Capítulo 10 [ De los sueños de Aelyn]

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Aelyn:

A Jason le habían roto la nariz, pero a pesar de haberlo dejado con el le acompañé a la salita de curas.

Estando ahí dentro el me miraba de aquella manera que me hacía sentir culpable, no quería dejarlo solo, parecía sufrir, no quería eso. Me acerqué a el y lo abrazé, también lo besé y me senté a su lado.

De pronto la enfermera entró y comenzo a echarle suero en la nariz, le puso una gasa sostenida con esparadrapo y hielo. Pudimos volver a la habitación y allí, por fin estabamos solos.

-Lo siento, no quiero dejarte -confesé.

-No importa, esta bien -me besó- Te quiero.

Dejé que descansase en su habitación, lo necesitaba. Al volver a mi habitación vi a Cameron, sentado, me miró y frunció el ceño.

-¿Que te pasa? -pregunté.

-Nada -agachó la cabeza- vete, por favor.

Hice caso a lo que me decía, salí de allí lo más rápido que pude y me dirigí al campo que se encontraba cerca del edificio del alumnado.

Comencé a caminar por el césped cuando me topé con J y Luce, estaban tirados en el césped, enrollándose. Lo hacían de una manera tan brusca que daba miedo y a la vez daban ganas de separarlos.

No lo hice, tan solo pasé sigilosa por su lado. Ni si quiera se percataron de mi presencia, ya que estabam demasiado ocupados metiendose la lengua uno a otro.

Me senté en un trozo de césped, contemple las estrellas, la manera en la que estaban alineadas y me recordó a Cameron, ellas estaban juntas pero, al mismo tiempo todas tenían partes de las demás, eso me hacia sentir Cameron. Estábamos separados, apenas hablabamos pero los dos teníamos algo del otro en nuestro interior.

Mi cabeza comenzó a debatir el dilema existencial, Cameron o Jason. Amaba a Cameron quería tenerle conmigo, pero a su vez Jason me había mostrado lo que nadie en el amor y por ello, también le amaba.

Tenía un gran dilema en mente, no podía querer a los dos, no a menos por mucho tiempo.

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Desperté enrolladas entre las sabanas, mi pelo estaba alborotado de manera horrible, daba miedo. Gire mi cuerpo y ví que ahí se encontraba Cameron, con una sonrrisa mirandome desde el borde de la cama.

Acerco su cara a la mía, dejandola a excasos centímetros de la mia, río, respidabamos el mismo aire y eso me encantaba.

Acerqué mi cara a la suya y el me besño, yo le seguí el besó. Subió encima mía a ahoracajadas mientras desenrollaba las sabanas de entre mis piernas. Bajó su boca y comenzó a besar mi cuello, cuando se cansó volvió a mirarme y siguió besandome, pasé mis manos por su cuerpo, rozando su definida espalda, rozando sus gluteos y pasando mis manos a su zona delantera. Puse mis manos en su entre pierna. Pronunció un pequeño gemido y me besó con más intensidad, me sujetó por la cintura y me dio la vuelta dejandome ahora a ahoracajadas a mí encima suya. Ahora yo le besaba el cuello, deseaba quitarle la camiseta, tucarle el pecho y fundirme con el, con sus labios, hacerme suya.

Desperté alterada, aquel sueño era más de lo que deseaba y ahora, era lo que deseaba. Quería estar con Cameron, besarle, tocarle y tenerle junto a mí. Pero me debía a Jason, por eso, no debía acercame a el, no al menos si quería mantener los estribos.

Salí de la habitación y me dirigí al aula de química, al entrar ahí vi a Rachel sentada en nuestro sitio habitual.

-Buenos días - dijo retirando la silla para que me sentase- no has venido a desayunar, ¿que a pasado?

-Me quedé dormida.

-Vaya -dijo con un tono consolador- Hoy tenemos que hacer algo de mejunje especial.

El mejunje especial constaba en juntar sodio y potasio, nuestras clases de química en las dos últimas semanas constaba en juntar sodio con potasio.

Mientras Rachel y yo estábamos dispuestas a mezclar nuestros dos elementos cuando la puerta se abrió.

Cameron entró por la puerta, tenía una cicatriz encima de los ojos causada por la pelea con Jason, posó sus ojos en los mios un instante y después habló con la señora Harmon, le dio un papel y salió rápido de la clase.

Al terminar la clase me dirigí al baño común y para mi desgracia, volví a verle. Parecía que me siguiese a xada sitio que iba, pero eso, quisiera o no me encantaba.

-Hola -espeté.

-Hola.

-¿Que te pasaba ayer? -pregunté curiosa.

-No quiero hablar de ello.

Deje de lavar mis manos y las sequé, me gire y apoyé mi cuerpo en el lavabo.
Le miré fijamente recordando cada pequeño detalle del aquel sueño que había tenido esa misma noche.

Me acerqué a el, el se quedó quieto, mirandome fijamente mordiendose el labio inferior. No me contuve y le besé. Puso sus manos en mi cuello y me beso más intensamente, comenzamos a dar vueltas sobre nosotros mismos buscando un lugar en el que apoyarnos. Entramos dentro de la ducha, donde había un gran punto de apoyo, comencé a besarle el cuello.

-¿Y Jason? - preguntó entre gemidos.

-No es mi mayor pensamiento en este mismo momento.

Comenzó a besarme el cuello y como ocurrió en el sueño lo hice ahi, comencé a pasar mis manos por su espalda, rozando cada mínimo detalle, rocé sus gluteos y posicioné mis manos en su parte delantera, su entre pierna. Mientras el gemía, yo le besaba con más intensidad. Me quitó la camiseta bruscamente y yo le quité la suya. Comenzó a besar mis pechos, cada pequeño detalle, bajando por mi estomago, desabrochó el botón de mi pantalón y éste bajo. El se quitó los pantalones, siguió besandome e hice bajar mis bragas al igual que el sus calzoncillos. Me agarro de los muslos, cogiendome contra la pared, se introdujodentro de mi de manera suave, pero a medida que eso se movía y mis gemidos aumentaban subió el ritmo.

-Te quiero Aelyn, te quiero mucho -pronunció entre gemidos. 


En la multimedia una foto de Alejandro Fernandez, el hermoso lector .

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Insultos de amor, piropos de odio [ IDAPDO 1 ] | Editando |Where stories live. Discover now