Capítulo 20

20.6K 1.9K 493
                                    

Me desperté a la mañana siguiente sintiéndome mejor que ayer. No vi a Corey en ninguna parte, me levanté y salí al pasillo, vi a Corey subir las escaleras y me acerqué a él.

— Hola, solo venía a revisarte — dijo.

— ¿Qué, voy a morir mientras duermo? — dije

— Es posible.

— Realmente no.

— Hablé con Trey — dijo Corey.

— Está bien ...

— Arabelle, deja de hacerte amiga de vampiros — comentó y me reí — no es gracioso.

— ¿Qué te gustaría que hiciera? ¿Quieres que sea mala? — pregunté

— No ...

— Bien, entonces, deja de quejarte.

— Simplemente no entiendo cómo lo haces, es tan fácil para ti ¿Por qué no es fácil para alguien más?

— No lo sé, pero creo que los vampiros son los mejores amigos — dije y él rió.

— Entonces, ¿quieres desayunar?, puedo hacerte algo — ofreció.

— Uh, si por favor — repliqué.

Lo seguí escaleras abajo hasta la cocina y me senté en el mostrador.

— ¿Qué deseas? — inquirió.

— Dijiste que no sabías cocinar — comenté.

— Mentí — dijo sin rodeos.

— Bueno, en ese caso, no importa, cocina lo que tú quieras.

— ¿Realmente no te importa? ¿Después de que te haga algo, no vas a decir que no te gusta? — preguntó y me reí.

— No, no soy exigente.

— Bueno — dijo y Drake entró en la cocina.

— Hola Bells, ¿cómo te sientes? — me preguntó.

— Bien, ¿cómo supiste que estaba enferma? — respondí.

— Corey me lo dijo.

— Ah.

— Debido a tu enfermedad, te perdiste una reunión familiar esta mañana — dijo Drake.

— ¿Cómo puede haber una reunión familiar si no estoy allí? — inquirí y se encogió de hombros.

— No lo sé, pero fue sobre ti.

— ¿Qué cosa de mí?

— Solo tú en general, oh y papá quiere que te apresures y encuentres a alguien con quien te cases o él te hará casarte con alguien de su elección, y déjame decirte que no te gustará su elección — dijo.

— ¿Quién es su elección? — le pregunté.

— No sé si quieres saber.

— Sólo dime.

— ...Nick — dijo y me quedé en shock.

— ¿Qué? — inquirí.

— Me escuchaste.

— ¿Por qué demonios lo escogería papá? — pregunté y Drake se rió.

— No tengo ni idea — contestó.

— Entonces ... ¿por qué no te agrada Nick? — Corey me preguntó.

— Porque es un bastardo — respondí.

— ¿Y por qué es un bastardo? — inquirió y solo suspiré — ¿Por qué no me lo dices?

— No me gusta hablar de eso.

— ¿Por qué?

— Porque no me agrada y no me gusta hablar de él — respondí.

Siguió cocinando lo que estaba cocinando.

— ¿Te lavaste las manos? — pregunté y me miró.

— No.

— La mayoría de la gente al menos miente.

— Mis manos no están sucias — respondió.

— ¿Cómo estas tan seguro? Solo Dios sabe lo que has tocado — comenté y él se rió.

— ¿Qué estás insinuando?

— Creo que sabes lo que estoy insinuando — contesté y levantó las cejas.

— No estoy seguro de si lo que estoy pensando que insinúas es lo mismo que estás insinuando.

— Estoy bastante segura de que puedes imaginar lo que estoy insinuando sin que tenga que decirlo — agregué.

— ¿No quieres decirlo? — preguntó.

— Realmente no.

— Entonces definitivamente sé lo que es — comentó y me reí.

— Sabía que lo habías descubierto.

— ¿Estás insinuando que yo hago eso? — inquirió y me encogí de hombros.

— No sé si lo haces.

— ¿Crees que lo hago?

— Tal vez — respondí y me dí cuenta que Drake nos estaba mirando fijamente.

— ¿De qué diablos están hablando? — preguntó y Corey y yo nos reímos.

Drake negó con la cabeza y salió de la cocina. Unos minutos después, Corey me dio un plato con una gran variedad de comida.

— Juro que mis manos están limpias — comentó.

☆☆☆☆☆☆☆☆

Era tarde esa noche, me cambié y me vestí con una camiseta blanca de gran tamaño que caía a unos centímetros por encima de mis rodillas, era una camisa de Transformers, era una gran fan de Transformers, solía levantarme temprano los sábados para ver la caricatura.

Salí del vestidor, todas las luces estaban apagadas, excepto la pequeña en mi mesita de noche, Corey estaba sentado en la cama mirando la televisión. Me miró y sonrió.

— ¿Transformers, en serio? — preguntó.

— No te burles de mí — dije.

— No me estoy burlando, creo que es adorable — reflexionó y me reí.

— Claro que sí — dije con sarcasmo.

— Lo digo en serio.

— Bueno, como sea — dije, se sentó y volteó para mirarme.

— Ven aquí — dijo.

— ¿Por qué? — le pregunté.

— Sólo ven aquí.

Me acerqué a él y envolvió mis manos en las suyas.

— E—uh—tengo algo que decirte — comentó.

— ¿Qué cosa? — inquirí y respiró hondo.

— Dios, estoy tan nervioso — dijo.

Me quedé confundida, ¿por qué está nervioso? Me está poniendo nerviosa.

— ¿Arabelle?

— ¿Sí? — contesté, poniéndome ansiosa.

Me miró con esos brillantes ojos verdes que amaba y me dijo:

— ... Te amo.

Forzada a Comprar un Esclavo Vampiro Where stories live. Discover now