El príncipe de las tinieblas; Sekaiichi Hatsukoi {RxT} FINALIZADA.

28. Una bofetada de realidad.

28. Una bofetada de realidad no siempre es buena.

Los días pasaron, y de un momento a otro, ya no se qué pensar.

No sé como llegue aquí, no sé que es este lugar, no tengo idea de que debería hacer pero por alguna razón lo único que anhelo es poder ver a mi mejor amigo, realmente deseo ver a Ritsu sin importar que, es un extraño sentimiento pero creo que podría estar en problemas. El tiempo aquí es extraño, no tengo idea si las cosas pasan demasiado rápido o demasiado lento. En estos días he logrado escuchar esas voces, realmente no soy capaz de entender lo que susurran, pareciera que solo son productos de mi desordenada cabeza.

Solo han sido un par de días y aunque existen muchas razones para aterrarme de este bello lugar, la sonrisa de cierto desconocido logra calmar mi corazón. Quizás esto solo sea parte de mi delirio.

— ¿Estás listo?—Su voz me hizo reaccionar. ¿Listo? ¿Listo para qué?

— ¿Eh?—Solo pude decir, levantando la vista y así poder encontrarme con esos orbes amatistas. Ha sido poco tiempo pero, es agradable encontrar su mirada.

—Lo conseguí. Tal vez tengas una oportunidad para ver a Ritsu—Pronuncio. La alegría me invadió, ¡Esto es maravilloso!

— ¿De verdad? ¡Muchas gracias, Usagi-san!—Dije sin pensar, me lance contra él, abrazándolo por el cuello por lo feliz que me hacían sus palabras. Realmente no pensé muy bien sobre esto. —Lo-lo siento.

—No pasa nada...

Sentí el calor en mis mejillas al alejarme de su lado. Abrazarlo de esa manera, no sé en que estaba pensando. Sonreí con algo de timidez, ¿Qué más se supone que pueda hacer? —Entonces, ¿Cuándo podre verlo?—Me atreví a preguntar. El que pueda ver a mi mejor amigo una vez más puede significar muchas cosas, y una de ellas es que, es mi única salvación.

—Dentro de unos días, se hará una ceremonia y ahí, es donde actuaremos—Pronuncio, quiero estar feliz, poder sonreír ante ello pero, por alguna razón, la seriedad en sus palabras apagan cada chispa de lo que creo es una grandiosa noticia.

¿Acaso me estoy equivocando con todo esto?

...

Su seria mirada sobre mí, el silencio rodeándonos, esta situación es amenazante. No logro encontrar palabras que me ayuden a escapar de todo esto. Supongo que tratándose de ti, el mentirte es inútil. Siendo el próximo Rey de este lugar y ser incapaz de mentir ante tu mirada ¿Es eso tan ridículo? Después de todo yo...—Creo que estoy enamorado de ti...—Pronuncie.

Admitir abiertamente esas palabras nunca creí que podría ser tan difícil, pero tan satisfactorio. Mi mirada algo gacha, y el silencio en la habitación me ponían nervioso. Esto es nuevo para mí, jamás me había sentido así por una persona. Es aterrador. Comenzaba a impacientarme con el paso de los segundos, levante solo un poco la mirada para encontrar los orbes esmeraldas que podrían clavar la daga en mi pecho, solo fue un instante, mi aliento fue robado y mi cuerpo se congelo, ver esa imagen a pocos pasos de mi lograba hacer mi piel erizar.

Un castaño estático, sin rastros de la antigua molestia en sus ojos, completamente avergonzado. Sus bellas esmeraldas tan abiertas como le eran posibles, el carmesí se desliza por sus mejillas hasta llegar a sus orejas, ver el pequeño brillo en su mirar es capaz de confirmar todo lo que temía. Realmente me enamore de ti.

—Y... ¿Aun quieres confirmarlo?—Logro balbucear, descontrolando mi latir al conectar miradas.

Di unos pasos hacia él, encontrándome a centímetros de su cuerpo. Estar tan cerca de Ritsu, no creí que podría ponerme tan nervioso. Me atreví a tomar su mejilla, acariciándola levemente con mi pulgar. La suavidad de su piel, su respiración golpear con mi rostro, todo podría hacerme enloquecer. Es difícil ver, cuanto lo deseo.

Solo unos segundos. Solo un instante. Fue un roce entre labios y, un cosquilleo recorrió cada parte de mi cuerpo. Unos segundos en el paraíso, jamás creí que eso fuera posible.

—Me gustas...—Susurró.

Continuará...