Capítulo 31

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No tenía sentido tratar de irme a dormir cuando ya eran las cinco de la mañana, mi alarma iba a sonar en dos horas y, a decir verdad, ya ni siquiera tenía ganas de dormir. Había sido una noche emotiva y, en general, muy agradable con algunas excepciones, por supuesto. Cuando el sol comenzó a salir, tuve la idea de que saliéramos al techo y viéramos el amanecer, mi ventana conducía a una parte plana del techo en la que salía con bastante frecuencia cada vez que estaba molesta o tenía un día difícil, era una manera de dejar salir mi frustración o simplemente de olvidarme de todo por un rato. Esta vez solo quería ver salir el sol, no podía recordar la última vez que lo había hecho, Corey estuvo de acuerdo una vez que le aseguré que no era peligroso y que no me iba a caer ni nada. Así que nos sentamos en el techo, sus brazos me rodearon con fuerza, descansé mi cabeza sobre su hombro y entrelazamos nuestras manos.

— ¿Estás emocionada por casarte? — me preguntó.

— Sí — repliqué y sonreí suavemente.

— Hmm, yo también.

— ¿En serio?

Estaba un poco sorprendida, no estaba segura si a Corey realmente le emocionaba el matrimonio.

— Sí, puedo llamarte mi esposa, aunque nunca he pensado mucho en el matrimonio, me alegro de que lo hagamos, simplemente me asegura aún más que tú eres mía.

— No necesitas casarte conmigo para asegurarte que soy tuya.

— Bueno, sí, pero ayuda a hacerlo.

— Soy la persona más afortunada del mundo — musité.

— ¿Por qué?

— Porque me voy a casar contigo — repliqué y soltó una carcajada.

— Me siento de la misma manera.

— Creo que probablemente lloraré cuando nos casemos.

— Oh dios, si lloras me harás llorar — dijo y me reí suavemente.

— Intentaré no hacerlo.

Lamenté completamente no haber dormido cuando terminó la escuela, Corey y yo esperamos en el vestíbulo de la escuela a que Drake llegara, dijo que nos recogería ya que todos mis autos no servían y él sabía que odiaba usar la limusina.

Corey y yo estábamos parados cerca de la puerta, él tenía un brazo envuelto alrededor de mí y estábamos tomados de la mano. Un tipo que estaba sentado en unas sillas, un poco alejado de nosotros, nos miraba atentamente con una mirada desconcertada desde que entramos al vestíbulo, diría que eso era entre divertido y molesto, pero para Corey, me di cuenta de que era bastante molesto. Corey suspiró, miró al chico, fingiendo no haber notado su mirada los últimos diez minutos.

— ¿Qué mierda estás mirando? — Corey preguntó con un tono enojado.

Un tono en el que era muy bueno, debo decir. Los ojos del chico se abrieron.

— Uh, n...nada — tartamudeó, con una mezcla de conmoción y miedo en su rostro.

No miró hacia otro lado y Corey se enojó más.

— ¿Por qué no nos tomas una maldita foto, niño? — dijo y los ojos del chico se iluminaron.

— ¿Puedo? — inquirió y sacó su teléfono de su bolsillo.

— Hazlo y no podrás volver a caminar — Corey amenazó.

El chico tragó con dificultad y volvió a guardar el teléfono en su bolsillo.

— Lo siento — murmuró.

Vi que el Camaro negro de Drake se detenía afuera y saqué a Corey del edificio, ambos nos sentamos en el asiento trasero y Drake le bajó la música.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Where stories live. Discover now