— Perdonen la tardanza, la reunión terminó más tarde de lo que planeamos —Anton colocó algunas cosas sobre la barra de la cocina y se quitó el abrigo—. Hola Gnomo, Pecosa, papá —los tres le sonreímos.
— ¿Todo bien? —preguntó papá dándole un abrazo.
— Lo logramos —señaló aclarándose la garganta —. Orozco Ruíz forma parte de las cuatro corporaciones con mayor emprendimiento en el área de la ciencia y la salud. Los diamantes y la ciencia se han unido en nombre de nuestra familia para ayudar a quienes más lo necesitan. Las becas y la construcción de hospitales es un hecho. El próximo año comienza el proyecto.
Estallamos en vítores y felicitaciones, a Anton se le tiñeron las mejillas. Los tres lo apapachamos hasta la saciedad. Sabíamos de primera mano lo difícil que había sido todo esto para él, y la dedicación que le había puesto para lograr alcanzar esos sueños.
— Muchas felicidades —habló Terin dejando un sonoro beso en su mejilla —. Eres lo máximo —mi hermano sonrió con timidez.
— Fue trabajo en equipo —la abrazó con entusiasmo —. Muchas gracias —olisqueó arrugando la frente —. Huele a quemado —puntualizó.
— ¡No! ¡Mis bollos!
Terin corrió hacía el horno, humo negro escapó, rápidamente abrimos las ventanas para evitar que la alarma comenzará a sonar. Mi hermano reparó en el pastel que había sobre la mesa, hizo una mueca de dolor y luego observo los bollos de Terin.
— Su esfuerzo es admirable —murmuró pegado a mí, afirmé con la cabeza.
— Perseverancia —señalé viendo como papá y ella se deshacían del pan carbonizado —. Es admirable.
— Le voy a pagar un curso de cocina —Terin se volvió hacía nosotros, cabizbaja y arrastrando los pies, Anton la tomó por los hombros y la acercó a su pecho —. Ya, no estés triste.
— Soy un desastre en la cocina —mi hermano sonrió.
— Vamos, no quiero verte así —llevó sus pulgares a las comisuras de la boca de Terin y las elevó —. Eso, sonríe, de tristeza nada —a Terin se le aguaron los ojos —. No, no, no llores. Vamos hermosa, no llores.
— No sirvo para cocinar —moqueó y el labio le comenzó a temblar.
— ¿Y qué?, yo no sirvo para fontanero, pregúntale a mi padre. Una vez intenté reparar el desagüe del baño y fue un desastre. Papá amenazó con que no volviera a meter mano en ningún tubo, o me demandaría —ella sonrió nostálgica.
— Pero me gusta cocinar, quiero aprender a hacerlo.
— Entonces yo te muestro como —le besó la frente haciéndola sonreír —. Comencemos con hacer que tu pastel se vea más bonito.
— ¿Podemos comenzar de cero?, no quiero que nadie se intoxique.
— Hagámoslo entonces.
Papá les dedicó una sonrisa tierna y regreso su atención a la estufa, yo me dediqué el resto del tiempo a terminar de rellenar los churros y a preparar las salsas para las tostadas que también formarían parte de la cena. Dado que nuestras familias eran numerosas y, que nos gustaba reunirnos a todos para despedir el año viejo, las grandes cantidades de comida no sobraban.
— Gregorio y Blas ya están aquí —anunció mamá entrando a la cocina, seguida de nuestras tías, Terin y yo hicimos una mueca.
— Por favor —masculló ella a mí lado —no me dejes sola.
YOU ARE READING
Sam #PGP2021
ChickLitUn viaje a mi vida y a los amores en ella. Los llevaré a un pequeño recorrido en mi vida, a mi pasado, más concretamente al momento exacto en que el amor, literalmente, me arrolló. Gabriel llegó como una brisa fresca a mi vida, y así como llegó, ta...
Capítulo 27 - Casi de año nuevo
Start from the beginning