Capítulo 5

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*Narra _____*

Caminé por el bosque, y sorprendentemente encontré una cabaña, tenía la luz encendida en una de las ventanas de arriba. Me acerqué a la puerta de la cabaña y estaba abierta.

Grave error. —Pensé, con una sonrisa psicópata.

Sé que hacer esto esta mal, pero la gente me ha hecho mucho daño, ¿Por que no puedo hacerlo yo? Además, esta vez es por supervivencia ¿No?

Entré a dentro, subí las escaleras y busqué de donde provenía la luz. No me fue muy difícil encontrar de donde provenía esa luz. Abrí la puerta silenciosamente y vi a un hombre intentando dormir, el hombre aparentaba unos 45 años.

Me acerqué a la cama y el me vio, pero no me importó.

—¿Qui-quién eres y que quie-quieres? —Preguntó tartamudeando y asustado al ver mi ropa manchada de sangre.

—Soy la que dará fin a tu vida y quiero tu cabaña. —Contesté con sinceridad mientras sacaba el cuchillo de mi sudadera.

El hombre me analizó, y su expresión dejó de ser de miedo, parecía como si hubiese recordado algo, iba ha hablar, pero antes de que lo hiciera le clavé el cuchillo. El hombre murió, lo agarré de los brazos y lo arrastré hasta el bosque, busqué algo para poder cavar un hoyo para enterrarlo. Encontré una pala al lado de la cabaña.

Que suerte.

Empecé ha cavar un hoyo. Después de 30 o 40 minutos cavando un profundo agujero lo suficientemente grande para el hombre, terminé de cavarlo.

Agarré al hombre de los brazos, lo tiré al hoyo y lo cubrí de tierra.

—Al fin terminé, el hombre este me ha dado más trabajo que mi padres. —Suspiré del cansancio, clavé la pala justo en el hoyo donde había enterrado al hombre y entré a la cabaña.

Será mejor que me duche, pero antes quiero ver mi nueva "casa" o mejor dicho cabaña.

Miré todas las habitaciones, era más grande de lo que aparentaba, y era muy acogedora a mi parecer.

En la parte de abajo estaba la cocina que era sencilla pero a la vez bonita y tenía todo lo necesario para cocinar. Al lado de la cocina estaba el salón que tenía una televisión de plasma, un sofá y un sillón al rededor de una mesa pequeña, un reloj colgado en la pared, las escaleras para subir a la parte de arriba y la puerta de la entrada y salida.

En la parte de arriba estaba el dormitorio tenía lo típico de siempre aún que la cama era matrimonio, eso quiere decir que estaba casado, también tenía una ventana con vistas al bosque. El baño tenía una ducha, un lavabo y encima un espejo, una ventana, un mueble con cajones y encima del mueble había toallas, un retrete y una lavadora.

Está bastante bien la cabaña, pero desde el dormitorio hasta la puerta de salida está el suelo y la cama manchada de sangre, pero no importa, luego lo limpio. Me fui al baño para darme una ducha.

Entré al baño con una ropa limpia que traía en la mochila. Me comencé a fichar, viendo como la sangre que bañaba mi piel se iba. Ver toda esa sangre me hizo plantearme una pregunta: ¿He hecho bien?
Quizás, pero no hay vuelta atrás, ya era hora de que pensara un poco más en mi. Yo no tuve la culpa de soportar todo aquello, desde hoy soy libre, o al menos es lo que siento.

Después de ducharme y mi momento de reflexión, salí de la ducha, sequé mi cuerpo con una toalla y me puse la ropa. Era una chaqueta azul oscura y la deje abierta dejando ver una camisa negra, un pantalón ajustado y de tela de color gris y mis converse negras. Me miré en el espejo, mi cara estaba llena de moretones, y si levantabas la camisa se podía ver a la perfección el estómago con más moretones que en la cara. Seguramente tendría algunos problemas para comer durante una semana aproximadamente.

Metí la ropa que estaba manchada de sangre en la lavadora y me fui a dormir. Pero la cama estaba manchada de sangre así que le quité las mantas y también las metí en la lavadora.

Y por fin me fui a dormir.

Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt