Poesías de la cuarentena ©

Salir a festejar

Tras tanto sufrimiento, dolor y malestar.
Todo ese estrés y cansancio acumulado.
Todas las faltas, y los porqués y las dudas
que se amontonaron como marcas en la piel,
como polvo en las esquinas sin barrer.
Hoy digo basta, por mi bien.

Tras las paredes que hablaban por las
noches contando historias de segregación
y separación. Entre los muros-barrotes
que dejaban ver el exterior, como sombras
de libertad, casi anhelos, casi sueños.
Hoy digo se acabó, por mi bien.

Quiero salir a festejar que estamos bien,
que aquí seguimos. Nos caímos pero nos
levantamos y ahora después de mucho
tiempo quiero salir a festejar. Nos merecemos
salir a festejar. Quiero un reencuentro
para festejar.

Salir a pintar mis acuarelas
mirando al sol, sintiendo ese
cosquilleo en la piel. Se llama:
Plenitud.
Mirando nubes, pintando azul,
verde, amarillo y todos los demás.
Reflejar en mi alma el arco iris
de mis hojas y mis ojos.

Que mi rutina de baile sea abrir las cortinas
al amanecer. Escuchar el canto del silencio
de una mañana tranquila. Ven conmigo,
beberemos un potente desayuno como en la
infancia. Porque como entonces hoy celebramos
un día más, sin darnos cuenta. Perdonamos,
sin darnos cuenta. Olvidamos, sin darnos cuenta.
Somos felices, sin darnos cuenta.

Tomarnos de la mano como al pasar
y girar cuál panaderos al viento
que se despeinen nuestros cabellos,
y las angustias se aflojen como nudos
desatados. Desatémonos.

Si doy un paso y me muevo
no quiero oír más quejas y
discusión, quiero sentir simplemente
que hoy es el gran día del festejo.
De lado a lado, con vos y yo,
con el vecino y el amigo.
Con la mascota y con el amor,
porque hoy es el día del festejo.

Que tu sonrisa y mi grito ardiente
contagie a otros para enseñar,
que no hay mal que por bien no venga,
y que se puede volver a andar.

Si estás cansado, a descansar.
Cuando vos puedas, festejaras.
Si no te importa o no lo quieres,
nadie te juzgará. No es tiempo de
juzgar, es tiempo de festejar.