34. Strange

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34. Strange.




Una oscuridad que no parecía acabar sin importar los pasos que dieras, gritos y lamentos que se volvían naturales con mí crecer, la soledad que puede rodearte, jamás me di cuenta de ello hasta que llegaste. Sin embargo, ¿Cómo fue que aquello se convirtió en esto?


El silencio parecía penetrante, cualquier ruido podía delatarme, con sumo cuidado logré que mis dedos llegaran hasta el helado suelo. Paso a paso, sintiendo cada vez más de cerca ese frío infernal calando en mi pecho. Vacío, sin entender porque fue lo primero que apareció en mi mente al deshacerme de aquellas cortinas. Un día tras otro, es aburrido, siempre escuchando lo que debo y no puedo hacer, siendo rodeado de todas esas reglas, es demasiado. Mamá siempre dice que debo hacer caso y no cuestionar a mis mayores, claro que también dice que no escuche a esos demonios y solo haga lo que crea correcto, es algo complicado pero logró entenderlo. —Takano-sama, —Su voz logró helarme— debe regresar a la cama no me haga repetírselo—habló con seriedad el señor tras de mí, alcanzándome después de un par de pasos, cerrando una vez más las puertas de cristal que daban al balcón de la habitación y con ello, las cortinas de este. ¿Por qué debía ser así?—A pesar que luces como el señor, eres igual de testarudo como esas criaturas.


No dije nada, regresando a la cama con la ayuda del sirviente. —No vuelvas a hacerlo, sabes que está prohibido no me hagas hacértelo entender—abandonó la alcoba tras decir eso último, manteniendo esa escalofriante sonrisa. 


 Mi papá ya me había dicho que yo no solía ser de aquí, que mi mami y yo vivíamos en otro lugar, que cuando era muy pequeño ambos vinimos a vivir junto con él. Yo no lo recuerdo pero mamá sí. Es por ello que debo ser cuidadoso, no dejar que nadie me lastimé, eso incluye a ese sirviente, ya que después de todo, ser mitad humano es algo que no pueden olvidar.


Logré salir de mi habitación, sin ser visto por los sirvientes, corrí por el largo pasillo, estar encerrado en mi habitación es aburrido cuando las luces comienzan a apagarse, nadie quiere jugar o soportar mis travesuras todo el día, es solitario. La gente a mi alrededor constantemente dice que soy un error, aunque no son capaces de decirlo en mi presencia, fingen respeto y admiración. Son envidiosos del poder que tiene papi, hablando a sus espaldas, cuidando de cualquier equivocación que pudiera tener para tomar ventaja, aunque de igual forma les sea imposible. Lo llaman de distintas formas pero yo sé que se refieren a papá. Lo sé, no soy ningún niño tonto. A mis seis mil y doscientos días se distinguir a esa clase de personas, Mamá me lo enseño bien, no puedo confiarme de nada ni de nadie en este lugar.


Es cansado, desde que recuerdo todo es tan falso, realizan cualquiera de mis caprichos por temor a lo que represento. Nada aquí es asombroso, divertido, extraño, me hace pensar ¿Qué hay más allá? Lo he escuchado, todos hablan sobre el otro lugar, un espacio cálido donde personas diferentes a nosotros viven, monstruos débiles. Realmente yo no lo entiendo, dicen que mamá es de ahí pero ella no es como ellos dicen. A veces me cuenta sobre eso, habla de entornos que no recuerdo. También he escuchado que existe otro mundo aparte de donde vivimos y del hogar de mi mamá, aunque no dicen nada lindo de ahí, solo que ellos son los enemigos. ¿Acaso no les prestan sus juguetes? Eso podría ser una gran explicación.


Comencé a ser silencioso cuando esa gran puerta fue visible para mí, mamá no se esperará verme a esta hora ¡Sin duda voy a poder darle un susto! Escuche voces, gritos para ser exactos. ¿Esa es la voz de mamá? — ¡¿Cómo es posible que te atrevieras a eso?!—Su furiosa voz me hizo detener, ¿Fui atrapado? ¡No! No era posible, ella es asombrosa pero no puede ver a través de las paredes o al menos eso creo. Me agache, gateando hasta la puerta y así lograr ver por la pequeña ranura. ¿Qué están haciendo?

El príncipe de las tinieblas; Sekaiichi Hatsukoi {RxT} FINALIZADA.On viuen les histories. Descobreix ara