Capítulo 13 - Desafinados

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Durante la siguiente semana no supimos más de ellos, pero Terin y yo visitamos el museo de arte contemporáneo MACO, el mercado 20 de noviembre en donde compramos más recuerditos para nuestras familias

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Durante la siguiente semana no supimos más de ellos, pero Terin y yo visitamos el museo de arte contemporáneo MACO, el mercado 20 de noviembre en donde compramos más recuerditos para nuestras familias.

— ¿Crees que esta tasa le guste a mi padre?

La tasa en cuestión tenía un muñeco vestido de blanco, con sombrero de paja y enseñando el trasero. Me reí de su ocurrencia, pero su tasa no era menos graciosa que el vasito tequilero que yo tenía en la mano, cuya forma era la de un borracho con la cabeza echada hacía atrás y bebiendo hasta quedar inconsciente.

— Estoy segura de que le encantará a sus empleados.

Imaginar al super empresario, todo serio y conservador, utilizando esa tasa para beber su café o té todas las mañanas, frente a sus trabajadores no solamente sería gracioso, también sería algo legendario.

— La llevaré entonces —negué dejando el vasito en su sitio, pero al final decidí que llevarlo como regalo para papá, y otro para Anton sería genial.

— Van a amarlos.

Visitamos el mercado orgánico El Pochote y probamos enfrijoladas, tacos de chile relleno, y deliciosas aguas frescas de sabores exóticos, también paseamos por la Calle Macedonio Alcalá y vimos varias tiendas, cafés, restaurantes, museos y galerías de arte; entramos a Los Baúles de Juana Cata, encontramos desde huipiles, camisas, blusas, faldas y sombreros tejidos, todo era muy colorido, viajamos a la Zona Arqueológica de Mitla, el Ex Convento de San Pedro y San Pablo Teposcolula y el Ex Convento de Cuilapam de Guerrero, cada lugar era único, al finalizar la semana sabíamos que nuestro viaje se acortaba rápidamente, y eso nos ponía muy tristes.

Conocimos a varios lugareños, paseamos en un bus turístico, probamos todo tipo de moles y mezcales, llegamos a un pequeño bar karaoke y nos quedamos tomando más mezcal.

— Vaya, vaya, pero si son las señoritas Geographic/Imperio de la moda —la voz de Nathan nos hizo sonreír cuando los vimos acercarse.

— ¡Hola! – dijimos al unísono.

— ¿Podemos sentarnos con ustedes? —interrogó Gabriel señalando nuestra pequeña mesa, ambas asentimos.

— ¿Qué están tomando? —preguntó Nathan

— Mezcal. ¿Gustan? —Nathan asintió, Terin sirvió cuatro pequeños vasos, les pasó uno a cada uno, Travis lo rechazó amablemente.

— Trabajando, pero muchas gracias.

— Lo tomaré por ti entonces —tomé el vasito de Travis y di un trago, luego puse sal en mi mano y la comí, un poco de limón y listo.

— ¡Wow! Así se toma, ¿eh? —Gabriel sonó animado.

— Así es, venga, prueba —él hizo exactamente lo mismo que yo había hecho, pero con un muy poco elegante atragantamiento.

— ¡Dios! —tosió poniéndose rojo —. Quema, y mucho.

Sam #PGP2021Where stories live. Discover now