El amor para Jeon Jungkook se había acabado cuando su esposa falleció, sin poder creer volver a amar.
Cómo un padre soltero le explica a su hijo; que ese chico no es un ángel enviado por su madre.
-Es el ángel de mamá.-grito el pequeño, tirando de...
Jimin lo detuvo, y sólo se aferro a su amigo y comenzó a llorar lo cual lo dejó un poco desconcertado, el castaño sabía que Jimin no eran de los que lloraba por cualquier cosa, jamás se mostraba débil y verlo así le preocupaba.
Incluso cuando Jimin le contó de la primera vez que Mi Kwan lo golpeó el rubio no había llorado, ni las siguientes veces que ocurrió lo mismo.
—Fue mi madre.—soltó.— quiere que regrese con Mi Kwan pero yo no quiero Tae, yo no soy feliz con el.
—Esa...—respiro hondo.—Yejin ya no puede controlar tu vida, Jimin, ya no eres un niño no permitas que ella te diga que hacer.
—Lo sé Tae.
Jimin sabía que Taehyung tenía razón, el castaño había sido testigo de cómo su madre manipulaba todo por salirse con la suya, y por eso el rubio tenía un poco de miedo de lo que podía llegar hacer capaz su progenitora.
Después de un rato, ya más tranquilos los dos desayunaron juntos, Jimin solo agradecía al universo por haber puesto a alguien como Taehyung en su camino.
El castaño era el único que sabía de los maltratos de su ex pareja, aparte de su madre a quién no le importo lo más minimo, si ella recibía una cantidad de dinero mensualmente todo estaba bien. Era el "regalo" de su ex por agradecimiento de estar con Jimin.
Se encontraban en el sofá cómodamente viendo una película, con palomitas y un par de golosinas, tarde de amigos eso era justo lo que necesitaba el rubio.
—¿De dónde lo conoces?.—pregunta de repente el castaño llevándose un puñado de palomitas a la boca.
—¿De quién hablas?
—Oh vamos, no hagas como si no supieras de que estoy hablando.
—No se de que hablas Taehyung.— se levanta del sofá con una sonrisa en el rostro y se dirige a la cocina.
—Ven acá Park Jimin.
El rubio solo pudo correr de un lado a otro, tratando de que su mejor amigo no lo alcanzará al final todo esfuerzo fue en vano ya que Taehyung era más rápido.
Después de tanta insistencia Jimin le contó todo, desde cuando se conocieron en la biblioteca y la extraña situación con lo del ángel, como lo había defendido de su ex, hasta el día de la discoteca.
Entre risas y juegos tontos, preguntas sin sentido de parte de ambos, Jimin también quería saber la "relación" que llevaba su amigo con Hoseok.
No quería que lo lastimaran, Taehyung no se merecía eso.
📖📖📖
En aquella enorme casa, reinaba la risas de dos pequeños que disfrutaban en compañía de sus abuelos, la señora Jeon consentia en todo lo que podía a sus nietos, no había límite para ella.
—Mamá, ya no les des calletas.— se quejo Namjoon.— si sigues dándoles dulces quien sufrirá las consecuencias seremos Jin y yo. ¿Sabes lo difícil que es querer dormir a una niña de 4 años con tanta azúcar en la sangre?.
—Deja de quejarte y ve ayudar a Jinnie en la cocina.— dijo.— son mis nietos y pocas veces los disfruto como hoy.
Jungkook solo se limitaba a reír, pues el sabia que no debía llevar la contraria a su madre, no cuando está amaba a sus dos nietos y hacía cualquier cosa por ellos.
Mientras miraba a su pequeño sonreír, un a pregunta vino a su mente ¿como reaccionaría Jungmin si llegara ver a su papá con otra persona que no fuera su madre? No estaba seguro de que reacción tendría su pequeño en respuesta a aquello.
Se sorprendió así mismo por estar pensando esas cosas, ¿hace cuanto tiempo no pensaba en una relación? ¿Por qué estos pensamientos venían a su mente? No lo sabía y le daba miedo descubrirlo, ya que toda la mañana había estado pensando en la noche anterior y la sonrisa del rubio.
¿Por qué no le pedí su número? Podría llamar a Hoseok y que él se lo pida a Taehyung, pero no quería sonar desesperado ¿a quien iba a engañar? De verdad quería el número de aquel chico.
—En qué piensas hijo— preguntó, sentándose a su lado.
—Sólo en Minmin.— dio un largo suspiro para dejar caer su cabeza en el respaldo del sofá.— y en el futuro.—añadió.
—Él estará bien hijo, nunca le hará falta el amor y cariño que tiene junto a ti y todos nosotros, si es por que te preocupa que crezca sin Yang Mi o tal vez... — interrumpió sus palabras al ver la mirada de su hijo, era casi indescifrable para cualquiera pero era su hijo y lo conocía muy bien.— no te referías a eso verdad.
—No se por que tengo estos pensamientos papá.
—¿Hay alguien que te hace cuestionar y tener esos pensamientos?.—interrogó.
Jungkook analizó las palabras de su padre, ¿de verdad está teniendo esos pensamiento por jimin?
No quería adelantarse a nada, no se conocían muy bien y no quería que el recuerdo de su esposa lo confundiera con el parecido del chico.
— Conocí a un chico...— menciona.— y me hizo sentir cosas, hace tiempo no me sentía atraído por alguien, pero no quiero apresurar nada, no llevamos mucho tiempo conociéndonos, ni tan siquiera se si yo también le parezco físicamente atractivo.
—Entiendo.— rió.— pero te has dado cuenta que eres un Jeon cualquiera se puede enamorar de ti.
Enamorar, esa palabra ¿él podría enamorarse de nuevo? Hasta el momento sólo sentía una fuerte atracción por el rubio, pero hablar de amor es otro tema con el que no podría liderar en estos momentos.
—No quiero que te detengas por Minmin, él es un niño muy inteligente y si tu estas feliz el también lo estará, se que sabrás escoger a la persona correcta para permanecer a tu lado y al de Jungmin.
—Gracias papá.— dijo con sinceridad
—Bien, ahora vamos a comer sino tu madre me dejara durmiendo en el sofá.— soltó con una pequeña risita.
Quizá su papá tenía razón y su hijo sería feliz si él también lo era, esto no sólo se trataba del hecho que tenía una atracción por Jimin, sino el como se sentira su hijo con otra persona, compartiendo y disfrutando también de aquellos pequeños momentos que por dos largos años solo le pertenecían a él y a su hijo.
¿Como sería compartir los momentos tan íntimos de su hijo con otra persona que no fuera su esposa? No debía solo pensar en el que podía sentir él, también tenía que pensar en su hijo.
Jungkook sabía que la persona que estuviera a su lado no sólo debía quererlo a él sino también a su pequeño, era el paquete entero o así de simple.
Es todo o nada.
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