Imposible (Larriet Stylinson)

Capítulo 14

Hoy se cumple una semana desde lo que paso, mañana volverá a ir a la universidad, Zayn fue desde hoy y Lirmary le pidió que les contara a las chicas ya que ella aun no tenía alma para decirlo. Por el momento Lirmary se encuentra en el parque, es primera vez que sale, bueno descontando la ida al doctor que tuvieron para ver si ella estaba bien. Está sentada en una banca viendo a la gente pasar, de repente un niñito de unos dos años se le acerca, es un niño muy bonito, no le dice nada, solo le sonríe y se queda ahí. Unos minutos después aparece la madre –Christopher aquí estas mi vida cuantas veces te he dicho que te quedes en los juegos, no puedo verte si te vas lejos –le dice la señora –espero que no la haya molestado –No, no se preocupe –dice Lirmary con voz débil –¿Está bien señorita? –Sí, no se preocupe –Conozco esa mirada, no usted no está bien –responde la señora con voz maternal.

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Al llegar las chicas se van encima del él, preocupadas por saber qué les pasó que se desaparecieron la semana anterior. Cuando Zayn les cuenta porqué las deja paralizadas, todas se quedan demasiado sorprendidas y en las caras de Nidia y Harriet se ven algunas lágrimas. Todas le dicen que lo sienten y que sigan fuertes, le agradecen a Zayn por haber cuidado de Lirmary y todo.

-Aún no está muy bien así que mañana que venga por favor no le vayan a estar hablando mucho de esto –les pide Zayn –Claro no te preocupes, no sabes cuánto lo sentimos –le dice Nidia –gracias chicas.

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Se quedó hablando con la señora un buen rato, resultó que sí conocía esa mirada. La señora le contó que ella también tuvo un aborto hace unos años, casi a la edad de Lirmary, le dijo que cuesta superarlo pero que cuando uno entiende por qué pasaron las cosas, se es capaz de ver el pasado sin derramar lágrimas.

Le cuenta su historia, aunque sean completas desconocidas y de cierta forma le alegra tener a alguien que ha estado en sus zapatos. Tal vez no estaban listos, tal vez viene algo mejor en el futuro, no lo sabe y falta mucho para averiguarlo, pero entiende y ahora sabe que valdrá la pena esperar.

Regresa al apartamento y empieza a alistar sus cosas para el día siguiente. Sabe que hay mucho para ponerse al día así que va a ser una semana atareada.

Al día siguiente todas abrazan a su amiga y le dicen que están ahí para ella, luego de eso nadie vuelve a mencionar nada sobre el tema y pasan el día entero haciendo tonterías para que Lirmary se ría un poco.

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Dos semanas después Harriet recibe una llamada justo después de salir de clases, iba caminando junto a Louise pero al oír lo que le decía su hermana desde la otra línea se quedó helada, primero hubo un grito, luego lágrimas y después gracias a que Louise fue capaz de alcanzarla no se calló de un solo al suelo.

-Harriet ¿Qué paso? –pregunta su novia –Mi m-mi mi papá –tartamudea Harriet entre las lágrimas –¿Le pasó algo? –S-se-se mu-rio –alcanza a decir antes de empezar a llorar desesperadamente, era un golpe que definitivamente no se esperaba tan pronto.

-Ay Hazz cómo lo siento –dice abrazando a su novia tratando de consolarla. Harriet la abraza fuerte, Louise sabe que ahora ella es su único soporte –Vamos Hazz, vamos al cuarto y te acuestas un rato –le dice en un tono dulce, la chica asiente con la cabeza y empieza a caminar muy despacio.

-Tengo que irme –le dice tomando la dirección opuesta al dormitorio –¿a donde Hazz? –A la casa, hay que ir a ver ciertas cosas, y Gemma dice que tiene algo que enseñarme –dice respirando un poco más tranquila –Hazz no creo que estés en buenas condiciones para manejar –le dice Louise –Lo sé, pero tengo que ir Lou

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Por la noche ya estaba en su casa. Aunque con su padre ya no hablaban mucho porque cada vez que lo hacían Harriet intentaba convencerlos de que aceptaran a Louise y claro, sus padres siempre se negaban. Llegaron al punto en que Harriet no volvió a hablar con su padre, quien siempre fue el más serio en el asunto.

No esperaba que esto pasara, no a su padre. Desde hace dos años le detectaron cáncer pulmonar pero no se suponía que iba a pasar tan rápido pero es que a que idiota le cabe en la cabeza ponerse a fumar sabiendo en el estado que estaba.

Pero ya había sucedido, no podían hacer nada para cambiarlo. El padre de Harriet, había muerto. Harriet estaba destrozada, no solo porque había perdido a su padre, sino porque había muerto sin que ella hubiera podido pedirle perdón por lo que había hecho, claro que no era nada malo luchar por su amor pero eso no quita que no haya muerto peleando con ella.

-Harriet, tienes que leer esto –dice Gemma con un montón de lágrimas en su rostro y sosteniendo un papel algo extraño –Solo lee la primera página, lo demás son legalidades –dice y Harriet no puede creer lo que está leyendo, el testamento de su padre.

A mis hijas

Durante 25 años estuve maldiciendo mi suerte por no haber tenido un varón, un niño con quien jugar futbol, un hombre a quien dejarle el negocio, un compañero con quien hablar de finanzas o economía. Entonces me di cuenta de que desperdicié esos 25 años y siento mucho no poder recuperarlos. Siento no haberme dejado maquillar nunca. Siento no haberlas acompañado al baile de padres e hijas, Siento no haberlas apoyado en lo que querían pero sobre todo, siento no haberles dicho nunca que las amaba. Sé que ya es muy tarde para hacerlo, pero quiero que sepan que siempre las amé y que quiero que vayan y hagan lo que quieran hacer, sigan a su corazón, estén con quien quieran estar y sobre todo, quiero que no cometan mis errores.

Mis pertenencias quedan todas en favor de mi familia. La casa principal será de mi esposa. Las otras dos casas y los tres terrenos serán de mi hija menor, Harriet Edith. Y el mi negocio y todos sus ingresos quedan en favor de mi hija mayor Gemma Anne...

Luego de eso empezaban las legalidades y tecnicismos que dijo Gemma. Ninguna de las dos podía parar de llorar, no decían nada, solo se abrazaban mientras trataban de desahogarse. El único acto afectivo de su padre y sucede cuando el ya no está.

*****

Un mes después estaban en el nuevo hospital en construcción, Gemma tiene un gran corazón y un muy pequeño interés en el dinero así que con las ganancias que tenían decidió construir un hospital que sea exclusivamente para personas de escasos recursos, si su padre siguiera esto nunca hubiera ocurrido, pero ya que ahora las decisiones las toma ella  el proyecto está a mitad de camino.

Harriet y Louise están en un enorme salón vacío, las oficinas próximamente –Tu hermana sí que supo hacer algo bueno de esto –lo sé –dijo Harriet, aún le dolía  la muerte de su padre, más cuando leyó el testamento, claro que nunca le contó a Louise sobre eso aunque no está muy segura de por qué –hey no quiero verte así –dijo Louise abrazando a Harriet - Mientras esté viva, haré todo por verte sonreír –dijo Louise. Entonces recordó el sueño, un sueño que tuvo hace cinco años, ellas dos en un salón vacío, las palabras de Louise, el disparo. Solo le da tiempo de aventar a Louise al suelo y en ese momento se escuchó el disparo. –HARRIET!! –grita Louise pero es inútil, el disparo callo justo en la cabeza de Harriet. Llama a la ambulancia y el camino parece ser más largo de lo que siempre ha sido.

Cómo es que puedes perder todo lo que amas, en tan solo un segundo.