EPÍLOGO

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10 años después....

- deja eso y termina tu ensalada - lo regaño por querer sacar las galletas del gabinete.

- cariño, cada te pones más salvaje y pareces un conejito rabioso - le jaló una mejilla.

Tenían una reunión familiar por la mañana y una fiesta infantil por la tarde; y estaban tardé.

Después de que terminaron sus carreras, fueron capaces de asumir las responsabilidades que les dieron, se casaron y compraron una casa para poder tener más espacio y formar su propio mundo, en sus planes no estaba tener hijos, por eso compraron un perrito para que les haga compañía, querían disfrutar de ellos mismos por un tiempo... pero la vida te da manzanas cuando tú quieres duraznos.

Cuando se enteraron de que tenía algo más que comida en el cuerpo hicieron dos cosas; Zhan lloro porque tenía miedo y amenazó a todos para que no salga la noticia de la clínica y Yibo mando un comunicado a todo mundo para que se entere, es que aveces coordinaban y otras se complementaban.

Sus padres los felicitaron y su primo se burló de él; luego Cheng termino en la misma situación, el karma.

Tuvieron a su hijo y fue muy difícil criarlo el primer mes; si de por sí era complicado cuando estaba dentro y pedía cada cosa rara, ahora lloraba para exigir que le hagan caso, eso les generaba cansancio y discusiones innecesarias producto del estrés, pero también les trajo muchas alegrías porque aprendieron a cuidar de un ser que era su responsabilidad.

Cuando tuvo un año, lo empezaron a dejar en casa de sus padres porque ellos tenían que empezar a trabajar y trataban de organizarse lo mejor posible para no abandonarlo mucho tiempo, pero los fines eran exclusivos y lo llevaban a jugar y se quedaban a su completa disposición.

Cuando tenía dos años se volvió muy pegado a su tío favorito; porque no tenía otro, siempre que lo visitaba lo llevaba a ver todos sus juguetes y cuando lo llevaban a él, lo buscaba para que jueguen; a Guo Cheng le gustaba darle juguetes o algunas golosinas y como era el que tenía más tiempo se quedaban juntos.

Cuando cumplió tres lo metieron a una academia de formación temprana junto con el hijo de Hai Kuan, hay aprendió a hacer más amigos, los niños lo querían por la bonita sonrisa que tenía; cortesía de ambos, y los padres por lo educado y tranquilo que era; cortesía de todos. En ese lugar es donde tuvieron pequeños problemas que les recordó su vida universitaria; donde Yibo golpeó a todos los que a acechaban a su conejito, todo empezó cuando Zhan fue a recogerlo y el papá de uno de los niños le pidió su número para poder coordinar sobre la actividad donde tenían que participar;  todo fue bien hasta hay, el problema fue cuando empezó a enviarle mensajes para salir y al ver que no le respondía empezó a llamarle, Zhan no hacía caso a nada de eso, hasta que un día Yibo vio su celular con llamada entrante de un número que él no conocía así que contestó y escucho los mil piropos que le tenían para su esposo; que eran muy buenos por cierto, así que decidió ir él para recoger a su hijo, copio el número en su celular y cuando llego llamo a ese número, vio a la persona cuando escucho el timbre y le dio un golpe para dejarle ver de cerca su anillo de casado y que deje de molestar.

Cuando su hijo cumplió cuatro fue al jardín, era muy inteligente y dedicado en todo lo que hacía solo tenía un pequeño problema, que cuando llegaba a casa, Zhan le daba frutas o ensaladas, cualquiera pensaría que llegaría a acostumbrar a comer eso pero no, hasta el día hoy las ensaladas eran una amenaza para él, pero ahora tenía que comerlo si quería ir a la fiesta para jugar y ver a al payaso.

Lo dejaron solo en la cocina mientras seguía comíendo, Zhan fue a alistar algunas cosas y Yibo fue a su atrás para aprovechar el momento comiéndose su boca y poder agarrarlo de todo lado; era difícil tener un momento a solas así que tenía que aprovechar el tiempo al máximo.

Al sentir como una mano le acarició la cinturilla del pantalón, Zhan ya sabía lo venía, así que se metieron a su cuarto para un rapidito antes de que los busquen.

Salieron y Yibo seguía pegado a su cintura y parecía sanguijuela en su cuello, Zhan le dio un golpe en el estómago para que lo suelte y puedan salir de una vez para ver a su familia.

Cuando llegaron y empezaron a saludar a todos, Zhan no se dio cuenta de la marca que tenía en el cuello hasta que su mamá se lo dijo de forma sutil - ustedes nunca van a cambiar, me gusta que sigan siendo chiquillos para algunas cosas - no entendía así que su primo fue el encargado de aclarar su mente - parece que llegaron tarde porque andaban haciendo un hermanito para mí sobrino - se señaló el cuello para que él se viera, que verguenza que todos vean estas cosas.

Terminaron con su reunión y junto a Hai Kuan y Cheng fueron a la fiesta de cumpleaños del hijo de Yuchen y Xuan Lu, está sería en uno de los hoteles de ellos, por eso cuando llegaron todos los empleados los saludaban con mucho respeto indicándoles todo lo que se colocó para la fiesta.

Yuan vio a otros niños y corrió hacia ellos junto con Jing Ji para poder jugar, saludo a los presentes y salió junto a los demás al jardín.

Zhan entro de la mano con Yibo y empezaron a saludar a sus amigos mientras sonreían entre ellos para luego empezar a entrar en su burbuja y empezar de nuevo con lo de siempre; pasarse cosas y darse comida en la boca, habían cosas que nunca cambian no importa cuánto tiempo pase.

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Si te está destinado volverá a tu lado, si debe estar contigo seguirán juntos un mismo camino.

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