Capítulo 6

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Entré a la casa y tomé aire profundamente para recomponerme antes de entrar al salón de baile. Todavía quedaban un poco de invitados, pero la mayoría se habían ido a la medianoche. Mary apareció una vez que me vio.

— Arabelle, ¿está todo bien? — preguntó pareciendo preocupada.

— Todo está bien — dije para tranquilizarla.

— ¿Estás segura? Te escuché a ti y a Corey allá afuera — insinuó.

— ¿Alguien más escuchó? — inquirí esperando que mis padres no hubieran escuchado.

— No, solo yo porque vine afuera a buscarte — comentó y yo suspiré con un poco de alivio.

— ¿Por qué estaban discutiendo?

— Es complicado y estoy cansada — murmuré, ella asintió comprensivamente, dándome una pequeña sonrisa.

Después de un rato, todos se fueron y la fiesta terminó oficialmente. Gracias a Dios, porque yo estaba agotada. Estaba parada a un lado de la puerta con Mary despidiéndome de ella.

— ¿Estás segura que no quieres que me quede? — ofreció nuevamente.

— Estaré bien — le aseguré.

— Está bien, te veré mañana — dijo suspirando.

— Adiós — dije antes de cerrar la puerta detrás de ella.

Exhalé profundamente, finalmente sola en mi casa, ahora solo tenía que encontrar a Corey. Subí las escaleras y revisé mi habitación, pero estaba vacía así que continué con la búsqueda. Vagué por el pasillo, revisando cada habitación momentáneamente. Llegué a la biblioteca y lo vi apoyado en el escritorio con un pequeño libro rojo en sus manos.

— ¿Corey? — inquirí con curiosidad entrando a la habitación, él no levantó la vista y pasó la página — Corey, lo siento.

No es que realmente haya hecho algo mal, pero aun así traté de ser cortés. Él no respondió, sino que simplemente cerró el libro y lo dejó junto a él, en el escritorio.

— Si te interesan los vampiros esto es lo que deberías leer — habló, miré al título del viejo libro "Diablos y Vampiros". Mis ojos se movieron hacia él.

— ¿Por qué? — indagué.

— Es la única historia sin prejuicios — dijo y asentí comprendiendo a que se refería, caminé y me senté en un sillón.

— Así que supongo que debo disculparme — declaré cruzando mis rodillas.

– Ya te disculpaste como una docena de veces desde que llegué aquí, no creo que haya necesidad — afirmó y lo miré — No esperas que yo me disculpe, ¿o sí? — dijo y rió secamente.

— No — declaré y suspiré, me estiré para quitarme mis molestos tacones.

— ¿Cómo estuvo tu fiesta? ¿Fue lo que esperabas? — preguntó con sentido del humor.

— Por supuesto — dije y reí ligeramente.

— No soy experto en fiestas, así que creo que para la próxima me sentaré afuera — comentó.

— Eso está muy bien — mencioné, descansé mi cabeza sobre mi mano mirando hacia abajo.

— Te ves muy cansada — notó y sé puso de pie con gracia.

— Estoy agotada — declaré estando de acuerdo.

— Creo que es la hora de dormir para la princesa — sonrió ligeramente y yo solté una carcajada poniéndome de pie.

— ¿Me vas a contar una historia antes de dormir?

— Claro — respondió, caminado detrás de mí cuando comencé a salir de la habitación — Te contaré la historia sobre cómo los humanos esclavizaron a mi especie.

— Oh, encantador — comenté sarcásticamente caminando por el pasillo.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Where stories live. Discover now