Calidez

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Cuando llegó el siguiente domingo, tanto sesshomaru como aome se fueron al circo para ver el espectáculo. Tomando sus asientos, ambos empezaron a ver los espectáculos de aquel circo. Las maravillas que hacían en ese lugar, los malabares, el arte de la magia y como domaban al león entré otras cosas. Los espectadores se quedaban maravillados por las asombrosas técnicas que cada quien tenia, sin embargo, solo un espectador del publico, quería ver la ultima función, el motivo por el cual solía ir allí.

!Damas y caballeros, niños y niñas, no se vallan todavía, que falta ver el espectáculo de las dos ultimas, pero conocidas payasitas, denle un fuerte aplauso!

En todo el circo, se empezó a escuchar los aplausos de todas las personas, para motivar a que ellas salieran. Saliendo del telón, ambas salieron con su típica mascara en su rostro y con los brazos extendidos en forma de saludo, cada una tenia su función, la una sacaba objetos y cosas de sus mangas y sombrero, mientras que la otra mantenía el equilibrio encima de una pelota grande haciendo sus malabares con sus pelotas.

En el centro del circo, la joven de cabellos negros miraba a su alrededor mientras mantenía su equilibrio en la pelota grande, pero se paro de repente viendo como su compañera intentaba hacer reír a una niña del publico, sin darse cuenta se cayo de trasero al suelo, escuchando como todos se reían de ella, pensando que era parte del show. Sentada, con sus brazos arrimados al suelo, miraba como la joven de cabellos celestes intentaba hacer reír a una niña que no paraba de llorar, su compañera, intentaba de todo para sacarle una sonrisa a la niña, pero era inútil.

- *es hermoso cuando alguien se preocupa por ti* - pensó la joven de cabellos negros. Levantándose del suelo, notó como niña le quitaba la máscara a miku, su compañera de trabajo. Soltando un fuerte suspiró, empezó a sacar todo tipo de cosas de bajo de su manga, mirando de reojo como ambas soltaban sus lágrimas de dolor - *mi verdadero rostro* - pensó, y con una reverencia, ella y su compañera se despidieron del público, kikyo aún con su máscara puesta y miku con una sonrisa radiante en sus labios con una flor en su cabello.

- se siente bien cuando alguien entiende tu dolor - escucho el comentario miku, kikyo fungió no escucharla y mejor se fue a otra parte del circo.

- *que alguien alivié tu soledad ¿eh?* - pensó con amargura. Sin darse cuenta una silueta se empezó a acercar a ella, muy lentamente, y, cuándo ya sintió la presencié de aquella persona, ya era demasiado tarde.

 Sin darse cuenta una silueta se empezó a acercar a ella, muy lentamente, y, cuándo ya sintió la presencié de aquella persona, ya era demasiado tarde

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Lamentó si es cortó 😅

la payasita del circoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora