, y si no contesta pienso ir a su casa con tu hermana.

-Bien - me quedé en blanco por unos segundos - Llámame con cualquier novedad, por favor.

-No te preocupes, tendrás tu oportunidad con ella.

Sonó tan tranquila que incluso me lo creí, lo di por hecho. Aunque mejor no hacerse demasiadas ilusiones, la vida parecía estar siempre atenta a los buenos momentos de mi existencia para intervenir y fastidiarlo todo. O al menos, eso fue lo que pasó aquella vez que quede para hablar con Ann. Ely dio su brazo a torcer y cuando por fin decidió llamarme, ahí estaba Ann para cogerlo. Rompiendo toda ilusión que tenía por cambiar la agridulce situación en la que me encontraba con Ely. Aunque, eso ya era agua pasada.

Abrí la puerta después de casi dos años, y todo estaba exactamente igual a como lo dejé. Aún permanecía colgados aquellos posters de mis jugadores favoritos, mi colección de discos junto a la ventana a la derecha de los altavoces, mi estantería con algunos libros clásicos y como no, junto a esas pocas fotos que tenía con Ely. Por qué aún formaban parte de mí, y no iba a deshacerme de esos recuerdos. Todo estaba perfectamente ordenado, como si nunca hubiera estado nadie habitando en el cuarto. Solté mis maletas junto a la gran cama de matrimonio, y me fui quitando la ropa conforme me dirigía al baño. Tenía pensado darme una buena ducha y ponerme algo cómodo de ropa.

Mis padres no estaban en casa, dios sabe dónde se encontraban. Aunque lo más probable es que permanecieran en el trabajo. Por lo que, hasta la hora de la cena, de la cual se encargaba mi segunda madre, Susan. La gran cocinera de la casa, la que nos vio crecer a Nat y a mí, y como no a la primera que salude al llegar ya que como de costumbre estaba entre fogones. Tendría tiempo de sobra para relajarme. Encendí el grifo del agua caliente, para empezar a regular la temperatura de esta, cuando comenzó a sonar mi móvil. Fui hacia el macuto donde se encontraba mi smartphone, y tras sacarlo y ver que era una llamada de Holly descolgué inmediatamente.

-Holly, ¿Qué pasa? - dije con entusiasmo tras pensar que ya podría haber hablado con Ely.

-Logan, ¿Podemos quedar mañana para hablar? – preguntó tras la pantalla. ¿Hablar?, ¿Qué quería hablar?, me desconcertó su pregunta. Se suponía que debía de decirme algo como "llama a Ely" o "Tienes el camino libre".

-Holly, ¿Has hablado con ella? - quería ahorrarme la preocupación y saber si ya conversó con Ely.

-Si, pero, antes de nada, tengo que hablar contigo.

Ely

Tras el mensaje de Holly no supe muy bien cómo actuar. Podría quedarme ausente, como si no hubiera visto su mensaje, pasando del tema. Pero la conocía bastante bien y seguramente me buscaría hasta los confines del mundo para soltarme el rollo que fuese. Por lo que decidí contestarle. Me ahorraría una charla peor a la que debía de estar planeando darme.

"Dentro de dos horas en mi casa"

No tenía cuerpo ni ganas de salir a la calle, ni siquiera al parque más cercano. Sabiendo que Logan estaba por la ciudad rondando, prefería permanecer en una especie de clausura. Evitaría ocasiones como las de anoche. Aún no me había repuesto del bajón emocional que me ocasionó el verle de nuevo.

Terminé por arreglarme y saqué a Abby de su cuna. Bajaría a darle su desayuno y ya de paso a preparar una buena taza de café, claramente necesitaba quitarme de encima todo el sueño que no tuve anoche. A los pocos minutos estaba ya en la cocina poniendo la cafetera de la mejor forma que podía, ya que tenía a la pequeña en brazos. Encendí el botón para que se comenzase a preparar el café, y abrí el mueble superior de la cocina para sacar la leche nutritiva de Abby. Estaba terminando de preparar su biberón de la mañana, cuando me llamaron al móvil.

-Holly ya te dije que en dos horas en mi casa - dije en un tono cansado y desesperado ya que estaba ocupada.

-Soy yo Ely - escuché decir a Roger.

-Ah, perdón - puse una cara de esas raras cuando alguien se equivoca en algo.

- ¿Cómo te levantaste? - preguntó.

-Mejor - dije mientras dejaba a Abby en su trona.

- ¿Seguro? - dijo en un tono irónico por lo que sin contestarle continuó - Sabes, creo que lo de anoche fue una excusa para salir de la fiesta.

- ¿Qué? - me empecé a poner nerviosa pero no podía desmontar mi mentira yo misma- ¿Por qué dices eso?

-Pues mira te comento, me han dicho, que anoche estaba en la fiesta, ¿Cómo se llamaba? - hizo una pausa- Ah sí, Logan, tu ex novio, el padre de tu hija.

-Roger...

-No Ely - me interrumpió - Empieza a contarme la verdad, se sincera conmigo y en todos los aspectos- aquello me dejo sin palabras, aunque si las hubiera tenido, no podría dárselas por que al momento me colgó. Se notó que estaba enfadado, pero sinceramente yo no estaba como para desenfadar a alguien, si no para que me alegrasen un poco el día. Ya hablaría con él, ahora no sentía que fuese el momento. Desde la breve charla o la breve apertura de ojos que me dieron Holly y Nat anoche, me di cuenta que no me importaba tanto Roger. Al menos no tanto como llegó a importarme Logan.


-Ely por favor, piénsalo - dijo Holly sentándose en mi cama.

- ¿Cómo voy a ir a hablar con él Holly?, ¿Cómo? - comencé a andar por la habitación - No puedo mirarle a la cara Holly. Anoche tras ver que era él sentí de golpe toda la falta que me hizo en este tiempo y todo el dolor que me hizo tras lo de Ann.

-De nuevo te lo digo, no tuvo nada con Ann - volvió a recalcar.

-Yo eso no me lo termino de creer - negué con la cabeza.

-Pues deja que él te lo explique, dale la oportunidad. Y si no te convence, pues simplemente vuelve a evitar verlo - dijo mirándome a los ojos - No pierdes nada - le di no más de mil vueltas a esa posibilidad, pero no menos de tres vueltas. Y tras recapacitar la opción durante unos breves minutos, o segundos, tomé una decisión.

-Hablaré con él - mire a Holly que al momento se le iluminaron los ojos ante mi respuesta - Pero siempre y cuando te cuente a ti todo lo ocurrido con Ann.

- ¿Para qué quiero saber yo lo ocurrido? - preguntó dudosa.

-Por qué si tú te creessinceramente su explicación, yo le daré la oportunidad de hablar conmigo, perosabiendo de ante mano que no hizo nada con Ann. Sabiendo, antes de nada, que nome engaño, que el error fue mío por dejarle.

Ely Williams [P.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora