De regreso al comienzo

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Spock salió de la enfermería poco después de tener esa pequeña charla con el ingeniero, su mente estaba un poco más clara; casi se podía decir que no había vuelta atrás, había tomado una resolución, acerca de su vida, lo que esperaba de ella. Y no podría ser persuadido a cambiar de parecer fácilmente.

Fuera, a tan sólo unos pasos por el corredor, el doctor McCoy y el capitán hablaban; por el ceño fruncido del médico sureño, podía inferir que trataban algún tema de seriedad. Aún así, iba a interrumpirles, y mantenerse al tanto, volver a sus deberes era lo que necesitaba para tener sus pensamientos en orden por completo, una vez más.

—Caballeros —les interrumpió cuando estuvo a una óptima distancia.

—Spock, estaba a punto de ir a buscarlo —dijo Jim, en su tono cuasi informal—, el doctor me informaba que nuestro “invitado” Joseph Stenson, ha despertado y esta fuera de peligro.

—Tan fuera de peligro como se puede estar en el espacio —interrumpió el médico, fatalista, como si pensará que en cualquier momento cabía la posibilidad de que un asteroide se estrellara contra el casco y nadie pudiera evitar sus inminentes muertes.

—Veo, ¿Se dirigen a hablar con él? —preguntó Spock.

—Así es, antes de intentar contactar con la flota de nuevo me gustaría tener una idea clara de lo que sucedía en ese planeta —había sido tratado como un ignorante por la mujer que casi había provocado la muerte de Spock, eso no iba a sucederle de nuevo, sí quería dar por cerrado todo ese asunto, la misión, lo haría como se debía, estando al tanto de todo el panorama.

—Sí no es un problema, me gustaría acompañarles —mencionó Spock, el doctor rodó los ojos y se les adelantó en respuesta; como si estuviera molesto por el comportamiento descuidado de Spock sobre su salud, pero estaba tan habituado a el mismo que sabía que no iba a evitarlo.

—Voy a solicitar que se busque información acerca de Joseph Stenson y Kyle Moore en los registros de la flota estelar —No estaban en una situación en la que simplemente pudieran tomar la palabra de esos hombres, así fuera sólo momentáneamente.

—Estaba por sugerir lo mismo… Spock, después de que acabe esta misión —dijo Jim viendo que McCoy ya estaba varios pasos delante de ambos—, deberíamos hablar.

—Yo también lo creo pertinente, capitán.

Jim asintió, aunque el hecho de que Spock también quisiera hablar con él le sorprendió; gratamente, aunque eso no significaba que no lo pondría más ansioso.
Después de que se digirieran a la sala de juntas, Jim ordenó que escoltaran a los hombres que tantas incógnitas despertaban a la sala; una vez ambos allí les ordenó tomar asiento.

—Señor, me presento —dijo Jim, aguardando a que le llamaran por el intercomunicador con noticias sobre la búsqueda—. Soy James T. Kirk, capitán de la USS Enterprise, la nave en la que estamos abordo en este momento, señor Joseph Stenson, ¿Es ese su nombre?

—Eso es correcto —dijo el hombre canoso, con calma.

—Esta bien, lo encontramos flotando en una caverna en la superficie del planeta, nuestro oficial médico, el doctor McCoy con la asistencia del Señor Moore le salvaron la vida; si no le importa, me gustaría hacerle algunas preguntas —Jim no quería sonar rudo, pero con la confirmación de que el hombre ya se encontraba estable, no veía razón para no mostrarse indulgente.

El hombre sólo asintió, mirando brevemente de reojo al Señor Moore, Jim podía decir que se conocían; era difícil creer que el atentado contra ese hombre lo hubiera oficiado Moore, de haberlo hecho, no hubiera contribuido a que mejorará, además, no le miraba como alguien que había sido atacado por el otro; en realidad, aparentaba buscar complicidad en el otro, ese tipo de confidencia que tienes con un amigo sólo por mirarle directo en los ojos.

Las luces de la gruta de Auckland [Spirk]Where stories live. Discover now