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El timbre sonó, llenando cada lugar del edificio. La campana anunciaba el final del día. Las celebraciones de los alumnos no tardaron en llegar. Esa semana sería la última que tendrían de clase. Luego tendrían que aprovechar las semanas libres para el estudio, antes de la primera semana de exámenes.

Todos los alumnos recogieron sus cosas con prisas. No veían el momento en el que la campana anunciase el fin de su último día como estudiantes de aquel lugar. Sin embargo, Soojin recogió sus cosas con tranquilidad. No tenía razones para adelantar las cosas. Prefería la tranquilidad que le darían los pasillos desiertos, el no escuchar de nuevo su nombre salir de las bocas de sus compañeros. Suspiró.

- Chicas, he quedado con Yuri, yo...

- Anda, vete ya - habló Ryujin mientras le daba un suave golpe en el brazo -. Mucha suerte, enana.

- ¡Oye! - hizo un tierno mohín que pronto dio paso a una sonrisa - Les contaré esta noche qué tal.

Ambas chicas se despidieron de la otra mientras esta corría hacia la salida. Después de un encontronazo con Yena esa misma mañana, había decidido decirle a Yuri sus sentimientos por ella. Quería que supiera como se sentía, y si la aceptaba, podría alejar a Yena la próxima vez que fuera a buscarla. Esperaba que una relación fuera suficiente para alejar a la delegada.

Ryujin y Soojin se miraron durante unos segundos antes de seguir guardando sus cosas con tranquilidad.

- ¿Irás hoy a ayudar a Chuu? - la peliazul asintió con una sonrisa - No me puedo creer que después de todo lo que ha pasado, quiera irse del país con nosotras.

- Es normal. No quiere quedarse aquí. Tiene muchos recuerdos.

- ¿Vais a ser Chaewon y tú capaz de mudaros?

Hubo un momento de silencio. Soojin había seguido guardando los materiales en sus respectivos lugares mientras que Ryujin se había parado de repente. Ella lo había pensado varias veces desde que conoció a Yeji. No quería separarse de ella, pero tampoco quería quedarse en Corea. No le podía pedir que dejara su vida de lado para seguirla, pero tampoco podía ser tan egoísta como para pedirle que la esperase por los cuatro, cinco años que durasen sus estudios.

Retomó lo que estaba haciendo.

- Yeji y yo ya no somos nada - murmuró -. Chuu me dijo que lo más probable es que pronto Yeji le pasase una nota diciéndomelo. Ya no se refería a mí como su pareja en las sesiones grupales - confesó -. Supongo que ya no tengo nada que me ate a Corea.

- Lo siento yo...

- No es nada, yo también creí que podríamos solucionarlo.

Ninguna añadió nada más. Ryujin terminó de recoger y se despidió de ella. Desde que Chuu le había comentado acerca de la posible nota, ella había querido llegar siempre lo antes posible. Aunque en la nota, Yeji rompería su corazón, aparte de su relación, necesitaba tenerla. A fin de cuentas, era lo último que tendría de ella.

Soojin frenó nuevamente sus movimientos.

- ¿Cuánto tiempo vas a fingir que se te perdió algo? - preguntó sin siquiera girarse.

Escuchó un leve golpe y luego un susurro que no llegó a entender. Supuso que estaría maldiciendo en su idioma natal a causa del golpe.

- ¿Cómo? - preguntó la otra.

- No soy tonta, Shuhua - habló, todavía dándole la espalda -. Bueno, no lo soy para algunas cosas. Para otras parece que confío demasiado. ¿Te lo has pasado bien? - preguntó.

La china agachó la cabeza. Sabía que no decirle a su unnie era una muy mala idea, pero si quería que se viera real, tenía que hacerlo así. No quería lastimarla, pero sabía que Yves la observaba con cuidado. Le había preguntado varias veces por Soojin. Necesitaba inventar algo, conseguir que no la asociasen de una manera amistosa a ella.

bad, bad girl [SooHua]Where stories live. Discover now