Fue tal la adrenalina que sentí al estar con él, era tan distinto a todo, era… en verdad no sé cómo describirlo, pero me hizo sentir magníficamente genial, por lo menos hasta caí en la cuenta de lo que estaba haciendo. Estuve toda la semana huyendo de mi novio, poniendo de excusa que estaba enferma, no podía verlo a la cara, me carcomía la culpa de solo pensar en lo que había hecho pero a la vez me era imposible dejar de pensar en lo bien que me sentí. Era tan contradictorio, todo lo que paso desde aquel día se volvió una completa contradicción en mi cabeza, y aún más cuando me di cuenta que estaba enamorada de los dos y no podía elegir solo a uno.

No sé qué hare ahora, siempre supe que en algún momento esto iba a pasar, que algún día iba a estar entre la espada y la pared y no me quedaría otra que tomar la decisión, que seguramente sería la más importante de mi vida.

Hoy día me siento tan confundida como hace siete meses, es estúpido, en verdad siento como si fuese bipolar. Pase un mes entero lejos de James sin ni siquiera saber de él y por más que lo extrañe no fue algo que tuviese muy presente, porque estaba con Sawyer y soy feliz con él y cuando estoy a su lado no pienso en nada ni nadie más, pero en cuanto lo vi todo se removió nuevamente dentro de mí. Es loco y posiblemente lo más inentendible de la historia, pero amo los dos, y siento que los sentimientos son completamente independientes unos de otro, cuando estoy con Sawy es solo él y cuando estoy con James es solo James. El caso se complica cuando están juntos, ahí es cuando me siento completamente conflictiva por el que hacer, como actuar, como sentirme…

-Phi, te estoy hablando ¿dónde estás? Vuelve al mundo real, por Dios- sentí como dos manos me tomaban por los hombros comenzándome a sacudir trayéndome a la realidad. -¿En qué mundo estabas amigas? Llevo horas llamándote- me soltó Charlie refunfuñando en protesta de mi falta de atención.

-Lo siento solo… déjame, tengo muchas cosas en la cabeza- le reste importancia sacudiendo la mano. -¿Qué necesitas?- le cuestioné llevando mi cabello detrás de mis orejas para que dejara de molestar.

-Te iba a pedir que atendieran unas mesas pero creo que lo mejor es que te tomes un descanso- me indicó y antes de que pudiese negarme me dijo –estás completamente perdida, así no sirves, asique no insistas, tomate un rato y vuelve para cerrar, Ryan y yo nos encargaremos-.

-¿Segura?-.

-Si amiga, tú ve tranquila- me sonrió sin presionar con ninguna pregunta o gesto, simplemente  me dejo ir.

Sin más saque mi delantal verde y colgándolo en la parte trasera donde se encontraba el deposito, me dispuse a ir a dar una vuelta. Charlie tenía razón, así solo estaba molestando, además no sería la primera vez que la dejaba a cargo, de última no estaba sola, tenía a Ryan.

-¡Hey Phi!- sentí como alguien me llamaba ni bien atravesé la puerta de mi local.

-¿James, que demonios haces acá?- me asusté mirando para todos lados.

-Vengo a verte,  si espero por ti no te veré hasta que te cruce con Sawyer- me reclamó ni bien estuvo junto a mi lado intentando besarme pero le di vuelta la cara.

-James, aquí no- lo detuve colocando mi mano en su pecho y apartándolo de mí, este no era para nada el lugar adecuado para que me besara provocando que pegara un puñetazo al aire molesto. –Sabes que no podemos-.

-Lo sé Phi, sé que no podemos hacer nada- bufó molesto cerrando los ojos tratando de controlarse.

-¿Puedo preguntar qué haces aquí?- trate de cambiar de tema sin poder dejar de mirar a nuestro alrededor incomoda.

-Quiero invitarte a almorzar, quiero pasar un rato en paz contigo sin preocuparme por nada más. Hace un mes que no te veo y te extraño nena- me invitó con una actitud de niño pequeño con miedo ante el rechazo, y sinceramente no pude contener una sonrisa de mis labios, James lograba ser extrañamente tierno y dulce. Moviendo sus pies inquietos, mirando el piso y acomodando nerviosamente sus gafas de pasta sobre el puente de su nariz, típico en estas situaciones.

-Yo también te extrañe James- le correspondí sin poder contener las ganas de abrazarlo, aferrando mis brazos en su cintura mientras apoyaba mi mentón en su pecho, James era prácticamente un gigante. –Y si quiero ir a comer contigo- acepté alzando la cabeza para mirarlo desde abajo con verdaderas ganas de besarlo.

-Bueno entones ¿qué crees si…?

-¿Phine?- una voz preguntó desde mis espalda haciendo que me tensara de inmediato y soltara a James de manera poco disimulada.

Joder, esto no podía estar pasando.

Torn Between Two Lovers ✓Where stories live. Discover now