El príncipe de las tinieblas; Sekaiichi Hatsukoi {RxT} FINALIZADA.

10. ¿Maldad o Bondad?

10. ¿Maldad o Bondad?

El ambiente se siente extraño, como si algo estuviera pasando. Estamos corriendo en la dirección contraria a todas esas criaturas que vuelan, arrastran o se escabullen para llegar a ese lugar en específico. No entiendo porque debería irme, ¿Por qué no puedo ayudar a Takano con todo esto? Claro que sé que no sería de mucha ayuda pero me hace sentir algo intranquilo toda esta situación.

—Yukina-san ¿Podría decirme ahora que es lo que ocurre? —pregunté siendo difícil seguirle el paso al estar tropezando constantemente con esos demonios que van en dirección contraría. 

—Nada, solo asegúrate de no separarte Onode... ¿Onodera?—

La curiosidad mató al gato, sólo espero que esa frase no tuviera ninguna pisca de verdad. Escuché su llamado, ignorándolo por completo al sentirme tan intranquilo. Me separé del agarre de Yukina, siendo arrastrado entre el mar de Demonios. No era este exactamente mi plan, no tener control de todo esto, ¿Qué estoy haciendo? —P-Permiso—logré decir, siendo empujado, logrando al término de unos minutos lograr respirar de nuevo al salir de esa multitud.

Estoy haciendo algo muy estúpido, eso lo sé. Me puse de pie al haber tropezado cuando por fin logré salir, dándome cuenta que había llegado al destino que se suponía debía evitar. El ambiente luce tenso, creándose una especie de quiebre entre dos bandos. —Quiero arrancar sus alas—escuché la voz emocionada de uno de los demonios. —Necesito degollarlo—Ellos parecían inmersos en sus deseos, viendo atentamente a esas personas completamente diferentes. 

Seguí la mirada de aquellos Demonios, logrando ver al fin a ese azabache posicionarse frente aquel hombre desconocido. Ellos eran los culpables de todo este alboroto, aunque no logro entender ¿Por qué ellos? —Mátalo—Gritaron.

Fue un impulso, actúe como si de una fuerza tratase. Algo detonó en mi cuando ví a ese extraño tomar a Takano por el cuello, es algo que no puedo permitir. —¿Quién eres tú?—Su voz me permitió entender lo que había hecho, estaba entre esos dos, habiendo empujado lejos a ese hombre de orbes amatistas, cubriendo al azabache detrás de mí. Me vió con atención, tratando de descifrar algo en mí que juzgando por su siguiente confundida expresión, no lo logró.

—¿Qué crees que haces? —escuché al sentir un leve jalón, desviando mi mirada del ojivioleta, encontrándome con las esa mala mirada de Takano. Me pasó tras de él, sin duda la escena que estábamos dando frente a todas las criaturas era algo nuevo para ellas. Lograba escucharlas susurrar algunas, preguntándose si realmente yo había protegido a su futuro Rey.

—¿Es él?—Dijó sin esperar una respuesta concreta, parecía ya saberlo. El hombre cuenta con unas enormes y hermosas alas color blanco, él ¿Qué es?

—No—Habló de inmediato, tomando mi muñeca con fuerza como si temiera le fuera arrebatado—Entiéndelo, no tienes nada que hacer aquí Akihiko—Es claro el odio con el que se miran, lo desagradable que parece ser para ambos estar uno frente al otro. Sin embargo, ¿Por qué el único que luce hostil es esa persona?

—Te recuerdo que tú no significas nada para nosotros, eres una escoria solamente—El asco en su voz, ¿Qué le sucede a este tipo?

—¡¿Que manera de hablarle es esa?!—Cuestioné, jalando a Takano-san, quedando nuevamente frente a ese peliplata—Es él Príncipe aquí, al menos muestra respeto—exigí.

—¿Príncipe? El solo es una mancha que debe ser borrada—Sentirme molesto cuando ni siquiera soy yo quien es atacado, ¿Podrías parar? No lo soporto.

—¿Qué persona podría expresarse así de otra? Es despreciable—Se sorprendió, quedándose callado por unos momentos.

—Debes venir conmigo—pronunció, tomando rápido mi muñeca para jalar de ella. Espera, ¿Acaso intentas llevarme?

—Usami Akihiko, —Llamó su atención, sintiendo ese agarre que me hizo volver en mis pasos siendo atrapado entre sus brazos—No pienso repetírtelo otra vez—escuche al sentir un agradable calor envolverme. —No vuelvas a tocarlo—agrego mientras su mirada iba transformándose, al igual que su rostro parecía deformarse, mostrando poco a poco los colmillos que tenia por dientes, viéndolo con odio y enojo. ¿Qué esta pasando?

—Y si lo hago ¿Qué?—dijo de forma retadora, al dar un paso hacia enfrente quedando yo en medio de ambos, esto es incomodo, me siento nervioso, y solo se debe a la manera en que se ven, como si quisieran matarse ahí mismo. ¿Acaso son niños peleando por un juguete?

—Te matare...—Me sujetó con mayor fuerza Takano-san, provocando esa sonrisa en el peli-plata.

—Quisiera ver que lo hagas—

¿Cómo fue que quede en esta situación?

Continuará...