[26]

804 106 73
                                    

Habían quedado en verse allí. Un cambio de planes del último momento. Soojin se sentía decepcionada, pero no se lo diría. Sabía que nadie controlaba su vida al punto de poder prevenir los imprevistos. Así que, sabía que era injusto molestarse por algo como ello. Se miró nuevamente en el espejo y sonrió. Nunca se había visto tan guapa. Sonrió. Chuu había hecho un buen trabajo obligándola a comprar aquel vestido rojo. Se había tomado mil fotos ya. Esperaba llegar pronto y poder hacerse muchísimas fotos con sus amigas.

Retocó por última vez su maquillaje y bajó. Su hermano la esperaba en la entrada vistiendo un traje de chaqueta ajustado. A su lado, su novia vestía un hermoso conjunto de chanel. Ambos se quedaron boquiabiertos al verla. Kai sabía que su hermana era hermosa, pero estaba totalmente a otro nivel.

- Nunca te había visto tan guapa - comentó.

- Nunca me he sentido tan guapa - respondió ella con una sonrisa.

- Así se habla - le sonrió su cuñada -. Eres realmente preciosa.

Hizo una pequeña reverencia. En aquel vestido, parecía una princesa. La sedosa tela roja estaba decorada en la parte de la cintura con pedrería plateada. El vestido se ataba de forma coqueta a su cuello, en un espléndido lazo. Incluso había ido a la peluquería para que la peinasen. Habían recogido casi todo su pelo en un moño. Algunos mechones parecían escaparse de este, cayendo como pequeñas ondas. Su espalda completamente al descubierto, mostrando su lechosa piel.

- Te ves como una reina - añadió de nuevo la contraria.

Soojin no pudo dejar de pensar en Shuhua. Ella le había comentado que su vestido sería de dos colores, pero no le había dejado verlo. Se preguntó qué pensaría Shuhua de su vestido. ¿Le gustaría? ¿La vería guapa? Su corazón latió ansioso. Echaba de menos a su novia. Desde el día que dijeron las notas, Shuhua se había mantenido incluso más distante. Soojin ni siquiera había tenido la oportunidad de contarle acerca de su petición de estudios a China. En algunos días le llegaría un correo con las universidades que la habían aceptado.

Sabía que Shuhua se iría pronto, tenía miedo no poder decírselo para entonces. Trató de dejar de pensar en ello. Hoy la vería, y sabía que Shuhua parecería un ángel. Aunque, en realidad, ¿cuándo no lo parecía? Shuhua parecía una figura celestial. Se la mirase por donde se la mirase. Era guapa, delicada, elegante. Tenía ese aire de la realeza innato.

- ¿Estás lista? - preguntó Kai mientras le tendía la mano.

- Solo me voy a graduar - bromeó ella -. Esto empieza a parecer una boda, con tanta formalidad.

- El día de tu boda no estarías tan guapa - se burló él -. Estarías tan nerviosa que seguro no podrías mantener el peinado o el maquillaje en su sitio.

Ella le sacó la lengua. Ambos se rieron. Kai le había comentado acerca de su intención de pedirle matrimonio a su novia. A Soojin le pareció que todavía eran demasiados jóvenes, pero ellos llevaban ya bastante años juntos, y cada día se los veía más enamorados. Soojin estaba segura de que su hermano nunca encontraría otra chica como ella.








Alisó la parte inferior de su vestido. Tenía miedo de que en el camino de su casa a la escuela se hubiera arrugado. Pero su madre pronto le estuvo diciendo que estaba perfecta.

- ¿Qué creas que sea tu sorpresa? - preguntó su madre.

- No lo sé - bufó -. ¿En serio papá no te ha dicho?

Su madre negó con la cabeza. Cuando su marido había llegado esa mañana diciéndole que aquella noche tendría una sorpresa, ambas se habían quedado igual de sorprendidas. Ella le había intentado sacar alguna información a su marido. Pero este se negaba a decir nada, argumentando que ella probablemente se lo comunicaría a Shuhua de saberlo. Y era cierto. La madre no servía para guardar ningún secreto de su hija.

bad, bad girl [SooHua]Where stories live. Discover now