Para entender el nuevo modo
en qué nos dicen cómo vivir,
van estas claras instrucciones,
propias de una época especial.
Prohibido salir a menos que sea
necesario. O para trabajar. O para
comprar. Hacer ejercicio se
recomienda. Pero a la vez no.
Al llegar quítate la ropa y bañate
el virus no dura mucho tiempo en ella
pero por las dudas. Y no toques/beses/
respires/tosas/ cerca de alguien con fiebre.
No olvides que nunca se sabe,
así que controla el tipo de información
que consumes porque por ahora
no podemos hacerlo por ti. Aún.
Usar guantes es indispensable,
pero a no tocarse la cara con ellos.
Lo mejor es no usarlos, el virus se
les puede pegar. Tiralos y quémalos.
El tapabocas es lo que el aire
para el asmático. No salgas de
casa sin el. Más tampoco lo
glorifiques pues no sirve de mucho.
Cuarentena total es la mejor opción.
Quédate en casa, por favor.
Dedícate a trabajar desde allí,
y mira tu televisión y usa tu internet.
Salvo que no puedas hacerlo,
en cuyo caso salir tendrá que ser
tu culpa, no la de estas precisas
instrucciones.
No concurras a lugares donde
hay mucha gente, de esa que no
respeta. Aléjate de marchas,
protestas y fiestas. Son peligrosas.
No te deprimas ni te pongas
triste. No estés mal por estar
solo. ¿Fácil verdad? Recuerda que
lo peor aún está por venir.
Debemos estar lejos,
sin dejar de estar cerca.
Vigílate, y vigila a los demás.
Es todo por tu bien.
No acapares cosas.
No compres en demasía.
¿Qué hará el resto sino
cuando estalle la crisis?
No vayas a ningún lado,
sin tu alcohol en gel.
Aunque sirve mucho más
lavarse las manos.
Cuidándote, sal.
Admira el cielo celeste.
Las calles repletas de gente.
Y espera sentado, nuevas instrucciones.
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Poesías de la cuarentena ©
PoetryY de repente algo irrumpe barriendo con todo a su paso. La novedad. El miedo. El dolor. La culpa. El amor. La unión. Algo pasa y volvemos a recordar que somos humanos. A pensar que quizá nunca debimos olvidarlo. La necesidad de permanecer encerra...
