Las luces de la gruta de Auckland [Spirk]

Tratando de hacer las cosas claras

Al menos cuando tu cabeza te duele por entero te das cuenta de que sigues vivo, "otro día, otro paciente crítico"; en esa nave les gustaba ponerse en riesgos innecesarios como a los osos les gustaba la miel.

En eso pensó McCoy cuando Uhura le había comunicado que tenía que dirigirse de inmediato a la sala de teletransporte porque había múltiples heridos; después de ponerse de acuerdo con la tripulación de guardia en la bahía médica fue directo a la sala de transporte con un grupo de enfermeros y otros oficiales médicos.

Ver tripulantes heridos siempre le generaba esa sensación de malestar, pero no esperaba ver entre el grupo de oficiales aturdidos, a Scotty manteniéndose en pie únicamente por la ayuda de la teniente Marcus; que le sostenía agarrando su brazo, mientras que el ingeniero con su mano hábil presionaba alrededor de una herida sangrante en su abdomen, el objeto punzante seguía incrustado en su piel.

—¡Scotty! —gritó y se acercó a ayudar a Marcus a cargarlo— ¿Qué es lo que sucedió?

—Le apuñalaron, luego empezó  a sangrar —respondió la rubia.

—Sí, así es como suele funcionar; ¿Qué hay con los demás? —preguntó mientras trataba de hacer reaccionar a Scotty, el mismo respiraba, pero había cerrado los ojos y permanecía inconsciente.

—En su mayoría fueron picados por las libélulas.

—Es una suerte que hayamos sintetizado el antídoto entonces, ayúdame a subirlo a una camilla —dijo el doctor, tenía que pensar con la cabeza fría, pero esa tarea se le dificultaba—. Vamos Scott, no te desmayes ahora… Enfermera Chapel, asegúrese de que todos lleguen a la enfermería, y de que el suero les sea administrado tan pronto como sea posible.

—Sí doctor —Contestó, y cuando la enfermera terminó de hablar, vio como la teniente Uhura entraba a la sala de teletransporte, agitada, como si hubiera llegado corriendo.

La misma vio preocupada como se llevaban a Scotty, pero no se pronunció ni los acompañó a la enfermería, se quedó callada hasta que McCoy salió del recinto.

—Christine, estamos esperando otro arribo, por favor, el señor Spock está entre ellos —explicó— que se le llevé a la enfermería apenas lleguen.

Unos minutos después de que terminara de dar las indicaciones, el equipo que incluía al Capitán, a Spock y al señor Moore se había materializado.

Jim tenía sujeto a Spock entre sus brazos; la cabeza de este descansaba en uno de sus brazos y era sostenida por su mano derecha; mientras que su mano izquierda descansaba sobre su pecho, controlando que el mismo siguiera elevándose y descendiendo.

                              ***

"Bitácora del capitán, anexo, intentamos establecer contacto con la flota estelar, por el momento infructuosamente.

Los mineros y científicos han sido apresados, en efecto, estarán  detenidos hasta nuevo aviso; en cuanto a la tecnología de estos y sus fines, un grupo de oficiales científicos e ingenieros se encuentran examinando sus registros y artefactos. Se espera que lleguen a resultados en breve.

Por fortuna, no se han registrado bajas, el señor Scott se halla bajo observación… En relación con el comandante Spock, su estado de salud era delicado cuando lo acompañé a la enfermería, pero en breve se me comunicó que se ha estabilizado y eso… Eso es lo que importa."

Esa había sido su bitácora de esa mañana, la grabó antes de salir de su camarote, Spock estaba de licencia médica, y en todos los aspectos físicos en su último examen en apariencia se había restablecido, no obstante, lo que le preocupaba era su mente… Sus sentimientos.