CAPITULO XXII: "FELIZ CUMPLEAÑOS 17"

9 0 0
                                    

Es difícil expresar las últimas semanas, han sido muy intensas. Rosa es una maldita bruja, me a estado haciendo entrenar como si fuera mono de circo y no me da un respiro, hago lo que me pide solo porque es lo que debo de hacer. Las demás chicas bueno ellas parecen odiarme, ya que en mis ensayos siempre esta Sebastián observándome con una enorme sonrisa. He visto a Erick por el lugar en algunas ocasiones, seguro con encargos de su padre.

Mi cumpleaños se acerca y parece que todo se complica, solo faltan unos días. He regresado a la escuela, me alegra que el director comprendiera por lo que estaba pasando -claro, no le conté todo, solo lo que necesitaba saber- y accedió a que regresara a mis clases antes de terminar el primer semestre. Los maestros se han encargado de que me ponga al tanto, por el tiempo fuera, no me preocupan los trabajos o tareas extras, Gisela me ayuda, aunque siempre se queja, pero es buena compañía, ella es la única que sabe todo. Bueno ella y él.

Teo me ha dado asilo en su casa, es demasiado lo sé, pero no quiero regresar a casa con mi padre. Las cosas se han puesto muy tensa entre nosotros; un día que fuí a recoger una maleta con mis cosas casi me pega, comenzó a gritarme insultos sin consideración, es triste lo sé, pero el alcohol lo ha segado y más la muerte de mi madre, eso le dije: le dije que ella estaba muerta y que su maldito alcoholismo la llevo a ese destino, en serio creí que de esa forma se detendría, pero lo empeore. Cuando estuvo a punto de dar el primer golpe Teo entro al escuchar los gritos y lo detuvo antes de que me pusiera una mano sobre mí. Creo que mi deuda con él esta creciendo tanto que no ya no sé cómo pagarla.

Ya son mas de las dos de la mañana y estoy terminando uno de los proyectos de la clase de literatura, me alegra amar la lectura porque si no esto hubiera sido un fracaso rotundo. Mis ojos pesan y me siento tan cansada que ya no puedo mantener mi concentración en esto. Decido levantarme para prepararme mi cuarta taza de café de esta noche, salgo de manera sigilosa para no despertar a Teo, pero veo una tenue luz en el balcón y la voz de mi morador llama mi atención.

-Todo está saliendo de acuerdo a lo planeado. Se que ella nos ayudara con esto. Si señor, ella aun no sabe. Lo tendré en cuenta -Es lo último que dice antes de escuchar como mi puerta se azota por la brisa de la noche.

me recrimino mentalmente.

-¿Ana?-

-Solo vine por un café. ¿Qué haces despierto a estas horas? -

-Lo mismo debería de preguntar. Mañana tienes escuela- me encojo de hombros.

-Si, pero estoy terminando uno de los proyectos que me dejaron para ponerme al corriente y es necesario que lo termine para mañana, si no-

-Entiendo. Solo no te sobre esfuerces- camina hasta donde estoy- no quiero que enfermes- me alborota la cabellera y se aleja.

-Que descanses- Logro decir, últimamente las actitudes y comportamientos de Teo me tienen un poco desconcertada: Llamadas nocturnas, salidas misteriosas, desaparece; en ocasiones una semana completa sin decir nada. Es muy extraño, a pesar de que hay días que se comporta distante y retraído, hay otras que es muy dulce y animado. A de ser bipolar.

Después de prepararme mi quinta taza de café en el día, regreso a mi habitación. La puerta de Teo esta entre abierta y, esto señores, se ha vuelto una constante en mis días, verlo dormir es lo mas maravilloso que he tenido el privilegio de admirar; el como frunce el ceño, como sonríe dormido. Su cabello largo cae en su rostro, coloco la taza de café sobre su buro y me acerco, jamás me había acercado tanto, de hecho siempre lo contemplaba desde el marco de la puerta, pero hoy tengo el impulso de estar más cerca.

Al día siguiente fue de manera habitual a la escuela, aún seguía pensando en el rostro dormido de Teo, agradezco que tenga el sueño pesado, ya que no se despertó y estuve como idiota viéndolo. De solo pensar que hace solo unos meses lo odiaba con todas mis fuerzas por entrometido, ahora ahora no sabía lo que debía pensar de él; atento, amable, protector, se preocupa por mí, me ha dado un hogar –por decirlo de alguna forma-, pero es tan misterioso y eso me atrae como abejas a la miel.

Al estar con Gisela platicándole mis dudas y sensaciones, esperando una respuesta de su parte, que sea coherente y razonable al mismo tiempo me sale con una estupidez.

-Estas enamorada- Me dice Gisela de la forma más calmada, sin siquiera analizar la situación -es más que obvio, aunque no te culparía Teo esta hecho un-

-Entendí, no necesito que seas tan grafica-

-Lo que quiero decir es que vives en su casa; bajo su techo, cerca de su habitación. Eso es tentador- Ruedo los ojos antes de que continúe hablando la detengo.

-Debo ir a la biblioteca-

-¿A qué?-

-Solo necesito distraerme-

-De nuevo leerás uno de esos libros empalagosos verdad-

-Necesito referencias mas claras sobre lo que me dices, a ti no te creo nada-

-Eres cruel, por si no sabes he tenido novios-

-Si, pero no te has enamorado o ¿sí?- Levanto una de is cejas, mientras analizo la expresión de mi amiga, es como querer hacer prender una bombilla la cual estas consiente que esta mas que fundida y no encenderá- Olvídalo Gisela, cuando tu encuentres el amor en un chico, yo dejare de ser bailarina exótica-

-Es un trato- extiende la mano y me sorprende.

-¿Qué?-

-Que si yo me llego a enamorar de un chico, tan perdidamente como para decidir pasar el resto de mi vida con él. Tú Anastasia Mayer dejaras de ser la muñeca de ese bastardo- niego de forma divertida- ¿es un trato?-

-Es un trato, porque se que eso nunca pasara. Tu no puedes estar con un solo chico mas de un mes- tomo mi mochila- Nos vemos Gisela- digo, antes de emprender mi camino y hacerle el gesto de despedida con la mano a mi tan querida amiga.

Las horas en la biblioteca se me fueron como agua entre las manos, no me percate de lo tarde que se me había hecho y tenía que ir al Amnesia a mis clases extras. Cuando logre llegar Rosa estaba molesta, que digo molesta, solo le faltó sacar la fusta y darme de azotes, lo bueno que ella no era tan maldita y solo me hiso un llamado de atención, me garantizo que me gustaría que Sebastián se enterara de mi demora, sin más comenzamos los ensayos, ella estaba poniendo todo su empeño en enseñarme las formas y modos. Siempre alagaba mi estilo de baile y la gracia de mis movimientos, sabía perfectamente porque era, es una lástima que tuve que dejar el club de danza para poder hacer esto. Hago cada movimiento y una sombre bastante familiar está del otro lado, sonrió al notar su presencia y no puedo evitar sentirme emocionada.

-Deja de distraerte Princesita, sigue con lo que te dije- me indica Rosa- Sabes que si el jefe se entera que tu y ese se están haciendo miraditas-

-Teo y yo no nos hacemos Moraditas- digo colocándome en mi posición.

-Claro sigue engañándote. Pero que Sebastián no se percate, le traerá muchos problemas-

-No solo a él-

-A ti no te va a tocar Princesita, eres su joya mas valiosa y no creo-

-No pasa nada Rosa- determino y continuo con lo que se me ha encargado.

Ya es muy tardes, estoy agotada y sudorosa. Teo me lleva de camino a la casa. Coloca música y eso me relaja, pero las palabras de Rosa aún están dentro de mi cabeza, en serio cree que hay algo entre tero y yo, y si ella lo cree que podría evitar que ese hombre lo piense también. Debió mi vista al chico a mi lado, con su mirada atenta en el camino y siguiendo el ritmo de la musita, tamborilea con sus dedos sobre el volante, ese pequeño acto me hace sonreír.

-Te causo gracias-

-Y mucha-

-Es grandioso, por lo menos se que no soy aburrido-

-Jamás dije eso, creo que eres grandioso y se que siempre te digo lo mismo, pero-

-No debes agradecerme nada Ana- el carro se detiene y eso me pone algo nerviosa- lo que hago lo hago porque me importas- dice en un susurro. Pero lo peor de todo es que sus palabras hicieron saltar a mi corazón.

-Teo, creo creo que esto-

-Feliz cumpleaños Ana- una caja de color azul esta frente a mí.

TRAS LA MASCARA. (2° DE SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS)Där berättelser lever. Upptäck nu