Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)

Capítulo 46

*Narra Liu*

—¿Liu? —Escuché una voz.

Giré un poco la cabeza para ver a Jeff, y justo en el momento que giré un poco mi cabeza sentí algo cálido y carnoso compactado con mis labios. Era _____... Me estaba ¿Besando? Esto debe ser un sueño, o algo.

Fue cuestión de segundos que se separase de mí, ella estaba sonroja a más no poder, y creo que yo estoy igual que ella. Ambos nos miramos perplejos, sin saber exactamente como había sucedido aquello.

—L-lo siento, a sido sin querer. —Se disculpó mientras se alejaba dos pasos de mi, y en su rostro se podía notar que estaba nerviosa y avergonzada.

A sido sin querer... Me ha dolido un poco esas palabras de ella, pero eso no quitará que me haya besado, a sido como un momento fugaz, pero hermoso. Espero que no sea el último beso que me da, aún que sea sin querer. Es una sensación muy agradable sentir sus perfectos labios con los mios.

—Por lo visto si le querías a el ¿No? —Dijo mirando a _____ con una mirada feroz y al mismo tiempo de tristeza. Hacía mucho tiempo que no veía esa mirada.

—Tu mismo has visto que... —Antes de que ella pudiera dar explicación Jeff le cortó.

—¿Qué? ¿Qué haya visto con mis propios ojos como le besas? Si te gustaba el podrías habermelo dicho, no te costaba nada. Pero no, mejor una acción que decirmelo con palabras ¿Verdad? —Escupió con reproche.

—Jeff, tu has visto que ha sido sin querer... —Ella quería seguir intentando hacerle entender.

—No, yo solo he visto como os habeis besado. —Terminó por sentenciar aquella discusión.

Se empezó a ir, _____ estaba perpleja ante la reacción de Jeff, con los ojos como platos mientras se ponían llorosos. Ella corrió unos paso pero le detuve agarrándola del brazo, no me puse celoso, pues ella le quiere como un amigo, y quería pedirle disculpas, supongo. De inmediato le solté al ver su mirada, que me rogaba por dejarla ir para solucionar las cosas con el. Cuando ella consiguió alcanzarle le agarró del brazo pero el la empujó bruscamente haciendo que cayera al suelo, el le dedicó una mirada de asco, odio, tristeza... Y se fué de allí.

Me acerqué a ella y le extendí la mano, ella la aceptó y me abrazó, se notaba que estaba triste y apunto de llorar.

—Tranquila... Jeff cuando se enfada es así. —Traté de consolarla mientras seguía abrazándola, empecé a acariciar su cabello.

—No me gusta que se enfade conmigo, el es mi amigo y no sé como arreglar esto... —Dijo abrazándome más fuerte y escondiendo su rostro en mi cuello.

—Verás que pronto se soluciona. —Era lo único que podía decir.

—Será mejor que nos vayamos a dormir ¿No crees? —Dijo separándose un poco de mí.

Vi que sus ojos estaban un poco rojos y todavía algo empapados por las lágrimas.

—Está bien, vamos.

*Narra _____*

Me fui a mi habitación, me puse mi pijama y me tumbé en la litera.

Estaba algo dolida por como me ha tratado Jeff, el es mi amigo pero no tenía derecho a tratarme de esa forma, aún que el esté enamorado de mi no puede hacer como si le traicionase, porque no somos nada. Pero entindo que el esté dolido, a cualquier persona le dolería contemplar como la persona que ama besa a otra. Dejando aparte lo de Jeff aparte, estaba algo avergonzada porque sin querer Liu y yo nos besamos. Realmente estaba avergonzada, pero sé que el no lo hizo con mala intención, todo fue un accidente.

Después de intentar despejar un poco mi mente dejé que el sueño me venciera hasta quedarme dormida.

*Narra Jeff*

—Ya, calmate Jeff, seguro fue un malentendido. —Dijo Ben con algo de desinterés.

—¡No! ¡Todo está más que claro, ella le quiere a el, no a mí! —Grité realmente enfadado.

—Habla con ella, y que te lo explique, así no solucionareis nada. —Soltó ya con cierta desgana.

—No hay nada que solucionar, le besó delante mía para que me quedara más que claro que le quería a el. —Dije sentándome en mi litera, y agarrando mi cabello con frustación.

—Haz lo que quieras, pero te en cuenta que tu la has besado más de una vez. —La cabeza del hobbit se asomó por la litera quedando boca abajo.

—Lo sé, pero ella es mía, solo yo puedo besarla. —Reproché algo más calmado.

—Como digas, yo me voy a dormir. —Su cabeza desapareció de mi vista en segundos.

—Vale, yo también me iré a dormir.

Me tumbé en mi litera. Descargarme con Ben me había ayudado a aclarar mi mente, pero no mis sentimientos. Me quedé pensando por un rato.

¿Qué parte no entiende ella de que es mía? Me siento traicionado... No sé que siento ahora mismo ¿Tristeza, odio, frustación, amor...? Muchos sentimientos sentía ahora mismo. Por mucho que ella insistiera en que aquello fue un accidente me costaba creerle, no entiendo el porqué, tal vez solo quiero autoconvencerme de que ella no me quiere como a el.

Pero duele, duele mucho.

Pero ya que ella es el motivo de mi frustración no iba a ser también el motivo de mi insomnio...

Me intenté despejar de todo pensamiento, hasta conseguir lograrlo, conseguí dormir.

(...)

Sonó el timbre, hice mi rutina de la mañana, bajé a desayunar y me senté en la mesa con los idiotas de mis amigos. Por un momento dirigí mi mirada a Liu y a _____, estaban sentados juntos, como siempre, pero después de lo de a noche no me extrañaba en absoluto. Aparté mi mirada con dolor puntiagudo en el pecho. Terminé mi desayuno, fui a la clase y me senté en mi pupitre, _____ se sentó y poco después estaban todos sentados,  Slenderman no tardó en hacerse presente en el aula.

Pasé toda la clase sin escribirle una nota, sin cruzar miradas, absolutamente nada... Y aunque no hice nada sentía que me observaba de vez en cuando, esperando algo de mi, pero me negaba. Pasó toda la clase y el recreo, llegó la hora de almorzar, yo no tenía muchas ganas por lo que me quedé solo en el comedor, absorto en mis pensamientos mientras jugueteaba con mi comida, el resto de gente había terminado ya de comer.

—Jeff... —Sentí detrás de mí.

—¿Qué? —Dije con frialdad.

—¿Podemos hablar? —La timidez se palpaba a través de sus palabras.

Recordé que Ben me dijo que hablara con ella, quizás el tenga razón. Me negué en clase, sin embargo aún que esté cabreado con ella no podría decirle que no. Me estuve intentando convencer desde lo que pasó de que no quería una explicación, pero en el fondo la quería, necesitaba pensar que aquello fue un error y la necesidad de hablar con ella ya se iba notando a estas alturas. No me pude negar esta vez, era superior a lo que podía aguantar.

—Está bien. —Me giré sobre el asiento para mirarla directamente a los ojos.