Capítulo 40

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*Narra Ben*

Ya es muy tarde, eso significa que ya es hora de acostarse, me dirigí a mi habitación, entré sin llamar y sin hacer ruido. Pero Jeff estaba sentado en una silla, en frente de la puerta.

—Hola Ben. —Sonrió como un loco.

—Ho-hola Jeff. —Tartamudeé mientras cerraba la puerta.

—¿Qué has hecho con la foto? —Preguntó con una voz fría.

—La he borrado. —Mentí.

—Más te vale. —Comentó levantándose de la silla y acostándose en su litera.

Yo subí a la litera de arriba, que era la mía. Me acosté con los nervios a flor de piel. El no era tonto, y quizás podría sospechar que no la he borrado.

—Buenas noches Jeff. —Dije para relajar un poco el ambiente.

—Go to sleep... Ben. —Su voz era bastante siniestra.

Cuando Jeff dijo su frase me estremecí del miedo, quizás esté molesto por que si no huviera sido por mí _____ y el se huvieran besado.

*Narra Liu*

Estaba acostado en mi litera, pero no podía dormir, solo pensaba cuando ella se alegró mucho al verme, me abrazó por la espalda, me dió un beso en la mejilla y me dijo que me entrañó. No pensé que se comportase así conmigo, pero eso me hace pensar que ella se preocupa por mí y que me quiere al menos como amigo, pero que me quiera como a un amigo no hará que deje de intentar enamorarla. Al menos hoy me he podido armar de valor y la he besado, aún que ella estuviera dormida.

Pasé mucho tiempo dando vueltas en la litera, sin poder dormir de tanta felicidad, pero el sueño acabó derrotándome.

(...)

Sonó el timbre, hice mi rutina de la mañana, bajé al comedor, y allí estaba ella, cogí una bandeja y me senté a su lado.

—Buenos días. —Le saludé feliz.

—Buenos días. —Me saludó ella.

—¿Cómo dormistes? —Le pregunté.

—Muy bien, ¿Y tú? —Me sonrió.

—Bien. —Contesté con una sonrisa. —¿Cuándo volverás a clases?

—Dentro de poco, Jeff está casi recuperado. —Me contestó.

—Me alegro. —Eso significa que pronto volveré a pasar más tiempo con ella.

—Y yo. —Suspiró.

Tras esa breve conversación, comenzamos a desayunar, de vez en cuando decíamos algo. Cuando me terminé el desayuno tenía que entrar ya a las clases.

—Me tengo que ir a clase, adiós. —Me despedí apenado mientras me levantaba.

—Adiós. —Se despidió de mi.

*Narra _____*

—¿Te levantarás algún día? —Le pregunté a Jeff.

Ya me había terminado mi desayuno, y vine a preguntarle si el quería, o por lo menos si no va a las clases que no se quede olgazaneando.

—Sí, en cuanto se me valla la pereza. —Contestó adormilado.

—Levántate ya. —Le ordené.

—5 minutitos más. —Ronroneó mientras abrazaba más su almuhada.

—Levantaté o si no...

—O si no... ¿Qué? —Preguntó retándome mientras se giraba y quedaba boca arriba.

Me acerqué a el, estiré de su antifaz y lo solté.

—¡Auch! Eso duele... —Se quejó.

—Pues levántate ya.

—Vale, vale, tu ganas... —Suspiró.

Pasó toda la mañana, sonó el timbre para los que estaban en clase salieran ha almorzar. Iba a salir de la habitación de Jeff para ir a por su bandeja pero en ese momento llamaron a la puerta.

—Pasa... —Dijo el pelinegro.

—Hola Jeff, como he visto que ya estás mejor, _____ ya no debe cuidarte, así que ella ya puede volver a clase, y tu también. —Dijo Slenderman desde la puerta.

—Está bien. —Hizo una mieca no muy contento por la noticia.

Slenderman se fue satisfecho de la habitación.

—Eso significa que ya no tendré una sensual enfermera personal. —Comentó el, haciendo me sonrojar levemente y sacándome una pequeña sonrisa.

—Cierto, pero te seguiré viendo. —Le revolví un poco el cabello.

—Si, eso espero. —Suspiró algo apenado.

—Me voy a almorzar, como ya no soy tu "enfermera personal" deberás bajar a almorzar. —Le saqué la lengua

—Está bien. —Me fulminó con la mirada.

—Adiós. —Me despedí abriendo la puerta.

—Espera... —Rapidamente se levantó de la cama, agarrándome la muñeca sin hacerme daño.

Me dí la vuelta para verle mejor, el sé acercó a mí, y dio un beso en la mejilla.

—Así es mejor una despedida, adiós. —Le di una sonrisa.

Me salí de la habitación de Jeff, y bajé al comedor, cogí una bandeja y busqué con la mirada donde se había sentado Liu. Quería contarle que ya puedo volver a clase, y pasar más tiempo con el, como antes.

Seguí buscando a Liu, hasta que lo encontré, me dirigí a la mesa en la que el estaba sentado y me senté a su lado.

—Liu, tengo algo que contarte... —Comenté nada más sentarme, con una sonrisa.

Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant