— ¿Por qué? — le pregunté, tragándome el creciente sentimiento de culpa y pena.

— Porque... odio saber que estás molesta por eso. Lo sé, Arabelle, confía en mí. Sé cuánto te debió haber afectado...

Se puso la cara entre las manos y se frotó los ojos.

— Solo puedo imaginar si yo estuviese en tu situación y tu hubieras resultado herida — inhaló profundamente — ... Yo lo hubiera manejado mucho peor que tú. Yo... yo solo... ni siquiera puedo imaginar cómo debe haber sido para ti y simplemente me mata tener que pensar en eso.

Bajé la vista y cerré los ojos, tratando de evitar llorar.

— Pero lo superaré, quiero decir, eventualmente lo haré. No deberías preocuparte por mí, no me pasó nada — comenté, volviendo a mirarlo.

— Sí, pero te afecta tanto como a mí.

Me mordí el labio. Sabía que no debería haber demostrado cuánto me molestó. Aunque... no mostré por completo cuánto lo hizo.

— He estado pensando mucho los últimos días — reflexionó, mirando hacia las pocas mesas.

— ¿Sobre qué? — consulté, un poco preocupada de que este tema se convirtiera en uno que no me gustaba.

— Tú, nosotros... todo.

Empecé a morderme las uñas con nerviosismo. Solo Dios sabe lo que va a decir a continuación.

— Tengo una pregunta que me he estado haciendo solo por curiosidad — comentó y me miró — ¿Todavía me amas tanto como lo hacías antes de que rompiéramos? Responde honestamente, puedo darme cuenta cuándo estás mintiendo.

— ¿Ahora es un buen momento para preguntar eso?

Me moví con inquietud, mirando mi helado que estaba sobre la mesa.

— Bueno, sí, ¿por qué no? ¿Preferirías hablar de eso en otro lugar?

— Solo, ¿esto es como una conversación...? — pregunté.

— Esto... es una conversación — replicó lentamente.

— Bueno, quiero decir, ¿quieres tener una conversación sobre nuestra relación?

— Um, eso es a lo que me refería, así que sí, creo que sí.

— Eh, bueno, ¿podríamos hablar de eso en otra ocasión? Quiero decir, ¿no aquí?

— ¿Dónde te gustaría hablar de eso? — cuestionó, mirándome mientras yo miraba hacia otro lado.

— No sé, simplemente, no... aquí... o ahora — respondí.

— ¿Solo no quieres hablar de eso en absoluto?

— No eso no es.

— Está bien... entonces hablaremos de eso más tarde.

Él miró hacia otro lado y después de unos momentos de silencio en nuestra mesa, Drake regresó, sonriendo como siempre.

— Olvidé lo amable que era ese tipo — habló, sacando su teléfono celular del bolsillo de su pantalón y mirándolo — Mejor ya nos vamos ¿Están listos, muchachos?

Asentí, levantándome de la mesa.

— Genial — dijo Drake con su teléfono, probablemente enviando mensajes de texto a alguien.

— Tenemos que terminar de empacar, luego nos encontraremos con mamá y papá en el aeropuerto, salieron a hacer algunas cosas antes de que nos fuéramos.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Where stories live. Discover now