CAPITULO XXXVII: "LECCIÓN 5: RICOS"

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-Luces hermosa -Dijo el hombre tras de mí.

-Gracias tío -Dije colocándome los aretes de perla.

-¿Cómo conseguiste todo eso? -Pregunto intrigado mi tío.

-Son prestados de Gisela -Mintió con cinismo. A veces Anna no sabía si realmente mentía lo que decía ya era una verdad. Le era tan fácil decir las palabras que todos querían escuchar, que hasta ella se las creería.

-Me recuerdas a donde vas -Dijo tratando de acentuar el hecho como si nunca se lo habría dicho.

-Saldré con unas amigas a pasar el rato tío -Dije cansina.

-Si, pero... ¿a dónde? –

-Ya deja de hostigar a la niña Eduardo -Dijo su tía desde el marco de la habitación -Te vez hermosa, Anna –

-Gracias tía – Se escucho el claxon, que anunciaba la llegada del vehículo que la llevaría hasta su destino. -Debo irme -Tomo el pequeño bolso plateado sobre el tocador, en el cual había colocado mi labial, el celular y las llaves de la casa. -Nos vemos luego -Bese la mejilla de mi tía que aun se encontraba sentado sobre la cama de aquella habitación que había estado usando hace una semana, me encamine hasta la entrada del cuarto donde mi tía estaba parada -Diviértanse en mi ausencia -Dije, guiñándole un ojo a mi tía, quien se puso roja de la vergüenza.

Al salir pude ver el vehículo negro y polarizado que habían enviado a recogerme, el hombre ente mi sostenía la puerta de forma respetuosa y mantenía la puerta trasera abierta. No pude evitar ver a dentro el imponente cuerpo masculino. Ingresé con delicadeza y agradecí al hombre con una gran sonrisa que lo hizo ruborizar.

-Buenas noches Amatista -Escuche que menciono el hombre, al verlo detenidamente quede algo alucinada, la verdad esperaba un hombre mayor de mas de setenta años, pero no, el hombre ante mí era guapo, que digo guapo, el adjetivo que lo describía iba mas allá. -Te has quedado sin habla –

-No es por demás, esperaba a un hombre de mayor edad, talvez un octogenario con bastón y algo jorobado, que dijera que soy su joven hija ilegítima y me había buscado por años para heredarme todos sus bienes -dije de manera simple y desdeñosa.

-Es muy audaz, pero lamento no cumplir con sus expectativas señorita... Prefiere que le diga Amatista o que utilice su nombre –

-Preferiría que, ya que usted a contratado mis servicios me disponga un nombre, pero por favor que por lo menos esta acorde a la situación y no me haba ver como una vulgar al pronunciarlo -Observaba detenidamente el espacio lujoso de aquel vehículo, se movía de manera sutil y delicada que parecía arrullar al andar.

Escuche como carcajeaba en libertad, su cuerpo se sacudía.

-Al parecer le parezco muy cómica. –

-En realidad me pareces una mujer muy interesante, nunca había contratado a una chica con propio albedrío y tan elocuente en su forma de expresarse –

-Es por que solo contrata a mustias plásticas. Acaso se pregunto por que yo soy tan costosa -Le dije fijando mi mirada en la de él -Por su rostro creo que ni siquiera se lo pregunto, pero bueno, responderé la pregunta jamás hecha. Es porque soy única y especial –

-La más bella joya, según en las palabras de Sebastián -Dijo acomodándose las mangas de su saco -La verdad no me importaba el precio, solo quería a una de sus chicas, joven y bella, que pudiera ser discreta y no mezclar las situaciones o confundirlas –

-¿Confundirlas? Por que las confundirían, solo es un negocio. Aunque he de admitir que conforme a la discreción ninguna podríamos cumplir con tal papel al 100%. Pero al parecer fue la más apta –

TRAS LA MASCARA. (2° DE SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS)Where stories live. Discover now