Tu Me Cambiaste La Vida (Uryu X Rukia) Completada

✨ Episodio XVI✨

¡No puedo creerlo! — Rukia observó asombrada su aparato. Los colores en rojo mostraban aquello que tanto temía, arrancar nivel espadas. Justo ahora habían seis exactamente, recordando la primera vez que los espadas llegaron, todo eso fue un descontrol.

Ichigo quién estaba al borde de perder o no sus poderes, uso su placa de Shinigami sustituto para salir de su cuerpo de  inmediato — ¡Orihime, ve a casa! — sin embargo la mencionada mostraba inseguridad.

Yo quiero ayudar — dijo entonces. Uryu tomó un suspiro, esas escenas repetitivas le estaba molestando, sin embargo no le importaría hacer esas escenas si sin con Kuchiki. Agitó la cabeza con fuerza tratando de evitar estos pensamientos, ignorando por completo la conversación exterior.

Yo debo ir al combate, soy una Shinigami no una niñera.— los ojos azules de uryu se giraron al ver a la Shinigami hablando con Urahara, percatándose finalmente de lo que ocurría.

No te enojes, Rukia — dijo divertido Kisuke . Aunque semblante termino en uno serio — te mencioné que el espada es muy importante, no podemos dejarlo solo. Sin mencionar que pueden estarlo buscando ¿Comprendes? — Rukia bajó la mirada — Inoe sería la indicada, pero no es lo suficientemente fuerte, tu si.

Un momento ¿Que? — finalmente había comprendido y no le agradaba la idea por alguna razón — ese espada es peligroso como para dejar a Kuchiki sola con él.

No es peligroso — concluyó Urahara — se está muriendo.

Ni si quiera sabes cómo regresó, la colocas en peligro — atacó Uryu entonces, mientras que Ichigo salía de aquel lugar juntó a Orihime quienes al parecer se habían colocado de acuerdo.

Ishida, ya te dije que esta... — sin embargo a Urahara le sorprendió ser interrumpido por el educado Quincy.

La dejas sola con un experimento que quién sabe cuál es el objetivo. Es un peligro latente. Sin mencionar que no es cualquier arrancar, ése espada casi nos mata a ambos en una ocasión — dejó de hablar al observar el rostro sorprendido de Urahara — no es un objeto que puedes usar ¿Sabes? — bajo el tono finalmente.

Los ojos de Kuchiki casi se humedecen, a  la vez que mantenía un ligeros rubor en su rostro. Su corazón se mantenía ritmoso. Tenia tanto tiempo siendo Shinigami que había olvidado por completo, como era ser una persona, que alguien te defienda como si fueras una persona.

Urahara suspiro — entonces no la dejes sola con el espada — dijo sin más, retirándose de inmediato. Quedando nuevamente ellos dos solos, por así decirlo. El azabache se colocó junto a ella manteniéndose de pié, mientras miles de pensamientos lo invadían.

Rukia mantenía su mirada violeta en cualquier otra dirección, dejando que su cabello sea golpeado por algunos rayos de sol que se colaban.

Ishida — tomó un suspiro. Todo ese tiempo había pensado en mil y una cosa que decirle cuando estuviese solo, sin embargo no salían palabra alguna.

Uryu — dijo con una ligera sonrisa. Esta lo miró un poco sorprendida — me gustaría que me llamaras Uryu.

Ni si quiera a Orihime Inoe le pidió tal cosa, lo que hizo que su corazón y brincase una y otra vez  — bien — sonrió entonces.

Otro silencio se formó, dejando de ser incómodo porque se sentía a gusto en compañía del contrario.

Entonces a mi llámame siempre por mi nombre de pila también — después de un rato habló. El masculino sonrió ante lo mencionado por la más baja, dejando que un silencio sea su única compañía.

Sin embargo todo ésto duraría poco, una gran explosión destruyó parte de la tienda, incluyendo el lugar donde estaban.

No sentí el rieatsu de ese arrancar — dijo Ury mientras tosía una y otra vez. No podía distinguir bien entre la cantidad de polvo.

Tiene que ser una broma — Rukia retrocedió un paso mientras un ligero sudor corría su cien. Recordó a la perfección el sujeto que atravesó en aquel entonces, atravesando su estómago  — no puede ser.

Uryu finalmente alzó la mirada para observar aquel arrancar de cabellos celestes. Pero sorprendente Uryu se percató de algo, se percató...  De qué ese espada no tenía rieatsu — ¿Cómo es posible que no tenga rieatsu?.

Tengo algunas mejorías — dijo arrogante como siempre — sorprendente que ese maldito de Ulquiorra siga con vida — se burló entonces — el cabello de Grimmjow estaba un poco más largo, tenía más cicatrices en su pecho — mejor me encargo de que realmente se muera — una sonrisa fue dibujada con arrogancia, mientras un gran Cero se formaba.

Diablos — Cuando Uryu dirigió una de sus flechas Quincy, este logró esquivarla, evitando que hiciera el cielo, combinado con un fuerte ataque de hielo que el espada destruyó.

Siguen siendo igual de inútiles, tenía la esperanza de pelear con Kurosaki. Que más da — sin embargo, su mano fue sujetada por una mujer de cabellos violetas.

Recuerda el plan, idiota — esa voz fría hjdo retroceder un poco a Rukia cayendo sobre el espada inconsciente.

¿Quieres concéntrate? — dijo Uryu serio, causando que la chica se ruborizara.

Eso hago — dijo molesta.

Kuchiki Rukia — esa mujer de cabellos extraños elevó su mano finalmente después de hablar con Grimmjow. Sus manos se rodeó de un aura negra.

Rukia sintió como la expulsaban hacia atrás, como su algo la sorbiera, sintiendo como algo fue hacia aquella fuerza. Cuando se giró, era una especie de agujero negro, tan distinta a la garganta que habrían los huecos.

Sintió como todo su ser era emoujado junto sus pensamientos, como si estuviese durmiendo. No le preocupa si quiera salir de allí. Poco a poco se volvía borroso todo y sin ganas de salir. Pero entró en razón al ser sujetada finalmente por las manos del Quincy, aquellas mismas manos que la sostuvo mientras patinaba. Esa suave mano la sujeto de la muñeca.

¡Rukia! — gritó con fuerza, tratando de regresarla pero ni aunque usará ambas manos lograba hacer algo — no te sueltes.

¿Porque me soltaría? — entonces con su otra mano se sujeto con fuerza.

Es inútil, completamente inútil — la voz de la mujer se escuchó de nuevo — observa comontjs fuerzas se debilitan, y terminas soltandola ante este poder.

Por más que no quiso soltarla, por más que trató con todas sus fuerzas tomarla, sintió como se resbalaba de sus dedos, dirigiéndose a un lugar muy lejano que él desconocía.

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Antes de la confusión. Aquí hay muchos personajes que inventé porque, pues porque si.