Tu Me Cambiaste La Vida (Uryu X Rukia) Completada

✨ Episodio XIV✨

Esa presencia ... El rieatsu - el jóven de ojos azules permanencia sorprendido. Estaba seguro que aquella espada había muerto, se desvaneció al frente de Inoe. Estaba seguro que muerto estaba, él mismo lo vio, simplemente no podía creer en ese rieatsu.

Ulquiorra Cifer - susurró la segadora de almas preocupada. Era obvio que algunos espadas permanecían vivos, pero no Ulquiorra... Se desvaneció , se volvió partículas negras, frente a Orihime tratando de alcanzarla ... el simplemente... Murió. Tenía que ver y inspeccionar. Tomó aquella píldora saliendo de aquél gigai.

¿Que haces? - preguntó serio observando aquélla tormenta - estás loca ¿Verdad?.

Yo no estoy viva - dijo de inmediato - además... Estoy acostumbrada al frío . Mi espada es de hielo ... Te lo he dicho antes, Ishida.

Hubo un profundo silencio - no me refería a eso... O se te olvida que ese espada es más fuerte que tú - fue lo que dijo - no es prudente que vayas.

¿Que sugieres tu? - el silencio fue presente, no podían dejar a Ulquiorra Cifer hacer lo que sea que tenía planeado. Pero ella es más débil que el espada, y era obvio que no sobreviviría en un combate así... Ni Ichigo logró hacerlo... Fue su modo Hollow en descontrol o lo que sea que pasó.

Iré contigo - soltó finalmente. Después de todo el rieatsu parecía un poco débil, así que creía poder controlarlo los dos juntos. Además ... No eran los únicos que sintieron la energía espiritual ¿Verdad?.

Bien - contestó a la propuesta del Quincy sin rodeos. Antes que nada, tenía que cumplir sus deberes Shinigami.

La tormenta estaba helada y las calles  vacías, el rieatsu se sentía un poco a las afueras de la ciudad de Karakura. Aunque para Rukia no hacía dificultad, Uryu empezaba afectarle la tormenta mientras corría, sus  pulmones se contraían, sus dedos se helaban. Era un Quincy muy fuerte, pero al fin de cuentas era un mortal humano, y aunque muchos Shinigami, Hollow incluso arrancar, algunos no soportaban el frío, Rukia sin embargo podía resistirlo a la perfección, tal como dijo ella, estaba acostumbrada.

No debió preocuparse tanto ¿Verdad?. No, realmente le pasó por la mente que ella lo resistiría, pero quería estar con ella un poco más. Esto le estaba afectando y pronto se volvería loco si no hacía algo.

Rukia estaba a la par de Uryu, vestida con su atuendo Shinigami. A veces observaba por el rabillo del ojo a Uryu, no podía evitarlo. Realmente estar con él le afectaba, incluso deseaba estar más tiempo con el Quincy. En el caso de ella le preocupaba, pero no porque era un Quincy en realidad aunque eso jugaba parte. Tenía miedo a enamorarse de alguien, a dar todo por esa persona, luchar a su lado... Y ver cómo se enamora de otra. Ya lo había vivido, su mala suerte en el amor era una racha.

Era imposible. Si ella se enamora  del Quincy, era obvio que él no la amaría. Ishida Uryu amaba a Orihime Inoe, odiaba a los Shinigami, no se iba enamorar de ella . Aunque se repetía eso una y otra vez en su cabeza.... Ya era demasiado tarde como para evitarlo.

Era como amanecer con un resfriado, no sabes como ni en qué instante pasó, solo sabes que despiertas y ya no puedes hacer nada para evitarlo... Solo a enfrentarlo.

Finalmente llegaron un pocos lejos de la ciudad. Los árboles carecían de hojas, dejando únicamente el esqueleto. La nieve cubría demasiado el suelo ya, dejando que el frío fuera más intenso.

Buscaron con la mirada en constante alerta, estaba cerca, podían sentirlo. Entonces una silueta delgada fue visible. Rukia observó cómo el espada extendido su palida mano, hasta tocar un copo de nieve tan blanco como su rostro. Estaba de espalda, mirando aquel lago congelado, su uniforme de espada estaba como nuevo. La última vez que lo vio estaba en su segunda resurreción, ahora estába en su estádo normal, no veía su Zanpakuto en el cinturón ni cerca. Solo estaba allí, mirando el lago, observando los copos de nieve caer.

¿Que hacé? - se preguntó Rukia, no iba atacar a alguien de espalda y mucho menos si no estaba haciendo algo malo.

Dudo mucho que en las noches o el hueco mundo nieve - respondió .

No, no lo hace... nevar ¿Así se dice? - la voz fria y vacía se  hizo presente. El rieatsu del Quincy se unió en su muñeca dejando aparecer el arco. Rukia desenvainó su Zanpakuto de inmediato.

¿Qué haces aquí? Dudo mucho que vinieras a ver la nieve - aquellos ojos fríos se giraron hacja Rukia, él permaneció mirándola por un tiempo prolongado, luego observó al Quincy.

Los aliados de Kurosaki - dijo sin más, con aquella expresión fastidiosa. Una expresión sin miedo.

Te hice una pregunta - dijo Rukia segura.

No lo sé ... - pensó por un instante - ... Recuerdo que perdí - recordó que lo último que vió fue aquella mujer que finalmente le resultó interesante, luego su cuerpo se desvanecio por completo - luego desperté... - desvío la mirada -... Caía, y caía, y caía... Es lo último que sé o recuerdo. Luego caí contra algo sólido después de caer tanto tiempo en el aire... Cuando vizuslise el ambiente supe que era la tierra - con su delgado dedo nuevamente sintió la nieve -... Pero nunca la había visto cubierta de hielo.

Eso no tiene mucho sentido ¿O si? - pregunto Uruy apuntando aquella flecha - ¿Tu espada?

No lo sé - respondió sin más - ni si quiera puedo abrir una garganta o un portal - no dejaba de ver un congelado lago.

¿Y te quedaste ahí mirando el lago? - preguntó Rukia.

Pensaba que tal vez podría verla - dijo entonces - pero no identifico los rieatsu tampoco.

Pero su rieatsu sigue siendo el de una espada, no ha cambiado mucho - le susurró a Uryu - ¿Crees que tenga algún problema con sus poderes?

Lo más probable ¿Y ahora que? No vamos atacar a alguien que no ha hecho nada ¿O sí?.

No sé - susurró Rukia soltando un suspiro.

No importa, hay que hacerlo - dijo Uryu decidido - los Shinigami siempre tratan de salvar un alma, los Quincy exterminamos

¿De que hablas? - Rukia se extrañó - que yo sepa tu dudaste primero - cruzó los brazos.

Un momento, Ishida - ambos se giraron al escuchar esa voz escandalosa, el espada también se giró con pereza - yo me encargo de esto.

Urahara...