CAPITULO XXXII: "ESPERANZAS"

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-¿Cómo que te desapareciste para la comida con tus tíos?-

-Así como lo dije, no quiero lidiar con ellos en este momento-

-Ana, ellos te quieren-

-Lo se pero he estado pensando-

-¿En qué?-

-Regresare a mi casa. Soy mayor de edad, puedo vivir sola y con mi trabajo. Creo que puedo sustentar los gastos-

-Estas bromeando verdad. Dime que estas bromeando-

-No Gisela, creo que ya es momento de quitarles ese peso a mis tíos-

-Peso...- espera con angustia y desesperación- No creo que seas un peso para ellos, tu tío pidió su cambio a la universidad de aquí, solo para estar contigo, ayudarte y apoyarte. Crees que no hacen sacrificios por ti y yo quieres dejarlos-

-Es por su seguridad Gisela-

No espero que ella lo entienda, no espero que nadie lo entienda. Pero creo que es lo mejor, después de nuestra conversación, trate de desviar el tema en varias ocasiones. Hasta que uno de sus hermanos nos interrumpió para anunciar que la cena estaba lista y nos esperaban abajo. Hoy había tomado la decisión de quedarme a dormir con Gisela, pero solo era para poder presentarme esta noche. Desde la graduación los días han sido así, pasar las noches con Gisela quien me cubre para poder ir al Amnesia cada noche que debo presentarme, pero no puedo seguir de esta forma. Por eso mi decisión de regresar a mi antigua casa, en estos días he ido a verla, esta algo acabada y pareciera que se cae a pedazos, pero sé que podré recuperarla.

Mamá, bueno ella sigue en coma. El que no me deja en paz es su nuevo médico, la osadía de presentarse en mi graduación fue demasiado para mí. Aun hace sus intentos al invitarme a salir, pero no es tan fácil y se que solo utilizo la memoria de Teo como una excusa barata. Él no querría verme así, el querría que fuera feliz, que sonriera, pero no puedo, los recuerdos de esa noche son mas frecuentes con el paso de los días.

Al terminar de cenar, Gisela y yo nos dispusimos a ver películas. Ella insistía en que no fuera, que me quedara, le pedí que no insistiera, que lo ultimo que deseo en este momento es arriesgar a mas personas a los caprichos de Sebastián. No quiero que eso ocurra de nuevo. Las horas han asado y la noche esta mas que avanzada, es hora de irme. Gisela cabecea con los ojos entre abiertos, es tan gracioso. La muevo un poco y le informo que me voy, ella asiento algo adormilada y se recuesta correctamente en la cama, solo sonrió.

Salgo de la habitación, asegurándome de que nadie me escuche o me vea. No me conviene que los padres de Gisela sepan que solo vengo para escabullirme por las noches, eso levantaría muchas sospechas y me harían muchas preguntas.

-¿Adonde vas?- doy un brinco por la voz gruesa mi espalda, carajo.

-Por un poco de agua-

-¿Con tu mochila?-

-He yo- piensa Ana eres lista, puedes inventarte algo- Mis tíos me llamaron, necesito regresar-

-Te llevo entonces, solo iré por-

-NO- Él me mira con una ceja arquea- No es necesario Francisco, la casa de mis tíos no esta tan lejos y puedo-

-Es muy noche, como para una chica ande sola por la calle- ¿Qué demonios hago ahora? -Solo iré por mi chamarra, espera aquí-

No se que hacer, no se como librarme de Francisco. Debo de pensar en algo. Ya vamos en el auto de camino a casa de mis tíos, todo esto se me esta saliendo de control. Francisco, va muy serio y la verdad no me sorprende, siempre ha sido de esa forma desde que lo conozco. Fijo mi vista en el exterior, mi cabeza deambula por varias posibilidades de poder salir de esto, pero creo que será imposible.

TRAS LA MASCARA. (2° DE SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora