Capítulo 35

Mulai dari awal
                                    

Mycroft asintió con cortesía. La mujer lo condujo por el vestíbulo hasta el umbral de la sala.

— ¿Quieres que te guarde el saco? —elevó la voz lo suficiente para hacerse oír por encima de la música.

— No, se lo agradezco.

— Okey. Baño, segunda puerta a la derecha. Si quieres colgar tu abrigo puedes dejarlo en el dormitorio, primera puerta a la izquierda. Y si necesitas algo, solo avísame. Que te diviertas. —le dio dos palmaditas en el hombro y se alejó, contoneando sus caderas al ritmo de la música. 

Mycroft parpadeó un par de veces, consternado por la confianza y el carisma que transmitía esa mujer.

"¿Todos en la familia de Anabeth son así?"

El joven desplazó el pensamiento de su cabeza. Debía concentrarse.

Sus ojos recorrieron el lugar. Muchas caras le resultaron familiares de la escuela. Algunos jóvenes bailaban mientras que otros se encontraban acomodados en los sillones. Más allá de la sala, sentado en la mesa de la cocina, reconoció a Walter platicando con otros adultos. Mycroft intuyó que esos deberían ser los abuelos y tíos de Anabeth.

Hasta ese momento ninguno de los presentes había reparado en su presencia, lo cual lo alivió. Aunque sabía que ese alivio sería momentáneo.

Anabeth no estaba en la sala, así como tampoco había señales de Clara o Erika. Él sabía que, si encontraba a una, probablemente encontraría a las tres.

"Jardín." La respuesta bailó frente a sus ojos.

Respiró profundamente y se obligó a poner un pie delante del otro, abandonando la seguridad del vestíbulo.

Atravesó la sala, sintiendo como si se estuviera metiendo en un pantano lleno de cocodrilos. Mientras caminaba, podía sentir las miradas de aquellos que lo reconocieron al instante. Incluso con la música a todo volumen, logró escuchar algunos comentarios como: <<¿Ese es Mycroft Holmes? No puedo creerlo.>> <<¿Qué hace Mycroft aquí?>> <<¿Desde cuándo Holmes va a fiestas?>>

Siguió caminando, ignorando los murmullos de sus compañeros de clase. No le importaba que hablaran. Estaba ahí por Anabeth, nada más y nada menos. Si ellos no podían verlo, entonces eran unos completos idiotas.

"Y no perderé mi tiempo con idiotas."

Divisó la puerta de vidrio que conectaba la cocina con el patio trasero. Recorrió los últimos metros y salió a la intemperie. El frío de la noche contrastaba enormemente con el calor sofocante del interior.

Como predijo, Anabeth estaba en el jardín. Se encontraba sentada en una silla a unos 6 metros de distancia, siendo rodeada por su grupo de amigos. Parecía estar enfrascada en la conversación.

Mycroft no hizo ni el más mínimo intento por acercarse. Por un momento permaneció inmóvil en su lugar. No fue debido a la abrupta diferencia de temperatura, sino a la apariencia de su amiga.

Siempre la había visto con el anticuado uniforme beige del instituto o, en su defecto, con remeras estampadas y jeans desgastados. Pero en esta ocasión se veía completamente diferente, hasta el punto de que casi no podía reconocerla.

Usaba una falda de tubo negra que dejaban en vista sus largas piernas, siguiendo más arriba con una remera corta del mismo color de dejaba a la vista su cintura, chaqueta de cuero roja por encima de sus hombros y zapatos de taco bajo a juego. Podían apreciarse sus curvas, al tiempo que dejaba dar rienda suelta a la imaginación. Era un conjunto provocativo, mostrando la cantidad justa de piel, pero sin llegar a lo vulgar o grotesco.

La Clase del 89' (Mycroft y tú)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang