¿Será que me dejan tranquila?

Start from the beginning
                                    

—¿Puedes explicarme, cómo es eso de que, hay chicas que te golpean en el colegio?

—Eh... yo... no —No sabía que decir ante su pregunta.

Sí, me golpeaban, pero no creo que sea lo correcto decirle a mi hermano.

—Me preocupa el hecho de que te golpeen, pero me preocupa, aún más, que no te defiendas— Se notaba molesto— ¿Cómo es eso de que te defendió, y te llevo a la enfermería, un chico? Yo creo haberte enseñado a que te defendieras ¿Por qué no lo haces?

—Eso a ti no te incumbe, son mis peleas y son mis problemas— Le dije seria, para que me dejara en paz.

—Te equivocas, Elisa. Soy tu hermano y sí me importa— Dijo molesto.

—No, no te importa. Ahora déjame en paz— Finalicé molesta, tomando mi bolso, que tenía los objetos que utilizaba para asesinar.

—No, no te dejaré en paz hasta que no respondas, hermanita. Llego la hora de que respondas todas mis preguntas— Me tomó fuertemente por el brazo.

—No te responderé una mierda, ahora déjame— Me solté de su agarre como pude.

Salí corriendo de la casa, ignorando los gritos de mi hermano. Decidí ir a la casita del árbol, puesto que sabía que el bosque no me encontraría nadie.

Suspiré.

Mientras caminaba hacía el bosque, comencé a pensar.

No es que no sepa defenderme, es que no puedo. Como se lleguen a notar mis habilidades, o me emocione demasiado y las mate, seré una de las principales sospechosas. Ya tengo suficientes problemas con la policía cuando soy Dark Shadow, no quiero tenerlos también siendo yo, Elisa Brown.

Ya en la casita del árbol, me puse mi ropa de asesina. Consistía en una sudadera negra, mi jean negro y mis converse negras. Lo único que me cambié, fue la sudadera, ya que mi jean negro y mis converse siempre las tenía puestas, pero usaba este sudadera especialmente para matar, para no llenar, el que uso siempre, de sangre.

Tomé mi cuchillo y salí a caminar por el bosque, a esperar que fuera de noche.

Escuché un grito y corrí, para ver que era. Me escondí en unos arbustos y vi que eran tres asesinos, que estaban matando a unos chicos que tenían en sus manos unas ¿notas? No lo sabía.

Intente alejarme en silencio, pero pisé una ramita y esta hizo ruido. Vi como los tres chicos me miraron y yo solo me eché a correr.

Sentí como alguien me atrapó por detrás, tirándome al suelo inmediatamente.

—Masky, Hoodie, sosténganla— Dijo el chico que tenía un bozal y gafas anaranjadas, mientras que los otros dos chicos me sostenían.

Uno me sostenía los brazos y el otro las piernas, mientras yo trataba soltarme de su agarre

—A ver linda, quédate quieta— Habló, otra vez, el chico del bozal, poniéndose arriba de mí y colocando una de sus hachas en mi cuello— ¿Quién eres y qué haces aquí?— Preguntó de manera seria y con dominio en su voz— ¡RESPONDE!— Gritó él al ver que no respondía.

—Eso a ti no te importa— Respondí con dificultad, por su hacha en mi cuello.

—Oh niña, te equivocas, claro que me importa. Pero si tú no me dices, tendré que verte la cara completa, para poder mirarte a los dos ojos al matarte— Me asusté cuando dijo eso, ya que, si me quitaba mi flequillo, se vería mi cicatriz.

—Atrévete y te arrepentirás— Seguía hablando con dificultad, pues no había quitado el hacha de mi cuello en ningún momento.

—¿Qué me vas a hacer niña? No te tengo miedo— El chico habló con voz burlona, pero notablemente orgullosa.

Hija de Slenderman sin saberlo. (Editando)Where stories live. Discover now