Capítulo 17 [ Cameron con Takumi ]

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Cameron

Aelyn había husmeado en mis archivos personales, en mi expediente. Estaba alterado, pensé que no podría caer tan bajo, pero lo hizo. Lo que más me dolía de todo esto es que aún la seguía amando. 

Se había ido pero su olor aún seguía en la habitación. Ese olor, me atormentaba, pero al mismo tiempo me deleitaba, lo deseaba demasiado. 

La puerta volvió a sonar, abrí y al otro lado de la puerta estaba Takumi, entró bruscamente y me beso, giramos en nuestros propios pasos y cerré la puerta, eché el cierre. Takumi me tiró a la cama, se situó a horcajadas encima mía, estaba besandome el cuello, quitandome la camiseta, me incorporé, ella se quitó su camiseta. Bajo su falda junto a su ropa interior y la mía tambien la quito. Se volvió a sentar encima mia, metiendome así dentro suya. Ella se retorcia encima mía. Ella subía y bajaba, sus pechos rozaban con la totalidad de mi pecho, se agarró fuertemente a mi espalda mientras ella subía el ritmo. Los gemidos de los dos se acompasaban junto a nuestra respiración. Sentados al borde de la cama los muelles de la cama gemían junto a nosotros, ella seguía retorciendose. Subió más el ritmo. El último gemido y más potente resonó en toda la habitación. 

Me tumbé en la cama, Takumi a mi lado, su respiración parecía dificultada debído al esfuerzo.

- Me a gustado mucho - dijo levantandose y poniendose la ropa interior. 

- Gracias - dije volviendome a incorporar en la cama. 

- ¿Sigues pensando en ella? - preguntó buscando su falda por toda la habitación. 

- No, he pasado página - comenté buscando mi ropa interior junto a ella. 

- Haces bien, esa chica no me cae bien. 

Busqué toda mi ropa y me la puse, junto a ella. Ya vestidos los dos, ella se dispuso a salir de la habitación. 

- ¿Quieres venir a una fiesta? - preguntó retrocediendo en sus pasos.

- ¿Aquí dentro? - pregunté.

- No, fuera, vamos a escaparnos. 

Me puse en pie, dispuesto a salir de la habitación. Abrí la puerta de la habitación y cruze el umbral. 

- Vamos allá, estoy preparado. 

Salimos del edificio de alumnos, sin ser vistos por nadie. Era sábado y era extraño que nadie apareciese  por ahí. Ví al otro lado del campo a tres chicos: Michael Gordon, Ricky Swan, Bob Columber y Mery Elisabeth Bennett. Todos pertenecian al grupo de lo 'populares'. Tampoco se lo daban como tal, por que no les hacía falta. Todos sabían que salian de aquí para ir a algunas discotecas fuera de el instituto. 

Salimos desde el otro lado del campo de fútbol, donde no podríamos ser vistos. Al otro lado de la valla nos esperaba un coche, una chica, teñida de morado con algún que otro pendiente en su cara. Al entrar en el coche, Bob se sentó en el asiento del copiloto, la miró y comenzó a.., basicamente le limpió el esófago. 

El coche se puso en marcha, la chica del pelo morado se llama Estibaliz, era mexicana. Conducía algo rápido, pero ella iba demasiado segura, lo que me dejaba más tranquilo. 

Llegamos a la puerta de una discoteca, la discoteca tenía un gran letrero luminoso que decía 'Tomy's Black', esperamos algo de tiempo hasta que por fin entramos, allí dentro todo eran luces luminosas y mucho humo. Nos acercamos a la barra, yo estaba algo extaño en ese lugar, Takumi eligió por mi. 

La bebida era de color azul, la probé, tenía un sabor dulzón, pero al mismo tiempo amargo, me gustaba. Después de dar un par de tragos a mi bebida Takumi me cogió del brazo y me llevó a la pista. 

Allí comenzo a contonearse junto a mi, la agarre de la cintura mientras nuestras caderas cochaban y la música resonaba en nuestros oidos. Ella se giró, comenzo a restregar su trasero junto con mi zona débil. Me giré delante suya, la agarré de la mano y la hize dar una vuelta sobre sí misma, podía ver la sonrisa en su cara.

Seguimos pegados, moviendonos al ritmo de la música, contoneandonos. La miré figamente, ella sonreía nerviosa, estaba sacando lo mejor de ella, pase una de mis manos por su mejilla, se veía tan bien. 

La besé, junte mis labios a los suyos, comenzamos algo lento, pero continuamos de manera brusca, ella revoloteaba todo mi cabello, mientras yo me limitaba a bajar mis manos hacía su cabello, seguíamos besandonos y yo agarrando fuerte su trasero. 

Me gustaba la sensación de estar con alguien, ahí, besandonos sin ataduras, eso era lo que Takumi me ofrecía, el no ataduras, me gustaba por ello. 

Insultos de amor, piropos de odio [ IDAPDO 1 ] | Editando |जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें