× Capítulo 20 ×

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Comenzamos una carrera al rededor de la piscina y no llegué a alcanzarle, resbalé y caí al agua, maldije todo en ese momento. Le grité de todo y luego se tiró al agua salpicandolo todo. Fue nadando hacía mi y yo comencé a nadar rápido en dirección contraria a la de él. Volvimos a hacer una carrera dentro del agua, me sentía agotada y me detuve, miré por todos lados y no vi a Cheeto. Me halaron del pie hundiendome en el agua, maldije todo otra vez. Salí a la superficie rápido y lo miré muy mal.

- Casi me ahogo. - Dije molesta.

- No te enfades princesa, sólo fue un juego. - Hizo un puchero.

- Pues no me ha echo gracia. - Miré a otro lado.

Me giró la cabeza rápido y me besó, intenté separarme, seguía molesta pero no tardé en seguirle el beso. Rodeé su cuello con mis brazos y él me apretó contra su pecho.

- Eres un estúpido. - Dije entre nuestros labios. - Pero amo a este estúpido.

Continuamos besándonos y salímos. Nos secamos, teníamos la ropa empapada de agua, fui a mi cuarto y me puse unos Jeans y una camiseta negra de tirantes. Cenamos y como no, esos dos estaban todo el tiempo dándose mimos, besos y susurrándose cosas al oído. Hace tiempo que Cheeto y yo ya no nos damos ese cariño en el comerdor... Sentía la mirada de Rubius en mí cuando los miraba a ellos supongo que supo que me desagradaba verlos así tan juntos.

Terminamos de cenar y Cheeto fue conmigo a mi habitación. Charlamos tranquilamente en el balcón de mi cuarto, al rato volvimos a entrar y me senté en la cama y él en el piso mirándome. Acaricié su barba.

- Es super larga y durita. - Reí.

- Eso es lo que me dicen todas. - Reímos.

Unos sonidos extraños comenzaron a escucharse de la habitación de enfrente, la de Caeli. No le di importancia.

- ¿Cómo que todas? ¿Me estás engañando con putitas? - Me hice la enojada.

Al preguntarle eso el recuerdo de Ust y yo teniendo sexo volvió a mi cabeza, me sentía muy culpable de aquello, no logro sacarme eso de la cabeza. Pero es verdad... Engañé a Cheeto.

- Nop. - Dijo sonriente. - Nunca te engañaría con otra, ¿Tú si?

Me tensé en ese momento, me puse muy nerviosa.

- ¡Cl-claro que no tonto! - Reí nerviosa.

Se sentó a mi lado y charlamos tranquilamente. Pasaron 5 minutos y se escuchaban gemidos muy fuertes de la habitación de Caeli... Me quedé mirando un punto fijo sin expresión alguna. Ust y ella... No puede ser, sentía una presión muy fuerte en el pecho que me impulsaba a llorar, pero Cheeto está aquí. ¿Pero porqué quiero llorar?

- Y no sé dónde lo dejé. - Terminó de decir y me miró preocupado. - ¿Amor estás bien? - Lo miré y asentí con una sonrisa falsa.

Nos quedamos unos segundos en silencio, sólo se escuchaban los fuertes gemidos de Caeli y el choque sus pieles. Apreté las sábanas por el dolor y la rabia que sentía, una lágrima recorrió mi mejilla y la quité rápido.

Cheeto y yo nos miramos y me besó, le seguí. En pocos segundos se encontraba encima de mí, el beso fue subiendo de tono, besaba mi cuello, mordía mi oreja y apretaba mis pechos. Realmente no sentía nada de placer, tan solo me quedaba quieta mientras escuchaba los gemidos de Caeli y ahora los jadeos de Ust. Cheeto fue a desabrochar mi pantalón y lo detuve.

- No Cheeto... - Dije.

- Venga ____... Un poquito. - Hizo un puchero y me besó nuevamente mientras intentaba desabrocharlo. Lo detuve otra vez.

- No tengo ganas Cheeto. - Lo empujé.

- ¿Me vas a dejar así? - Señaló el bulto de su pantalón. No dije nada. - Ellos pueden follar y yo no. - Se quejó referiendose a Caeli y Ust. Salió del cuarto dando un portazo.

Rodé los ojos y me acurruqué en la cama. Sólo estaban los gemidos de ese par y yo... Mi vista se volvió borrosa, lágrimas caían por mis mejillas. No paraba de llorar, sentía una fuerte presión en mi pecho. Rápidamente la frase que me dijo Rubius me vino a la cabeza "Cuanto más te engañes, las cosas más te van a doler"... A lo mejor tiene razón, ¿Pero qué siento realmente? Es verdad que me encanta estar con él, que lo quiero mucho y todo de él me fascina, su carita, su forma de ser, su sonrisa... En fin, me hace feliz...

Abrí mis ojos un poco más y mi corazón empezó a latir con más fuerza, me levanté de la cama aún sosollando. Me dirigí al baño con desesperación, me eché agua en la cara y me miré al espejo.

- No puede ser ____... - Me dije a mí misma.


Sólo Sexo (Ust & Tú) Where stories live. Discover now