Capítulo 12

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Ya estaban en el hogar más calmados, Paul estaba curando las heridas de Till; lo mínimo que podía hacer después de todo el insulto y golpe que le había otorgado al mayor.

__¡Esto arde de la puta madre!. Exclamaba Till haciendo a un lado su rostro.

__Vamos Till, déjame curar esto de lo contrario te puede entrar infección. Decía el menor en lo que pasaba la gasa por el labio ajeno.

__Estoy acostumbrado a tener marcas de golpes o cortes provocados por mi. Suspiró pesado dejándose curar.

__Eso es antes Till, ahora que estás conmigo no voy a permitir dejar una herida así... Dios, tu nariz está fatal. Decía arrepentido.

__Uff tienes fuerza Landers, te subestimé mucho por tu estatura...

__Tsh lo que tengo de 1,77 lo tengo de fuerte. No se sentía orgulloso de haber actuado así ya que suele ser una persona muy pasifica.

__Enano no te fíes, yo no fui más violento contigo porque tuve piedad y sé que todo esos insultos que me dijiste no fue con tu mente clara. Se reía al recordar.

__Oye... Discúlpame por decirte gordo puto y de pito corto... En ese momento fue interrumpido por el mayor.

__Ya lo sé, estoy gordo pero lo de pito corto no lo puedes decir, tú has comprobado que no lo tengo chico.

__¡Ya cállate!. Le dio un zape en la cabeza.

__Ouch... cómo si no fuese poco, me maltratas y yo que tanto cariño te doy mi chiquitín gruñón. Le decía con tono dulce para molestarlo.

__Mira gorila de culo peludo, no te voy a pasarte mi trasero tan fácil ¿De acuerdo?. Ofendido tomó el equipo de curación para retirarse.

__Vamos enano, no te enojes. Iba detrás del menor.

En eso que Paul se dirigía al baño cerraba la puerta a propósito haciendo que Till se estrellara con esta, solo se escuchaba el feroz grito de dolor por tener rota la nariz.

Paul por su parte se aguantaba la risa en lo que ahora él estaba curando sus heridas, había un feo corte en su labio por el feroz puñetazo que le había dado Till, iba a quedar marca de por vida. Lo curaba para que el día de mañana no quedase tan inflamado como lo estaba ahora, por nada del mundo quería que Richard lo viese en ese estado ya que lo más seguro se agarraría a golpes con el mayor y después de todo este caos no era conveniente que Richard con Till pelearan por Paul.

Luego de ese rato estar en el baño curando de sus heridas salía a ver como se encontraba Till, este no estaba en la sala y sin más el menor fue a buscarlo a su habitación pero tampoco estaba, se dirigía a la cocina sin resultado alguno. Till se había ido del hogar y no le dio aviso alguno. Preocupado y sin entender Paul iba a la sala, ahí estaba el computador del mayor encendido y con la sesión iniciada, solo fue a apagarlo pero cuando vio que estaba leyendo una noticia se dedicó a chusmear esta.

''El guitarrista principal y fundador de Rammstein cae en hospital en estado grave producto a una sobredosis de drogas''.

Tan solo leer el sólo titulo hizo que paul entrara en mayor angustia, no sabía que hacer al respecto ya que no se llevaba bien con la actual esposa de su compañero como para llamarla, tampoco podía correr hasta donde se encontraba Richard ya que este vivía en new york pero exactamente no sabía la dirección de su hogar. Nervioso se alejaba de su computadora para sacar su móvil, nervioso buscaba en los contactos hasta encontrar el que necesitaba llamar, como pudo se dirigió al sofá cayendo tumbado de golpe a este en lo que esperaba en línea. Parecía eterno hasta que le contestaron.

__¡Paul! ¡que bueno que contestas! .

__Joe... Dime que lo que acabo de leer no es cierto... ¡No hace mucho que hablé con el por mensajes!. Decía con voz de angustia.

__Paul primero calmate, segundo debes venir, Richard no está bien.

__Joe... ¿Cómo lo hago?... Dios, esto me tiene mal... No hallaba palabras para responderle.

__Hablé con Till hace poco, se encargará de avisarle a los muchachos, tú sólo ven acá... Te enviaré la dirección por mensajes pero ven rápido, antes que sea tarde...

...

Había pasado una hora desde que se había enterado de la peor noticia, Richard estaba luchando por su vida por una sobredosis y Paul ahora tomaba el vuelo para los Estados unidos sin avisarle a alguien sobre su viaje, lo único que quería es llegar a tiempo a estar con su compañero. Las horas parecían largas, no podía ni si quiera dormir en lo que viajaba, pensaba una y otra vez que había pasado con Richard, no podía creer que había caído nuevamente en las drogas después de un largo tiempo luchando contra ellas al punto de dejar Alemania e ir a Estados Unidos a volver a ser una persona nueva. Todo esto no le calzaba.

Después de un largo tiempo de tortura mental llegaba al país destinatario, apenas se bajó del avión encendía su móvil para ver la dirección del hospital, para su fortuna estaba bastante cerca del aeropuerto por lo que tomó un taxi hasta alla. Otro largo viaje para Paul.

Al llegar al hospital corría hasta este entrando de forma desesperada, solo se detuvo para ir a preguntar a la recepción en donde se encontraba su compañero. Richard se encontraba en cuidados intensivos por lo que no dudó en ir, ahí afuera de la habitación se encontraba Jeletz acompañando a la esposa de su compañero, con cortesía los fue a saludar pese a que no estaba muy cómo con la presencia de la mujer que le quitó el amor de Richard. En este mal momento conocía a la hija de Richard, una bebé de apenas meses de vida, bonita y con los mismos ojos azules de su compañero. Haber sido otra ocasión le hubiese sido mucha felicidad de conocerla pero solo le causaba más tristeza de la que cargaba.

Luego de haber saludado pedía la autorización para poder entrar a ver a su compañero, ese fue el momento más duro para Paul . Hace un par de meses lo veía bien, sonriende y con un buen semblante, ahora estaba repletos de tubos, con su piel pálida, ojeroso y con un montón de hematomas en sus brazos. Le causaba la tristeza más grande de su vida.

__Richard... Dios mio ¿Qué has hecho?... Apenas decía en lo que se acercaba a este, no le podía responder debido a que se encontraba inconsciente. Desde que había ingresado al hospital no había despertado.

Al estar cerca de Richard tomaba su mano, sus lagrimas caían por si sola que sin duda cayó arrodillado al lado de la cama para solo apoyar su cabeza en esta en lo que sollozaba. Estuvo así solo un par de minutos cuando sintió una caricia en su rostro, esta solo lo hizo levantarse de golpe para confirmar quien había sido, era Richard que con pocas fuerzas le sonreía, había despertado.

__¡Richard!. Dijo el menor alegre en lo que solo se acercó a acariciarle el rostro.

Con pocas fuerzas Richard le dirigía la palabra.__ Paul perdón... Sé feliz...

__No digas eso Richard, no, no... Por favor no... Sabía que iba a pasar por las palabras que le dirigía su compañero.

Este por su parte solo se retiró la mascara de oxigeno, sin pensarlo Paul lo fue a besar como si con sus actos quisiera darle más fuerzas a Richard pero no resultó, apenas sus labios tocó los ajenos la máquina de pulsos dejaba de dar información, esa misma tarde el guitarrista dejaba de vivir.

La fuerza de lo prohibido  (Till x Paul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora